El temporal que azotó Corrientes tendrá un impacto negativo en la producción agrícola y ganadera

La Argentina atravesó en los últimos tiempos una feroz sequía que afectó cada rincón productivo del país y la provincia de Corrientes no sólo no fue la excepción sino que además fue una de las zonas más castigadas por las inclemencias climáticas. Primero sufrió la falta de lluvias, luego la sequía causó incendios que destruyeron un 11 % del territorio y arrasaron con más de 934 mil hectáreas y por último las recientes inundaciones, que le dieron un nuevo revés al sector agropecuario.

Las zonas más afectadas son la región sur y centro de la provincia, con precipitaciones acumuladas de unos 550 milímetros que provocaron el desborde de los ríos Santa Lucía y Corrientes. Esta situación desencadenó inundaciones en las localidades de Mercedes, Perugorría, Goya, Bella Vista y San Roque.

Claudio Anselmo, ministro de la producción de Corrientes, advirtió que se inundaron unas 30 mil hectáreas que en la región se destinan al cultivo del arroz, tabaco y algodón pero las lluvias también provocaron complicaciones el sector pecuario, ya que los terneros que nacieron murieron ahogados al pie de sus madres. La afectación en el sector ganadero es realmente grave y esto podría tener un impacto a mediano plazo, ya que Corrientes es un actor importante en la provisión de terneros al ecosistema cárnico.

Cuando empezaron las primeras lluvias, a las dos o tres semanas, el río Paraná creció y los productores comenzaron a retirar la hacienda de las zonas de islas o cercanas a la orilla, sin embargo los campos de altura todavía no estaban adecuadamente preparados con una oferta forrajera como para volver a albergar los rodeos que estaban en la isla. Como si fuera poco, a la falta de pasto se le sumaron los costos del movimiento de hacienda que se incrementaron fuertemente por el valor de los combustibles.

Por otra parte, en esta época las vacas reciben servicio de los toros y aún tienen a su cría al pie pero el exceso de agua conlleva a que la vaca esté estresada porque no tiene lugar donde echarse, entonces no come, produce menos leche y eso repercute en la crianza del ternero y dificulta el ingreso al período de celo. Sin preñez, el futuro será sumamente desalentador para el negocio ganadero.

En cuanto a la agricultura, las pérdidas están ligadas a la producción de soja, algodón, arroz y tabaco. En el caso de la oleaginosa como había agua en suelo muchos productores se lanzaron a la aventura de sembrar, sin embargo la lluvia excesiva afectó esa superficie implantada, con la consecuente pérdida de semillas e insumos.

Declaración de emergencia agropecuaria

El ruralismo solicitó la urgente declaración de emergencia y/o desastre agropecuario, sin embargo desde el Gobierno provincial recordaron que para avanzar en ese sentido se deben cumplir algunas etapas legales.

La primera -ya iniciada- consiste en cuantificar los perjuicios provocados por los fenómenos climáticos que se dieron desde los últimos días del año pasado y los primeros de 2024.

Evacuados no pueden volver a sus hogares

Eulogio Márquez, director de Defensa Civil de la provincia, advirtió que las zonas más complicadas son las localidades de Perugorría, Paso Tala, Palmitas, Santa Lucía y Mercedes, donde si bien la cantidad de evacuados disminuyó, aún hay más de 200 personas alojadas en distintos centros de recepción.

En esos poblados hubo crecidas que superaron los 2 metros en lo hogares y si bien el agua comenzó a drenar y bajó el nivel, nadie puede regresar hasta tanto se realicen las tareas de fumigación ya que la provincia registra una importante cantidad de casos de dengue confirmados.