Lluvias inesperadas reactivan el trigo y la cebada en la campaña 2025/26 mientras avanza la cosecha final de maíz
La campaña agrícola avanza con siembras de trigo y cebada impulsadas por lluvias inusuales en la región núcleo, mientras la cosecha de maíz 2024/25 ingresa en su fase final.

La campaña agrícola en Argentina toma forma con señales positivas que reavivan las expectativas de una producción estable después de dos ciclos marcados por la sequía. La combinación de lluvias inusuales, temperaturas moderadas y un avance firme de las labores de siembra marca un punto de inflexión en la planificación agronómica.
Mientras tanto, la cosecha de maíz correspondiente al ciclo 2024/25 continúa avanzando con rendimientos heterogéneos según la región. Aunque su volumen se mantiene relevante, el interés del sector se concentra en el potencial que puede ofrecer la nueva campaña invernal.
Lluvias decisivas impulsan la implantación del trigo
La siembra del cereal cubrió el 91 % de las 6,7 millones de hectáreas proyectadas, superando en 2,5 puntos el promedio histórico de los últimos cinco ciclos. El avance intersemanal permitió recuperar retrasos provocados por los anegamientos ocurridos en junio.
En la región núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario relevó lluvias que duplicaron los registros históricos de julio. Entre el 9 y el 11 del mes, se acumularon entre 10 y 30 milímetros en apenas dos días.
Localidades como Hernando recibieron 30 mm y General Villegas sumó 28 mm, consolidando la humedad superficial. El consultor Cristian Russo explicó que estas precipitaciones reafirman los nacimientos y sostienen la expectativa de una campaña con rindes altos.
Trigo 2025/2026
— Martin Guerrero Rivas (@MartinGRAgro) July 11, 2025
Fechas de siembra: 20-25 de Mayo.
Norte de La Pampa.
Algunas variedades presentan daño por helada leve. En general muy buena implantación!!! pic.twitter.com/3NGx94xqJp
Antes de las lluvias, la falta de piso y el estrés hídrico preocupaban a técnicos y productores. La llegada oportuna de este frente húmedo cambió el panorama en zonas críticas como Idiazábal y Guatimozín.
En tanto, el consultor Leonardo Elorriaga señaló que la circulación persistente del noreste mantiene el ingreso de aire húmedo. Este patrón climático aumenta la probabilidad de nuevas lluvias moderadas en la segunda quincena de julio.
Cebada 2025/26: avances heterogéneos y mejor pronóstico
La siembra de cebada cubre el 80 % de las 1,3 millones de hectáreas previstas, aunque mantiene una demora interanual de 13 puntos porcentuales. La lentitud afecta principalmente al norte de La Pampa y al oeste bonaerense, donde la falta de piso complicó el ingreso de las sembradoras.
En el sudeste bonaerense las bajas temperaturas frenaron parcialmente el ritmo de siembra, sin embargo la emergencia cubre cerca del 58 % de la superficie y proyecta una recuperación rápida. Los técnicos coinciden en que el aporte hídrico de las últimas semanas será decisivo para sostener el desarrollo vegetativo y advierten que "la ventana climática que se abre en julio ofrece mejores perspectivas que las de la campaña anterior".
Muchos productores aprovechan este escenario para ajustar planes de fertilización y manejo sanitario ya que la expectativa de lluvias moderadas permite planificar estrategias con mayor confianza. En este contexto la recuperación de la cebada cobra relevancia por su potencial de rentabilidad frente a costos que continúan en niveles elevados.
El maíz cierra la cosecha de un ciclo irregular
Mientras avanza la campaña 2025/26, la cosecha de maíz del ciclo 2024/25 ingresa en su etapa final. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que ya se recolectó el 70,4 % del área nacional.
En el oeste bonaerense se avanzó con más fluidez y se logró cosechar el 77,1 % de los lotes pero el centro provincial mantiene demoras con apenas el 61,5 % de la superficie recolectada. En el NEA, Santiago del Estero mostró resultados alentadores gracias a lluvias oportunas pero Chaco reflejó pérdidas importantes por sequía prolongada.

La proyección nacional de producción se mantiene en 49 millones de toneladas, volumen que implica una baja interanual de 2,6 millones. Este cierre confirma la disparidad climática que marcó al ciclo 2024/25.
Aunque el maíz sigue siendo relevante en términos de volumen y divisas, la atención del sector está puesta en la evolución de la campaña invernal. La dinámica climática de julio podría definir buena parte del potencial productivo en trigo y cebada.
Perspectivas de la campaña agrícola 2025/26
Todo parece indicar que la evolución de la humedad en el suelo y la gestión agronómica definirán el potencial final de los cereales de invierno. El sector espera que estas señales positivas consoliden la recuperación económica tras dos ciclos complicados.
Muchos productores miran con cautela el comportamiento climático de agosto y septiembre, aunque saben perfectamente que la persistencia de lluvias y la ausencia de heladas tardías serán clave para mantener las proyecciones de rindes altos. La combinación de un maíz que cierra con resultados aceptables y un trigo que muestra signos de recuperación renueva el ánimo y proyecta un horizonte de oportunidades.