Vuelve el jardín de flores más grande de Europa: los tulipanes más famosos y coloridos de mundo ya están aquí

El Keukenhof reabrió sus puertas en marzo de 2025, ofreciendo una experiencia única con tulipanes y flores primaverales en su esplendor. Este icónico parque de flores permanecerá abierto hasta el 11 de mayo.

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Keukenhof: un Mar de tulipanes en primavera. Más de 800 variedades de tulipanes florecen en este jardín, creando un espectáculo visual único.

Cada primavera, el Keukenhof, ubicado en la pintoresca ciudad de Lisse, Países Bajos, se transforma en un paraíso florido que atrae a miles de turistas de todo el mundo. En 2025, el famoso parque reabrió sus puertas el 20 de marzo, marcando el inicio de una temporada primaveral llena de color y belleza.

Este espacio de 32 hectáreas alberga más de 7 millones de bulbos de flores que florecen en una deslumbrante variedad de colores y especies, entre los que destacan los tulipanes, las flores más emblemáticas de los Países Bajos.

Conocido también como el “Jardín de Europa”, ofrece a sus visitantes una experiencia única en la que la naturaleza y el diseño paisajístico se fusionan para crear un espectáculo visual impresionante. Durante los dos meses de apertura, hasta el 11 de mayo, los jardines del Keukenhof se convierten en una verdadera galería al aire libre, donde los turistas pueden admirar la belleza de más de 800 variedades de tulipanes, además de narcisos, jacintos, lirios y otras flores que florecen en perfecta armonía.

Un lugar de tradición y cultura floral

El Keukenhof no es solo un lugar de belleza natural; también tiene una rica historia cultural. Desde su apertura en 1950, el parque ha sido un símbolo de la floricultura neerlandesa, especialmente en la producción y exhibición de tulipanes.

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El parque combina tulipanes y otras flores en jardines temáticos diseñados para deslumbrar a los visitantes.

En sus primeros años, el parque fue concebido como un espacio para mostrar la diversidad de variedades de flores que los cultivadores neerlandeses habían perfeccionado a lo largo de los años. Hoy, el Keukenhof es uno de los destinos turísticos más populares de los Países Bajos, atrayendo a más de un millón de visitantes cada temporada.

Su origen se remonta al siglo XV, cuando la condesa Jacoba de Baviera utilizaba estas tierras como huerto para abastecer de alimentos a su castillo. No fue hasta el siglo XIX, cuando la familia Van Pallandt adquirió la propiedad, que el lugar comenzó a transformarse en un jardín ornamental.

La evolución del Keukenhof como un parque floral de escala mundial comenzó en 1949, cuando un grupo de cultivadores de flores decidió utilizar el terreno para exhibir sus productos.

Pero lo que realmente distingue al Keukenhof es su enfoque en la sostenibilidad. En una era en la que el turismo y la agricultura deben coexistir con la conservación del medio ambiente, el Keukenhof ha adoptado diversas medidas ecológicas para reducir su huella ambiental.

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Desde su apertura, Keukenhof ha sido un referente para la cultura tulipanera de los Países Bajos.

La eficiencia energética es una de las prioridades, y el parque ha implementado tecnologías de energía renovable, como paneles solares, para abastecer parte de sus necesidades energéticas. Además, el Keukenhof ha puesto en marcha sistemas de riego de última generación que optimizan el uso del agua, reduciendo significativamente el desperdicio.

Tambien sigue un enfoque responsable en la gestión de plagas, utilizando métodos biológicos y orgánicos para proteger sus flores. Este compromiso con el medio ambiente no solo mejora la calidad del parque, sino que también educa a los visitantes sobre las prácticas sostenibles en la jardinería y la floricultura.

Un destino que celebra la belleza natural

El Keukenhof es, sin duda, uno de los lugares más impresionantes para disfrutar de la floricultura en su máxima expresión. Con su variedad de tulipanes y otras flores, sus jardines innovadores y sus esfuerzos por promover prácticas ecológicas, el parque sigue siendo un modelo a seguir en la integración de belleza natural y sostenibilidad.

En 2025, como en cada temporada, este parque continuará siendo un destino esencial para los amantes de la naturaleza, el arte y la cultura. Visitar este icónico jardín es ser parte de una celebración de la primavera, un recordatorio de la importancia de la conservación del medio ambiente y una oportunidad para conectarse con la belleza que nos rodea.