Ola de calor de 2025: París, Roma, Atenas... ¿cuál es el verdadero coste humano?

El verano de 2025 abrasó Europa: más de 24.000 muertos, 16.500 de ellos relacionados con el calentamiento global, según el Grantham Research Institute. ¿Cómo pudo producirse esta catástrofe? Este artículo analiza las cifras, las causas y las soluciones.

El verano de 2025 conmocionó a Europa: más de 24.000 muertes relacionadas con el calor.
El verano de 2025 conmocionó a Europa: más de 24.000 muertes relacionadas con el calor.

Europa nunca ha vivido un verano como este. 46 °C bajo un sol abrasador, incendios gigantescos y, sobre todo, una masacre silenciosa: 24.400 muertes adicionales relacionadas con el calor. Según un estudio del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente, 16.500 de estas vidas podrían haberse salvado si el calentamiento global provocado por el hombre no hubiera intensificado las olas de calor.

En otras palabras, casi 7 de cada 10 víctimas no habrían muerto si nuestras emisiones de GEI no hubieran transformado las olas de calor en trampas mortales.

Un drama continental

Italia encabeza la lista de países con más muertes, con 4.597 muertes atribuidas al cambio climático, seguida de España (2.841), Alemania (1.477), Francia (1.444) y el Reino Unido (1.147). Ni siquiera los Balcanes ni Europa del Este se han librado: 1.064 muertes en Rumanía, 808 en Grecia, 552 en Bulgaria y 268 en Croacia.

España fue uno de los países más afectados: una ola de calor de 16 días en agosto causó 1.100 muertes, según el Instituto de Salud Carlos III. Los incendios, por su parte, arrasaron 380.000 hectáreas, más de cinco veces el tamaño de Singapur en España, y 280.000 hectáreas en Portugal, más grandes que Luxemburgo.

Francia, también duramente golpeada

En Francia, el coste humano ha sido grave: se atribuyen 1.444 muertes adicionales al calentamiento global, incluidas 409 solo en París. La capital francesa se sitúa, por tanto, por detrás de Roma (835 muertes) y Atenas (630), pero por delante de Madrid (387), Bucarest (360), Londres (315) y Berlín (140).

En Francia, como en otros lugares, fueron los mayores de 65 años quienes pagaron el precio más alto: más del 85 % de las víctimas. Las enfermedades crónicas, las viviendas mal aisladas y la contaminación atmosférica agravaron los efectos del calor, convirtiendo las ciudades en trampas mortales para una población envejecida.

En proporción a su población, las capitales mediterráneas de Roma, Atenas y Bucarest siguen siendo las más vulnerables. El hormigón, el asfalto y las infraestructuras aumentan las temperaturas allí, un fenómeno conocido como isla de calor urbana.

¿Podemos realmente afirmar que 16.500 muertes están “relacionadas con el clima”?

SÍ, y se basa en un método científico riguroso, llamado “atribución climática” .

El primer paso es medir el exceso de mortalidad. Los investigadores compararon el número de muertes observadas durante el verano de 2025 con lo que se habría esperado en condiciones normales. Así, identificaron 24.400 muertes adicionales en las 854 ciudades estudiadas.

A continuación viene la comparación entre dos mundos paralelos: la Europa tal como existe hoy, calentada +1,2 °C desde la era preindustrial, y una Europa hipotética donde este calentamiento causado por el hombre no habría tenido lugar.

Es esta confrontación la que nos permite aislar el componente humano. Los modelos muestran que el 68 % del exceso de muertes está directamente relacionado con el clima modificado por el hombre. En otras palabras, 16.500 personas no habrían perdido la vida sin el calentamiento causado por nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.

Por lo tanto, no se trata de un cálculo aproximado, sino de una estimación sólida, resultante del cruce de datos médicos, estadísticas de mortalidad y simulaciones climáticas. Este enfoque evita exageraciones: no todas las muertes se deben al clima, pero la mayoría sí.

Pasar de las alertas a la acción

Los investigadores señalan que el calor extremo es actualmente el principal riesgo climático en Europa. A diferencia de las tormentas o las inundaciones, sus estragos son menos espectaculares y a menudo invisibles en las estadísticas oficiales. Sin embargo, su número de víctimas es mucho mayor.

Es urgente integrar la salud y el clima en el corazón de las políticas públicas, insisten los expertos.

Existen soluciones, pero aún les cuesta adoptarlas ampliamente. Implementar un sistema eficaz de alerta temprana para avisar a tiempo a residentes y hospitales, replantear los horarios laborales y la vida urbana durante las olas de calor, o desarrollar espacios verdes y azules capaces de refrigerar las ciudades: todas estas son medidas vitales, ya conocidas, pero aún demasiado tímidas.

Referencias de la noticia

Regencia, T. (2025, 17 septembre). Did climate change cause 16,500 extra deaths in Europe this summer? Al Jazeera.

Niranjan, A. (2025, 17 septembre). Human-made global warming ‘caused two in three heat deaths in Europe this summer’. The Guardian.