Impresionante tormenta de arena en Brasil 'devora' edificios en la capital de Amazonas ¡Mira las imágenes y videos!

El pasado domingo 5, la capital de estado brasileño del Amazonas quedó cubierta por una tormenta de arena y dejó a sus habitantes asustados. Los edificios de la ciudad quedaron ocultos detrás de la "cortina" de polvo. ¡Mira las imágenes!

Tormenta de arena cubriendo grandes edificios
La capital del estado de Amazonas fue tragada por una tormenta de arena, que cubrió los edificios y asustó a los habitantes. Foto: Divulgación.

La Región Norte de Brasil enfrenta una sequía histórica, especialmente el estado de Amazonas, donde el Río Negro alcanzó su nivel más bajo en 121 años, con 13,5 metros.

Esta ya se considera la peor sequía que jamás haya enfrentado la capital, Manaos. Y por si fuera poco, el pasado domingo 5 de noviembre la capital de Amazonas fue cubierta por una tormenta de arena que asustó a los habitantes.

Manaos fue tragada por una tormenta de polvo

El fenómeno fue registrado por vecinos de los barrios de la zona oeste y sur de Manaos. En las imágenes se puede ver una “cortina” de polvo. La densidad de la polvareda era tan grande que los edificios quedaron cubiertos de arena.

El temporal, que llegó con vientos de 70,4 km/h según el Centro Operativo y de Gestión del Sistema de Protección Amazónico (Censipam), provocó que la ciudad de Manaos accionara a los equipos de la Defensa Civil y Bomberos para responder a los incidentes de voladuras de techos de las viviendas, provocados por vientos fuertes.

Además de la sequía histórica, la ciudad de Manaos ha sido alcanzada por el humo proveniente de los incendios sucedidos en varias partes de la Región Norte de Brasil.

Según el Censipam, las tormentas ocurridas el domingo son comunes en esta época del año. Actualmente, el estado del Amazonas se encuentra en el llamado período de transición entre la temporada menos lluviosa, conocida como “verano amazónico”, y la temporada más lluviosa, denominada “invierno amazónico”.

Esta vez, la tormenta creó una verdadera “tormenta de polvo”, que suele ser provocada por una combinación de fuertes vientos, arena, deforestación o climas áridos. En esta ocasión, junto al humo de los incendios, que se cierne sobre la capital amazónica desde hace más de una semana, la arena cubrió los edificios y limitó la visibilidad.

La combinación de varios aspectos fue lo que generó esta crisis provocada por los incendios, cuya temporada comienza en agosto, y ha sido agravada por la sequía histórica que azota al Río Negro en los últimos meses, además del intenso calor provocado por El Niño. El escenario no es peor porque los niveles de deforestación estén cayendo.

¿Quién es el villano de la historia?

¿Pero hay previsión de lluvias para aliviar este humo que se cierne sobre Manaos? Climatológicamente el mes de diciembre es considerado el primer mes de la temporada de lluvias en la región amazónica, sin embargo este año estamos bajo el efecto de El Niño, lo que influye directamente en la sequía de la región.

El Niño provoca una disminución de la humedad y falta de lluvias, dañando la vegetación, la fauna y las comunidades locales que dependen de los recursos naturales.

Los modelos climáticos indican que el actual evento de El Niño continuará intensificándose, alcanzando la categoría de El Niño fuerte en su máxima intensidad en el primer trimestre del verano en el hemisferio sur, y podría clasificarse como un Súper El Niño.

Además de El Niño, las aguas del Océano Atlántico en la porción norte son más cálidas que el promedio climatológico, es decir, la combinación de condiciones registradas en los océanos afecta la circulación de los vientos en la atmósfera, resultando en una disminución y retraso en el inicio de lluvias en gran parte de la región norte del país.

Se espera que en el período comprendido entre noviembre de 2023 y enero de 2024 se registren precipitaciones inferiores a la media en casi toda la región Norte de Brasil.

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