Así fue la impactante explosión e incendio en Ezeiza: las zonas que podrían verse afectadas por la nube tóxica

Una fuerte detonación en el parque industrial de Spegazzini provocó un incendio de grandes proporciones y una densa nube tóxica que se desplazó hacia zonas pobladas. Autoridades bonaerenses monitorean el aire y piden extremar precauciones.

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El incendio se inició en una planta del parque industrial de Spegazzini y se extendió rápidamente a otras naves.

Una violenta explosión sacudió el parque industrial de Carlos Spegazzini, en el partido bonaerense de Ezeiza, y provocó un incendio que afectó a varias empresas del complejo. El siniestro ocurrió en la noche del viernes y generó una extensa nube tóxica que se desplazó hacia zonas pobladas, lo que obligó a activar un operativo de emergencia sanitaria y ambiental.

El fuego se originó en una planta vinculada al almacenamiento de materiales inflamables y se propagó con rapidez por otras instalaciones del predio. Los bomberos lograron controlar el avance de las llamas tras varias horas de trabajo, mientras se investiga el origen de la explosión y el tipo de sustancias involucradas.

Según los primeros reportes, hubo varios heridos con quemaduras e intoxicaciones por inhalación de humo, aunque no se registraron víctimas fatales. El estruendo se sintió en localidades cercanas como Canning, Tristán Suárez y Monte Grande, donde vecinos reportaron vibraciones y ventanas rotas.

La nube tóxica que alarma a Ezeiza y zonas vecinas

Tras la explosión, una densa nube gris comenzó a desplazarse sobre el parque industrial y los barrios circundantes. De acuerdo con los datos del Servicio Meteorológico Nacional, los vientos del sudoeste empujaron el humo hacia San Carlos, Villa Golf, El Trébol y La Unión, e incluso hacia sectores de Esteban Echeverría y Canning.

Este patrón motivó el desplazamiento del humo hacia zonas más densamente pobladas, sin embargo, hacia el amanecer con la rotación leve del viento al sur, la nube comenzó a fragmentarse y elevarse, reduciendo su densidad pero extendiendo su alcance a mayor altitud.

Las autoridades municipales advirtieron que la nube contiene partículas de combustión industrial, gases irritantes y restos de materiales plásticos. Por eso se pidió a la población mantener puertas y ventanas cerradas, evitar actividades al aire libre y no utilizar aparatos de ventilación que tomen aire del exterior.

Desde el Ministerio de Salud bonaerense advirtieron que “el humo tiene compuestos que pueden provocar irritación ocular, tos o malestar respiratorio" y recomendaron "no salir de los hogares hasta que los niveles se normalicen”. Por este motivo, los hospitales de la zona habilitaron guardias especiales para atender consultas por posibles intoxicaciones.

Durante la madrugada, los vecinos de la zona describieron un olor “ácido y penetrante” que persistía incluso a varios kilómetros del epicentro. Una residente de la zona contó a los medios locales que "parecía que llovía hollín" y explicó que tenía temor al respirar ese aire.

Monitoreo ambiental y primeras medidas oficiales

El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) desplegó unidades móviles para analizar la calidad del aire y determinar la composición de la nube. Las primeras mediciones registraron niveles elevados de monóxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles, aunque sin alcanzar valores críticos.

Los equipos de monitoreo también detectaron trazas de hidrocarburos y partículas de hollín sobre el suelo industrial y los cursos de agua cercanos. Por esa razón, se inició un operativo de limpieza en zanjas y desagües para evitar contaminación de las napas.

La fiscalía de Ezeiza abrió una causa por estrago culposo para investigar si existieron fallas en los protocolos de seguridad o almacenamiento de materiales inflamables. De confirmarse negligencia, las empresas podrían enfrentar sanciones económicas y penales.

Mientras tanto, el Ministerio de Ambiente nacional evalúa el impacto ecológico del siniestro. Técnicos especializados señalaron que el humo podría contener subproductos tóxicos si se quemaron plásticos clorados o solventes industriales, lo que exige un seguimiento sostenido de la calidad del aire durante varios días.

El día después del desastre

El panorama en Spegazzini es desolador: galpones destruidos, estructuras retorcidas y maquinarias calcinadas forman un paisaje gris y silencioso. El olor a plástico quemado permanece en el aire, y muchos vecinos continúan sin poder regresar a sus casas por precaución.

“Pasamos la noche en casa de familiares porque no sabíamos si era seguro quedarnos. Nadie imaginó que algo así podía pasar tan cerca”, relató una vecina del barrio San Carlos. Los equipos de bomberos permanecen en el lugar apagando focos residuales y enfriando zonas críticas.

La explosión volvió a poner sobre la mesa la falta de controles en algunos parques industriales del conurbano bonaerense. La cercanía de plantas químicas con barrios residenciales y la escasa supervisión de los protocolos ambientales exponen la vulnerabilidad de estos espacios frente a emergencias de gran escala.

Vigilancia ambiental

Los organismos gubernamentales continuarán midiendo la calidad del aire y del agua durante el fin de semana, mientras la fiscalía y los peritos judiciales avanzan en la identificación de las causas del siniestro. El informe preliminar del OPDS será determinante para definir eventuales sanciones y establecer el grado de contaminación.

Las autoridades confirmaron que el humo comenzó a disiparse, pero la vigilancia ambiental seguirá activa hasta garantizar que no haya riesgos para la población. La explosión no solo dejó daños materiales, sino también una huella de preocupación en una comunidad que ahora reclama respuestas y controles más estrictos.