Afirman que Betelgeuse explotaría antes de lo previsto: ¿la próxima candidata a supernova galáctica?

Betelgeuse es una estrella con un tamaño al menos 900 veces mayor al de nuestro sol. Un nuevo estudio afirma que se encuentra en la última etapa de la quema de carbono del núcleo y es una buena candidata a ser la próxima supernova galáctica. ¿En cuánto tiempo ocurriría?

Recreación de la explosión de Betelgeuse supernova
Recreación de la explosión de Betelgeuse. Imagen: European Southern Observatory

Betelgeuse, una de las estrellas más reconocidas de nuestro firmamento, se encuentra en su etapa final de vida. Predecir cuándo será ese explosivo final a través de lo que se conoce como supernova, es uno de los objetivos de muchos trabajos científicos en el último tiempo.

Ahora, un reciente estudio afirma que esta gran explosión se produciría mucho antes de lo previsto, siendo una buena candidata para convertirse en la próxima supernova galáctica.

Hasta ahora se pensaba que Betelgeuse tendría que explotar en un plazo de unos 100.000 años indica Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional) y académico de la Real Academia de Doctores de España, en una columna de opinión para El Mundo. Esta estimación se basaba, principalmente, en el periodo de oscilación de la estrella que se consideraba era de 420 días. Es decir, cada 420 días, la estrella se infla ligeramente y se desinfla, un poco como si inspirara y expirara. Este periodo implica que el diámetro actual de Betelgeuse debe de ser unas 900 veces mayor que el diámetro del Sol.

Constelación de Orión
Constelación de Orión.

Pero sobre este período, agrega Bachiller, se superponen otros períodos de cambios menores, son especies de sobretonos que tienen valores de 185, 230 y 2.200 días. Un nuevo estudio coordinado por el astrónomo Hideyuki Saio (Univ. de Tohoku, Japón) argumenta que el período principal de Betelgeuse no es de 420 días, como se pensaba hasta ahora, sino que la oscilación principal sería la de 2.200 días y el resto (185, 230 y 420 días) serían oscilaciones secundarias. Según este razonamiento, el diámetro de Betelgeuse superaría en 1200 veces al diámetro del Sol. La estrella sería mucho más supergigante de lo que se pensaba hasta ahora, estaría mucho más cerca del final de su vida y, por lo tanto, más cerca de estallar como supernova.

Concluimos -señala el estudio- que Betelgeuse se encuentra en la última etapa de la quema de carbono del núcleo y es un buen candidato para la próxima supernova galáctica.

Según Saio y colaboradores, a Betelgeuse le quedaría combustible en forma de carbono para unos pocos siglos. Cuando el carbono se agote, el núcleo de la estrella volverá a colapsar, y se producirá la explosión de supernova en tan solo unas decenas de años.

La explosión de Betelgeuse tendría lugar en el plazo de unos 1000 años, un tiempo mucho más corto que los 100.000 años que se suponían hasta ahora.

¿Cómo sería la gran explosión de Betelgeuse?

De acuerdo al estudio, la Vía Láctea alberga en promedio unas pocas explosiones de supernova por siglo, sin embargo, en el último milenio solo se identificaron cinco supernovas. El último evento registrado en nuestra galaxia fue en 1604. Se trata de SN 1604, una estrella a 20.000 años luz de la Tierra, cuyo final fue visible a simple vista, aún de día y sin necesidad de ningún tipo de instrumentos.

Betelgeuse es actualmente la segunda estrella más brillante de la constelación de Orión y la novena más brillante del cielo nocturno. Si Betelgeuse se convirtiera en supernova, sería aún mayor su impacto ya que se encuentra "apenas" a 700 años luz, 30 veces más cerca que SN 1604.

¿Qué tan cerca debe ocurrir la supernova para afectar la vida en la Tierra?

Las supernovas son uno de los eventos más impactantes que ocurren en el universo, capaces de consumir por completo planetas que estén a su alrededor.

Betelgeuse
Betelgeuse, la novena estrella más brillante en nuestro cielo.

Se conoce que hace unos 2.7 millones de años una supernova explotó tan cerca de la Tierra que dejó un rastro de hierro radiactivo, el cual si bien no llegó a extinguir la vida dejó grandes consecuencias en el desarrollo de nuestra especie.

El sitio Debate cita a un estudio publicado en la revista Astrophysical Journal, indicando que antes se creía que una supernova podía causar daños a nuestro planeta si se ubicaba a una distancia de 330 años luz. Sin embargo, las nuevas estimaciones apuntan a que en realidad solo bastaría una distancia de 150 años luz para causar graves efectos sin llegar a ser una catástrofe letal.

La distancia mortal para nuestro planeta, según el artículo de Adrián Melott, sería de unos 40 o 50 años luz de la Tierra.