Hubble detecta el mayor “nido de planetas” jamás visto: conoce el caótico Dracula’s Chivito

El telescopio espacial captó en luz visible el disco protoplanetario más grande conocido. Turbulento, asimétrico y con filamentos extremos, el sistema desafía las teorías sobre cómo se forman los planetas en ambientes extremos.

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Esta imagen del telescopio espacial Hubble muestra el disco de formación planetaria más grande jamás observado alrededor de una estrella joven. Crédito: NASA, ESA, STScI, Kristina Monsch (CfA); procesamiento: STScI/ Joseph DePasquale

Astrónomos que utilizan el Telescopio Espacial Hubble de la NASA lograron una imagen histórica: el disco protoplanetario más grande jamás observado alrededor de una estrella joven. Por primera vez en luz visible, el Hubble reveló que esta gigantesca estructura no es ordenada ni simétrica, sino sorprendentemente caótica, con turbulencias y filamentos de polvo y gas que se extienden mucho más allá de lo visto en sistemas similares.

El descubrimiento, publicado en The Astrophysical Journal, marca un nuevo hito para el observatorio espacial y aporta pistas clave sobre cómo podrían formarse los planetas en entornos extremos. En el marco de las misiones de la NASA, el hallazgo amplía la comprensión sobre el origen de los sistemas planetarios y el lugar de la humanidad en el universo.

“Dracula’s Chivito”, un gigante a mil años luz

El objeto de estudio se encuentra a unos 1.000 años luz de la Tierra y lleva el nombre técnico IRAS 23077+6707, aunque los científicos lo apodaron de manera informal “Dracula’s Chivito”.

El disco se extiende casi 400.000 millones de millas, lo que equivale a unas 40 veces el diámetro de nuestro sistema solar hasta el borde del Cinturón de Kuiper, la región donde orbitan cometas y cuerpos helados.

El disco es tan grande y denso que oculta por completo a la estrella joven que lo alimenta, la cual podría ser una estrella masiva y caliente o incluso un sistema binario. Esta característica, sumada a su tamaño descomunal, convierte a IRAS 23077+6707 no solo en el mayor disco formador de planetas conocido, sino también en uno de los más extraños jamás estudiados.

Un laboratorio caótico para estudiar el nacimiento de planetas

“El nivel de detalle que estamos viendo es poco común en imágenes de discos protoplanetarios”, explicó Kristina Monsch, autora principal del estudio e investigadora del Center for Astrophysics | Harvard & Smithsonian. Según la científica, las nuevas imágenes del Hubble demuestran que las “guarderías” de planetas pueden ser mucho más activas y desordenadas de lo que se pensaba.

El disco se observa casi de perfil, lo que permite distinguir con claridad sus capas superiores, formadas por gas y polvo, y una franja central oscura. Tanto el Hubble como el Telescopio Espacial James Webb ya habían detectado estructuras similares en otros discos, pero este sistema ofrece una perspectiva excepcional. La observación en luz visible permite rastrear subestructuras con un nivel de detalle sin precedentes, transformando a “Dracula’s Chivito” en un laboratorio natural único para estudiar la formación planetaria.

Una asimetría que desconcierta a los científicos

Uno de los aspectos más intrigantes del hallazgo es su marcada asimetría. Las imágenes revelan enormes filamentos verticales que emergen solo de un lado del disco, mientras que el lado opuesto presenta un borde definido y carece de estas estructuras extendidas.

“Nos dejó atónitos ver lo asimétrico que es este disco”, señaló Joshua Bennett Lovell, coautor del estudio. Esta configuración desigual sugiere que procesos dinámicos intensos, como la reciente caída de grandes cantidades de gas y polvo o interacciones con el entorno cercano, estarían moldeando su forma.

Un posible espejo del pasado del sistema solar

Todos los sistemas planetarios se forman a partir de discos de gas y polvo que rodean a estrellas jóvenes. Con el tiempo, el gas cae sobre la estrella y los planetas surgen del material restante. En este caso, se estima que el disco tiene una masa entre 10 y 30 veces la de Júpiter, suficiente para dar origen a múltiples gigantes gaseosos.

Por su escala y complejidad, IRAS 23077+6707 podría representar una versión amplificada de nuestro propio sistema solar primitivo. “En teoría, este sistema podría albergar un vasto conjunto de planetas”, afirmó Monsch. Aunque la formación planetaria en un entorno tan masivo puede diferir en detalles, los procesos fundamentales probablemente sean similares.

Por ahora, el descubrimiento plantea más preguntas que respuestas. Sin embargo, las nuevas imágenes del Hubble ofrecen un punto de partida invaluable para comprender cómo nacen los planetas a lo largo del tiempo y en condiciones muy distintas a las que conocemos.

Referencia de la noticia

Monsch et al, Hubble Reveals Complex Multi-scale Structure in the Edge-on Protoplanetary Disk IRAS 23077+6707, The Astrophysical Journal, DOI: 10.3847/1538-4357/ae247f