La degradación del plástico libera gases de efecto invernadero
Una reciente investigación logró demostrar que el proceso de descomposición del plástico libera metano y etileno que contribuyen a calentar la atmósfera. Esto podría alterar cómo calculamos el proceso de calentamiento que está viendo la atmósfera.
El resultado de un estudio publicado por la revista científica Plos One concluye que la degradación de los desechos plásticos generan emisiones de gases de efecto invernadero. Es la primera vez que se puede medir este fenómeno, más allá de conocer otros efectos asociados a la descomposición de este material.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Hawaii centró su estudio en la descomposición de los diferentes tipo de plástico. Una de las conclusiones más importantes demuestra que en ese proceso se liberan metano y etileno, dos poderosos gases de efecto invernadero.
Ya desde hace décadas sabemos que los desechos plásticos liberan tóxicos al ambiente, y que al desintegrarse en microplásticos contaminan el agua, matan a la vida marina y ponen en riesgo suministros de alimentos. Este proceso demandá decena de milenios y convivirá con la humanidad por mucho tiempo.
El metano en los modelos de pronóstico climático
Un punto esencial del resultado del estudio indica que la liberación de gases de efecto invernadero en el proceso de degradación de plásticos ha sido subestimado por los modelos de pronóstico de cambio climático. Si se piensa que la producción de plásticos sigue aumentando, y obviamente sus desperdicios también, es posible que los resultados fueran muy diferentes a los actuales.
Si bien la escala de emisión es muy diferente a la de la combustión de los automóviles, el uso masivo del plástico hace que su efecto al liberar gases mientras se descompone en contacto con el Sol sea muy relevante. Este escenario hace pensar que se puedan estar subestimando los niveles de calentamiento pensados para el próximo siglo.
El polietileno es el tipo de plástico que más metano emite al degradarse. Ese dato no es menor, porque se trata de un elemento presente en las bolsas de un solo uso. De ahí la importancia de minimizar su uso a nivel global, como todo plástico que solo utiliza una vez y demorará miles de siglos de degradarse completamente.
El efímero poder del metano
Según un artículo publicado por la revista especializada Scientific American , “mientras el dióxido de carbono (CO2) persiste en la atmósfera por siglos, incluso milenios, el metano calienta al planeta rápidamente durante una o décadas antes de decaer”.
En ese corto tiempo el metano calienta 86 veces más que el CO2, de acuerdo a lo indicado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Pero a la hora de delinear políticas, el metano es ignorado en gran medida.
De acuerdo al mismo artículo de Scientific American se calcula el efecto del metano a 100 años, lo que suaviza su poder, cuando en realidad su capacidad de calentamiento mayor se concentra en una o dos décadas.