Las nuevas tecnologías prometen mejorar la seguridad en la nieve y el hielo
Una herramienta diseñada para garantizar la seguridad de los investigadores polares está ampliando su alcance mediante la evaluación del riesgo de inundaciones y la seguridad de las carreteras de hielo; descubrimos más cosas sobre SIMBA.

Cuando trabajan en condiciones extremas y difíciles, ¿cómo pueden los investigadores polares estar seguros de que la nieve y el hielo son seguros? Utilizan potentes dispositivos autónomos como SIMBA (Snow Ice Mass Balance Apparatus, aparato de balance de masa de nieve y hielo) para obtener información sobre la estructura, el movimiento y la temperatura de la nieve y el hielo.
Ahora, la última versión de SIMBA proporciona soluciones reales para mejorar la seguridad en un clima cambiante, pronosticando el riesgo de avalanchas, evaluando la seguridad de las carreteras de hielo, monitoreando el riesgo de inundaciones y protegiendo la infraestructura energética, afirma el desarrollador SAMS Enterprise.
Monitoreando las condiciones
Las unidades SIMBA se encuentran en el Ártico y la Antártida, pero han ampliado su alcance para incluir el norte de Europa y las cordilleras canadienses. En las montañas Cairngorm, en Escocia, se utilizan unidades SIMBA para evaluar la profundidad, la consistencia y la velocidad de fusión de la nieve, proporcionando así datos a los pronosticadores de avalanchas.
En Canadá, el proyecto de Monitoreo del Río Churchill utiliza estas unidades para estudiar el espesor del hielo fluvial y contribuir al Sistema de Pronóstico de Crecidas Fluviales. Las unidades envían datos de forma autónoma cada seis horas, lo que reduce el riesgo para las personas al disminuir la necesidad de desplazamientos frecuentes al hielo. Se instalaron tras una inundación provocada por un atasco de hielo en la desembocadura de Goose Bay, que requirió la evacuación de una comunidad cercana.
“Desarrollado originalmente como una herramienta de investigación científica, SIMBA se ha convertido en una solución práctica utilizada por quienes trabajan en la primera línea de la gestión del clima, la seguridad y la infraestructura”, explica el Dr. Mark Hart, director del proyecto SIMBA. “Con su trayectoria proporcionando datos científicamente precisos, la nueva generación SIMBA es la herramienta más fiable para obtener información rápida y precisa sobre nieve y hielo”.
Entrega de datos
El dispositivo consta de una cadena de sensores termistores que proporciona datos en tiempo real sobre la temperatura y las características térmicas del entorno, incluyendo información detallada sobre las condiciones de la nieve y la capa de hielo en regiones y lugares donde la seguridad es fundamental. Estos datos son valiosos para investigadores del clima, pronosticadores de avalanchas, compañías hidroeléctricas, ingenieros, planificadores de transporte y logística, y evaluadores de riesgo de inundaciones.
Las últimas actualizaciones incluyen un rendimiento mejorado de la batería, compatibilidad con fuentes de alimentación externas, SDI-12 habilitado para sensores de terceros, capacidad de transmisión de datos de Internet de las cosas (IoT) e interfaz USB-C.

“Operar en algunos de los entornos más extremos del planeta requiere fiabilidad, durabilidad y adaptabilidad”, afirma Hart. “Ahora hay capacidad para dos cadenas de termistores en lugar de una, lo que significa más puntos de datos, mayor resolución y capacidad de contingencia para comprender el entorno”.
Los datos de las unidades SIMBA han contribuido a más de 70 artículos de investigación revisados por pares hasta la fecha y 28 unidades se utilizaron en la expedición MOSAiC, considerada la expedición polar más grande de todos los tiempos.