29 julio: la humanidad termina por devorar su presupuesto natural 2021

El Día del Sobregiro de la Tierra marca la fecha en que la demanda por elementos de la naturaleza sobrepasa lo que el planeta es capaz de regenerar en el año. Hoy, los seres humanos necesitaríamos 1,7 Tierras para vivir en armonía con la biodiversidad. ¿Qué podemos hacer?

Deforestación y explotación
Cinco décadas ya hemos vivido gastando más de lo que la Tierra puede volver a regenerar año tras año.

¿Qué pensarías si te avisaran que a partir de este 29 de julio no recibirás ni un centavo más en lo que resta de 2021? ¿Qué harías si tu alacena, bolsillos y cuenta bancaria quedarán vacías desde esta fecha? ¿Qué pasaría si debieras sobregirarte sin respaldo para subsistir hasta diciembre? Es lo que muchas personas hacen para sobrevivir hoy en día, podrías responder. Pero, no he terminado. ¿Qué pasa si esta situación se repite todos los años de manera consecutiva durante las últimas 5 décadas y, cada vez, el presupuesto anual se te agota antes? La situación se hace insostenible, ¿no lo crees?

Entonces, la situación es insostenible. ¿Por qué? Porque este jueves 29 de julio, a los seres humanos se nos habrá agotado el presupuesto natural que nos debía durar hasta el 31 de diciembre de 2021 para vivir en una mínima armonía con la biodiversidad.

Año tras año, desde 1971, la humanidad viene consumiendo más de lo que el planeta puede regenerar. Llevamos 50 años en viviendo en sobregiro.

Este 29 de julio se marca el Día del Sobregiro de la Tierra (Overshoot Day) del presente año. Es decir, para este 29 de julio es la fecha en que la demanda de la humanidad por elementos y servicios de la naturaleza (huella ecológica) sobrepasa lo que la Tierra puede regenerar en durante un año (biocapacidad).

En otras palabras, los seres humanos necesitaríamos 1,7 planetas Tierra para satisfacer nuestras necesidades (alimentación, agua, aire limpio, energía, madera, minerales, tierras, bosques, etc.) sin perder el equilibrio regenerativo de la biodiversidad. El gran problema es que este sobregiro ecológico ya suma 50 años consecutivos. ¿Cuánto más podrá aguantar la vida en el planeta este ritmo de voracidad?

¿Cómo se llega a esta fecha?

El Día del Sobregiro se calcula dividiendo la biocapacidad de la Tierra (cantidad de elementos naturales que el planeta puede generar ese año), por la huella ecológica (demanda de la humanidad para ese año), multiplicado por los 365 días del año.

Día del sobregiro ecológico
Desde 1971, la humanidad consume recursos a una velocidad más rápida de lo que el planeta puede regenerar en un año.

La primera vez que se registró un sobregiro ecológico mundial fue en 1971 (diciembre), según los datos de la Global Footprint Network (GFN), la organización de sostenibilidad encargada de realizar este cálculo. A partir de entonces, cada año, esta fecha se anticipa. Desde 1974 el sobregiro del planeta se alcanzó durante noviembre. De 1986 en adelante se marcó en octubre. A partir de 1997 se concretó en septiembre. Ya desde 2005, en agosto. En 2019 y, ahora en 2021, el día del sobregiro se registra en julio. El año pasado, a consecuencia de la pandemia por la Covid-19, esta fecha se alcanzó el 22 de agosto.

“El equipo de investigación concluyó un aumento del 6,6% en la Huella Ecológica global del presente año en comparación a 2020. El segundo cambio notable fue el efecto de la deforestación y la degradación de la Amazonía en la biocapacidad forestal mundial que disminuyó 0,5%”, detalla GFN.

balance ecologico
El déficit (tonos de rojo) ocurre cuando la huella ecológica es mayor a la biocapacidad en una determinada área. Cuando la biocapacidad de una región excede la huella ecológica de la población se genera una reserva (tonos de verde).

Hoy por hoy, la humanidad utiliza un 74% más de lo que los ecosistemas del planeta pueden regenerar, es decir, “1,7 Tierras”. ¿Qué podemos hacer? Lo primero es tomar conciencia de la emergencia climática y de la biodiversidad que sufrimos, y tomar acciones de manera individual y colectiva ante esta realidad.

Aquí te comparto algunos consejos prácticos:

  • Cambiar nuestros hábitos de consumo evitando la adquisición de bienes superfluos que van desde accesorios y ropas hasta aparatos tecnológicos.
  • Reducir drásticamente el consumo de carne y alimentos procesados.
  • Cuidar y utilizar bien el agua.
  • Evitar el uso del plástico.
  • Cambiar el modo de transportarnos.
  • Bajar el consumo de energía.
  • Proteger los elementos naturales de tu entorno.

Estas son sólo algunas acciones que podemos poner en práctica de manera individual, familiar y con amigos. Pero, además, debemos ejercer el poder como ciudadanos para exigir de manera pacífica, pero enérgica que los poderes políticos, económicos y sociales actúen de una buena vez ante la emergencia que padecemos y que nos encamina, de seguir así, a un futuro sin futuro.

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