Alaska: el estado más frío de Estados Unidos emite su primera alerta por calor extremo

El fenómeno sorprendió a Alaska, al estado más frío de Estados Unidos, donde los termómetros superaron los 30 °C en junio. Este suceso pone en evidencia vulnerabilidades estructurales, riesgos para la salud y nuevas amenazas hidrológicas.

Alaska Calor
EL NWS emitió un aviso de alerta para Alaska debido a las altas temperaturas. Este mapa emitido por NOAA da cuenta de los valores registrados. Los 89 ºF que se muestran se corresponden con 32 ºC que para esa región son valores extremadamente elevados. Imagen: NOAA

El pasado junio, la ciudad de Fairbanks, en Alaska, registró temperaturas en torno a los 29 a 31 °C. Ante la magnitud del calor para esa región, el National Weather Service (NWS) activó, por primera vez en la historia, un alerta de calor extremo. Aunque no son récord históricos, indican un cambio notable en los patrones estacionales, tal como indica The Washington Post.

Lo que antes se consideraba impensable ocurre ya en regiones frías. Por primera vez, los hielos de Alaska están cediendo frente a un “domo cálido”: el estado emitió su primera alerta de calor (más de 30 °C), con inundaciones locales por deshielo y hogares sin ventilación adecuados. Un signo claro de que el cambio climático golpea ya donde menos se lo espera



Este nuevo tipo de alerta reemplaza las antiguas “comunicaciones especiales”, con umbrales específicos: 29‑31 °C en interiores y 24‑29 °C en zonas costeras. El objetivo es advertir a la población y prevenir daños, desde golpes de calor hasta estrés cardiovascular.

La urgencia de esta acción reside en que Alaska se calienta de dos a tres veces más rápido que el promedio global. Las viviendas allí conservan el calor por su aislamiento, y la población no está equipada para lidiar con olas cálidas, lo que eleva el riesgo sanitario. Hay que tener en cuenta que en toda esa región no existe refrigeración con aire acondicionado, y ante esas situaciones las casas se sobrecalientan.

¿Por qué ahora?

El aumento de temperatura tiene detrás un fenómeno sinónimo del cambio climático: un domo cálido, potenciado por un sistema de alta presión que atrapa aire caliente en el interior, prolongando el calor. En Alaska, este patrón aparece con más frecuencia y se prolonga más que en el pasado, como apunta Grisp.

Un estudio científico reciente publicado por la Universidad de Fairbanks en 2024, relaciona el calentamiento acelerado en latitudes altas con la pérdida de albedo, es decir, menos superficie helada refleja la luz solar. Esto intensifica el calor y desencadena olas cálidas en regiones próximas al círculo polar ártico.

Además, el deshielo repentino aumenta el caudal en ríos glaciares, lo que llevó a emitir una advertencia de inundaciones junto con la alerta de calor. Las aguas suben rápidamente, erosionan márgenes y comprometen carreteras y aeródromos.

Consecuencias para la salud

El calor excesivo es considerado el fenómeno meteorológico más letal: afecta al corazón, riñones y sistema respiratorio incluso en lugares con temperaturas moderadas. En Alaska, la población no está aclimatada, el cuerpo tarda hasta dos semanas en adaptarse, y esto agrava la vulnerabilidad.

Fairbanks
Fairbanks es la segunda ciudad más grande de Alaska detrás de Anchorage. Faribanks tiene una poblacion de casi 35000 habitantes, que se extiende a 97.000 sumando sus alrededores. Imagen: CC

En Fairbanks y sus alrededores, los bomberos advierten un aumento en golpes de calor, especialmente en personas mayores, deportistas o quienes trabajan en exteriores. La combinación de insolación directa y reflejos del agua exacerba el problema. La alerta representa un paso fundamental en la concienciación sobre el calor como riesgo en regiones frías.

Además, el peligro se extiende al interior de las viviendas. La mayoría no cuenta con aire acondicionado, están diseñadas para conservar calor y, si no se pueden abrir por humo de incendios, se convierten en verdaderos hornos. Como el calor es cada vez más recurrente en algunos puntos de Alaska, también se evalúa la incorporación de aire acondicionado en edificios públicos.