Lluvias históricas en Formosa afectan al agro: mas de 400 mm en una noche y graves anegamientos en Palo Santo y Perín

Cayeron entre 130 y 400 mm en pocas horas en Formosa. Pueblos y campos quedaron bajo el agua. Las autoridades buscan contener el escurrimiento desde el oeste.

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Las intensas lluvias anegaron campos y pueblos en el oeste de Formosa; maquinaria vial trabaja contra reloj para canalizar el agua y evitar nuevos desbordes.

Una masa de agua inédita cayó sobre el oeste de Formosa entre el martes por la noche y la madrugada del miércoles. En cuestión de horas, localidades como Palo Santo, Subteniente Perín y Bañaderos quedaron bajo el agua, con precipitaciones que en algunos sectores superaron los 600 milímetros, según reportes de productores y autoridades locales.

Otros puntos del Departamento Patiño y la zona del río Bermejo también registraron acumulados excepcionales. En esas localidades las lluvias colapsaron el drenaje natural y provocaron anegamientos urbanos, caminos cortados y pérdidas en el sector agropecuario.

El evento fue confirmado por Horacio Zambón, coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial Coordinadora del Agua (UPCA), quien explicó que el frente de tormenta ingresó desde Chaco y descargó su mayor volumen sobre el Departamento Patiño, aunque también impactó con fuerza en Pirané, Palo Santo y otras localidades vecinas.

El funcionario de la UPCA aclaro que el parte pluviométrico oficial se toma hasta las 7 de la mañana, pero después de esa hora siguió lloviendo. En Subteniente Perín se registraron hasta 266 mm solo hasta esa hora, en Bañaderos y La Floresta fueron más de 200 mm, y en zonas aledañas al Bermejo, entre 150 y 170 mm.

Vialidad intenta contener el escurrimiento desde el oeste

Ante esta emergencia hídrica, el Gobierno provincial activó operativos de asistencia y tareas de infraestructura de urgencia. El ingeniero Javier Caffa, de la Dirección de Vialidad Provincial, informó que las cuadrillas trabajan intensamente en cerrar alcantarillas, altear zonas bajas y canalizar el agua para evitar nuevos anegamientos en el casco urbano de Palo Santo, uno de los puntos más golpeados.

En declaraciones radiales, Caffa explicó que "el frente de tormenta generó valores fuera de lo normal. El agua no solo viene de arriba: está corriendo desde el oeste por escurrimiento superficial y esto complica aún más la situación”.

Los trabajos se concentran en los canales troncales de drenaje, con la meta de derivar el flujo hacia el este y el sur de la provincia, donde el terreno facilita la evacuación. En este sentido, Caffa estimó que, si no regresan las lluvias y se puede trabajar a buen ritmo, “en dos o tres días los barrios deberían recuperar cierta normalidad”.

En el agro aseguran que "quitó toda la tierra firme"

Desde los campos ganaderos, las imágenes muestran una postal desesperante: casillas rodeadas por agua, vehículos elevados con maderas y animales refugiados en pequeñas islas improvisadas. Un productor rural de la zona de Perín, que grabó un video para mostrar su situación, contó que el agua “se llevó todo lo que era tierra firme, tanto en la limpiada como en los montes”.

El impacto sobre la producción fue inmediato. Animales menores como aves se perdieron, los accesos a los establecimientos quedaron inutilizables y los suelos anegados impiden cualquier actividad.

El presidente de la Sociedad Rural de Formosa, Alfredo Maglietti, confirmó que el 80% de los pueblos rurales de la región están anegados, con viviendas inundadas, caminos rurales cortados y familias aisladas. Advirtió que “la gente no puede salir, las rutas están deterioradas y los caminos rurales directamente destruidos”.

Desde el aire, la situación se ve aún más dramática: un mar interno cubre campos, barrios y rutas, con canales colapsados y sin vías de drenaje efectivas. El contraste es notable: días antes, esta misma región reportaba sequía y escasez de agua para consumo.

El reclamo se centra en la falta de infraestructura

Tanto Zambón como Maglietti coincidieron en que este tipo de eventos, si bien pueden ocurrir en esta época del año, se están volviendo más frecuentes y severos. La falta de obras estructurales, mantenimiento de canales y planificación hídrica es uno de los factores que multiplican el impacto del clima.

“El problema no es solo la lluvia, sino la ausencia de infraestructura para canalizarla y proteger los centros poblados. Hoy es el oeste formoseño, pero mañana puede ser cualquier otra región del interior productivo”, advirtió Maglietti.

Desde el sector rural piden con urgencia inversión en drenajes, obras de canalización, caminos rurales resistentes y planes de contingencia. La idea principal es evitar que cada evento climático se convierta en catástrofe.

Pronóstico incierto y alerta vigente

Aunque por ahora las lluvias cedieron, el pronóstico aún prevé precipitaciones aisladas, lo que mantiene el riesgo latente. Con suelos saturados y escurrimientos lentos, cualquier nueva tormenta puede agravar la situación.

Maglietti destacó que “el agua está corriendo hacia el este, en dirección al río Paraguay. Si el clima acompaña, esto debería mejorar en los próximos días. Pero estamos atentos”.