La estabilidad climática permitió el avance positivo de la campaña agrícola, aunque el maíz concentra todas las alertas
A paso lento pero firme, continúa la recolección de soja en los principales núcleos agrícolas. En tanto, una plaga podría arruinarle la fiesta a algunos productores de maíz.
La campaña agrícola avanza en la Argentina a paso firme, luego de algunas complicaciones climáticas. En los últimos días, las máquinas volvieron a ingresar a los lotes, aunque aún es incipiente todo tipo de dato que se pueda procesar.
Ya en particular sobre el núcleo norte, la recolección cubre el 9 % del área con un rinde medio que se ubica en torno a los 38.7 qq/Ha. En el núcleo sur, gracias a un impacto más eficiente de las precipitaciones, se pudieron registrar rendimientos cercanos a los 41,5 qq/Ha de promedio, aunque el avance en esa zona es de apenas el 4 %.
Avanzando la cosecha de soja!! 2% a nivel Nacional.
— Ceci Conde (@MCeciliaConde) April 5, 2024
En el el nucleo norte, el progreso es de un 9% con un rinde medio de 38.7 qq/Ha #Soja2324 #cosecha pic.twitter.com/dsMCOX6oOt
Las zonas más demoradas están ubicadas en el centro y este de la franja central del país, es decir en la zona del litoral, donde aún no se pueden hacer estimaciones debido a la imposibilidad que existe para entrar a los lotes. Un panorama distinto vive la soja de segunda, que aún transita las etapas de inicio de llenado bajo una condición que varía entre normal y buena.
Preocupación por los bajos rindes en maíz
Hasta el presente informe y según los datos aportados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha de maíz con destino a grano comercial alcanza al 11,1 % del total estimado a nivel nacional. En comparación con la semana previa, se pudo avanzar en la recolección gracias u una ventana de buen tiempo que permitió el ingreso de las cosechadoras a los lotes.
Sin embargo, los productores mantienen un estado de alerta sobre el cultivo porque ya se sabe que la afectación en los rendimientos ante el constante crecimiento poblacional de la chicharrita (D. Maidis) junto con la aparición de síntomas característicos de la infección asociada a esta plaga.
Quizá la buena noticia para el cereal surge a partir de lo que ocurre en el noreste de Buenos Aires y en San Luis, donde si bien existen lotes afectados con spiroplasma, la incidencia hasta el momento es sustancialmente menor. Por eso, se puede contemplar un rendimiento promedio en la zona centro cercano a los 104 qq/Ha, lo que refleja muy buenos resultados para el maíz temprano.
Es importante destacar que en los últimos días la condición ambiental intervino positivamente sobre los cultivos, que en su mayoría evolucionaron, desarrollaron y/o consolidaron sus estados. Justamente por esa razón, los productores pudieron avanzar tanto con la aplicación de herbicidas, insecticidas y las tareas de tareas de seguimiento, control y evaluación mas allá de las labores de cosecha.
En cuanto al panorama general de los cultivos, este es el estado actual de la campaña agrícola en Argentina:
| Cultivo | Avance del ciclo agrícola |
|---|---|
| Soja | Luego de un avance intersemanal de 1.8 p.p. la cosecha cubre el 1,9 % de la superficie apta a nivel nacional. El 73.4% de la soja de primera ya ha iniciado el periodo de madurez, con el 77,5 % en condiciones Normal/Excelente. |
| Girasol | Tras un progreso intersemanal de 15,9 puntos porcentuales, la cosecha ya cubre el 90,9 % del área apta. El rinde promedio se ubica en 20,1 qq/Ha lo que sostiene la proyección de producción en 3,6 MTn. |
| Maíz | La condición entre Normal y Excelente para el cereal de verano baja 8 puntos porcentuales durante la última semana. Debido a la incidencia de enfermedades transmitidas por la chicharrita, ajustamos nuestra proyección de producción a 52 MTn. |
| A pesar de las complicaciones climáticas, la campaña agrícola 2023/24 tendrá un gran desempeño. | |
Por último, en el caso del girasol la cosecha entra en su tramo final. Ya se recolectó más del 90 % del cultivo y si bien el avance interanual es sumamente positivo. La contracara llega desde la zona sur, donde continúan relevándose rendimientos inferiores a los esperados, lo que confirma el impacto del estrés termo-hídrico de enero y febrero y del temporal de lluvia y granizo de marzo.