Francia prohíbe vuelos domésticos que puedan cubrirse con tren

Luego de un arduo debate y con cambios al proyecto original, Francia avanza en una ley que prohíbe vuelos internos en rutas que puedan cubrirse en tren en menos de dos horas y media.

Francia
Francia avanza en una legislación que restringe los vuelos domésticos en favor del tren.

El parlamento francés ha votado a favor de suspender los vuelos de aerolíneas domésticas en rutas que pueden completarse en tren directo en menos de dos horas y media, como parte de una serie de medidas climáticas y medioambientales. Este tipo de medidas está en línea con legislaciones que están aprobando parlamentos europeos en favor de un mayor cuidado del medio ambiente. Hace algunos días España, luego de un largo debate, votó una ley específica sobre cambio climático.

De acuerdo a lo reportado por The Guardian, tras un acalorado debate en la Asamblea Nacional el pasado fin de semana, se aprobó la prohibición, una versión suavizada de una recomendación clave de la convención ciudadana sobre el clima del presidente Emmanuel Macron. Esta le supondrá en la práctica el fin de los vuelos cortos internos desde el aeropuerto de Orly, al sur de París, a Nantes y Burdeos, entre otros, aunque continuarán los vuelos de conexión a través del aeropuerto Charles de Gaulle/Roissy, al norte de la capital francesa.

Macron creó una comisión sobre temas ambientales, y recomendó inicialmente la supresión de todos los vuelos entre destinos franceses cuando existiera una alternativa de viaje directo en tren de menos de cuatro horas. Esta recomendación se redujo a dos horas y media tras las fuertes objeciones de algunas regiones y de Air France-KLM, que, al igual que otras compañías aéreas, se ha visto muy afectada por las restricciones locales e internacionales de Covid-19 para viajar. Una mayo restricción sería un problema adicional al generado por la pandemia.


Profundo debate

Francia, con unos 643.801 kilómetros cuadrados, tiene una superficie algo más del doble de la provincia de Buenos Aires, cuenta con una densa red ferroviaria de media y alta velocidad. En algunos casos para hacer vuelos domésticos, es mucho mayor el tiempo de ida al aeropuerto y trámites previos, que el de tomar un tren al destino. Esta normativa es uno de los puntos de inicio que la Unión Europea quiere encarar para lograr un marco legal sustentable.

El gobierno francés había acordado un préstamo de 7.000 millones de euros para Air France-KLM con la condición de que se suprimieran ciertos vuelos internos, pero la nueva normativa también impedirá que las aerolíneas de bajo coste operen las rutas nacionales prohibidas. Por su parte, el director general de Air France-KLM, Benjamin Smith, ha declarado a The Guardian que la compañía se ha comprometido a reducir el número de sus rutas nacionales francesas en un 40% para finales de este año.

Al mismo tiempo, el ministro de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari, dijo a los diputados durante el tratamiento de esta ley: "Hemos elegido dos horas y media porque con cuatro horas se corre el riesgo de aislar territorios sin salida al mar, incluido el Gran Macizo Central". La medida encontró resistencia en la mayoría de los partidos. El diputado socialista Joël Aviragnet dijo que la medida tendría un "coste humano desproporcionado" y advirtió de la pérdida de empleos en el sector aéreo. Otros diputados, en sentido opuesto, como los del partido de los Verdes, se quejaron de que se han diluido las recomendaciones previas porque no se logrará el fin último propuesto.

Otros países con propuestas similares

Desde los sectores más extremos de la izquierda se señaló que la medida se vació con los cambios sobre la marcha, y que mantener el umbral de cuatro horas habría permitido detener las rutas que "emiten más gases de efecto invernadero". Por su parte, la asociación francesa de consumidores UFC-Que Choisir había pedido a los diputados que mantuvieran la recomendación de las cuatro horas También se pidió que se establezcan mecanismos de garantía de que SNCF, la compañía ferroviaria francesa, no aprovechará la situación para inflar artificialmente sus precios o degradar la calidad del servicio ferroviario.

Congreso francés
El tratamiento de la normativo no fue apoyada por todos los partidos porque entendieron que los cambios licuaron parte de sus efectos.

El análisis inicial indicaba que prohibir los vuelos nacionales si existe una alternativa directa en tren de menos de cuatro horas tendría un "impacto real" en la reducción de las emisiones de CO2 y no afectaría negativamente a los tiempos de viaje ni a los precios. Concretamente, el avión emite 77 veces más CO2 por pasajero que el tren en estas rutas, aunque el tren sea más barato y la pérdida de tiempo se limite a 40 minutos en algunos casos. En otros hasta se termina ganando tiempo.

Quedan por definir los vuelos que serán prohibidos, algo que se conocerá cuando se publique el decreto oficial. Por caso, los vuelos de París a Niza, que tardan unas seis horas en tren, y Toulouse, a cuatro horas en tren, continuarán. Otros países ya avanzan con legislaciones similares. El gobierno de coalición conservador-verde de Austria estableció en junio un impuesto de 30 euros sobre los billetes de avión para los vuelos de menos de 217 millas y una prohibición de los vuelos nacionales que puedan realizarse en menos de tres horas en tren. Por su parte, en los Países Bajos se intenta desde 2013 prohibir los vuelos nacionales cortos. En 2019, los diputados votaron a favor de prohibir los vuelos entre el aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam y el de Zaventem en Bruselas, pero se consideró que la prohibición infringía la normativa de libre circulación de la Comisión Europea y no se aplicó finalmente.

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