El último seísmo de gran intensidad se produjo entre el 5 y el 6 de febrero de 2023. Un fuerte temblor de 7,8 devastó el sureste de Turquía y el norte de Siria, provocando una auténtica catástrofe: unos 60.000 muertos, más de 121.000 heridos y más de 5 millones de desplazados.