Babcock Ranch: la ciudad de Florida que fue construida para resistir huracanes

¿Sabías que existe una ciudad a prueba de huracanes? Sobrevivió al huracán Ian y salió relativamente ilesa. ¡Conocemos Babcock Ranch!

Ciudad resistente a los huracanes
¿Podría ser ésta la ciudad ideal del futuro? Una ciudad capaz de salir indemne de un huracán, ¿cómo es posible?

El pasado 30 de agosto, el huracán Idalia tocó tierra en Florida, causando destrucción con inundaciones repentinas y vientos que alcanzaron los 200 km/h. Según estimaciones preliminares de la empresa de modelos financieros Moody's Analytics, el huracán Idalia causó entre 12.000 y 20.000 millones de dólares en daños y pérdidas de producción.

A medida que los huracanes se intensifican debido al cambio climático, se hace necesario construir barrios y viviendas más resistentes al clima, especialmente en el estado de Florida, que afronta una temporada de huracanes de seis meses.

Descubrimos Babcock Ranch, la ciudad resiliente al clima, que sobrevivió al huracán Ian el año pasado.

Salió ilesa del huracán Ian de categoría 4

El ciclón Ian, de categoría 4, que azotó Florida el 28 de septiembre de 2022, cortó el suministro eléctrico a más de cuatro millones de habitantes del estado y causó inundaciones catastróficas.

En medio de la calamidad, hubo una comunidad que capeó el temporal sorprendentemente bien: Babcock Ranch.

Se trata de una urbanización de 73 km² que estaba en el centro de la tormenta, en el suroeste del estado, al norte de Fort Myers, construida para resistir fuertes tormentas y que salió relativamente indemne.

Aunque no estaba en la línea directa del huracán Idalia cuando arrasó el sureste de EE.UU., la ciudad podría volver a demostrar su resistencia este año. Se espera que la temporada de huracanes de 2023 sea aún más grave que la de 2022.

Los expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) han pronosticado una temporada por encima de lo normal, con hasta cinco grandes huracanes, con vientos de 170 km/h.

¿Qué la hace resistente a los huracanes?

Syd Kitson, promotor de Babcock Ranch, construyó la urbanización por encima de los requisitos del código de edificación para asegurarse de que podría resistir una gran tormenta.

Gastamos mucho dinero extra para hacerla segura, para planificarla de forma diferente a otras comunidades, dijo Kitson. Todo el plan se basó en el medio ambiente y la resistencia. Todo lo que hicimos fue para abordar esas dos preocupaciones.

La urbanización, inaugurada en 2018, tiene unas cinco veces el tamaño de la isla de Manhattan. La ciudad parece una postal, con césped cuidado, campos e golf, senderos forestales y ciclovías. Sus habitantes se desplazan en carritos de golf que funcionan con energía solar, navegan en kayak por los lagos y se reúnen en piscinas comunitarias.

Lo que la hace resistente a las tormentas son los lagos, que actúan como estanques de retención para proteger las casas de las inundaciones. Además, las calles están diseñadas para absorber el exceso de lluvia y el salón comunitario está reforzado para ser utilizado como refugio contra tormentas.

¿Cómo funciona la ciudad ideal?

La construcción de Babcock Ranch llevó años de cuidadosa planificación y diseño. El equipo de Kitson consultó mapas de la década de 1940 para averiguar dónde estaban los caudales naturales de la tierra, por donde pasaría el agua durante los periodos de fuertes lluvias. Pero en la mayoría de las ciudades, los caudales se han alterado a lo largo del tiempo para dejar paso a la agricultura, la urbanización y otros fines creados por el hombre.

La solución era preservar los humedales de la región, que absorben y retienen el agua de lluvia.

Como resultado, en caso de lluvias extremas, cuando los humedales se sobrecargan de agua, los arroyos son capaces de transportar el agua hasta el río Caloosahatchee, ya que la zona no ha sido edificada y permanece virgen, evitando así las inundaciones.

Durante la construcción, los constructores también enterraron las líneas eléctricas, además de construir su propia planta de tratamiento de aguas, lo que significó que era la única ciudad de la región que no tenía ningún aviso de contaminación en el sistema de aguas.

Además, la ciudad se construyó a 9,1 metros sobre el nivel del mar, y los ingenieros se aseguraron de que hubiera mucho terreno natural a su alrededor, lo que podría ayudar a amortiguar las tormentas, especialmente el exceso de agua de lluvia.

Aunque los primeros residentes de la urbanización sólo se mudaron hace cinco años, el año pasado se convirtió en el quinto condominio planificado más vendido del país.

Destacamos