En una recopilación de artículos publicada recientemente en la revista Nature Portfolio, los científicos describen los distintos efectos del espacio en la salud de los tripulantes.
En una recopilación de artículos publicada recientemente en la revista Nature Portfolio, los científicos describen los distintos efectos del espacio en la salud de los tripulantes.
El trabajo es el primero en investigar el impacto combinado de la hipoxia hipobárica y el alcohol durante el sueño. Los investigadores instan a los viajeros a ser más cautelosos.
El 15 de junio es el "Día Mundial del Viento". Repasamos ventajas y beneficios que esta corriente de aire natural nos brinda al utilizarla como generador de energía, y también debatimos sobre algunas desventajas de la energía eólica.
Un proyecto de investigación de vanguardia tomará muestras de ADN ambiental en el aire para ayudar a los investigadores a conocer mejor la biodiversidad oculta que nos rodea.
Aunque hagas todo lo posible por limitar tu huella de carbono, debes saber que tu muerte genera el equivalente a un viaje en automóvil de 4.000 km.
La biomímesis, o el arte de aplicar principios de la naturaleza a los desafíos humanos, abre un nuevo capítulo para la generación de energía eólica.
Un nuevo estudio de la University of Southern California proporciona pruebas inequívocas de que el núcleo interno comenzó a disminuir su velocidad hace pocos años atrás. ¿Qué consecuencias desencadenaría?
A pesar del aumento de la aridez en el mundo, menos del 4 % de las zonas más áridas del planeta sufrirán desertificación de aquí a 2050, según un nuevo estudio. El "efecto fertilizante" del CO2 debería estimular el crecimiento de la vegetación en la mayoría de las zonas áridas.
Como un signo de los tiempos y a un inquietante ritmo de un millón de metros cúbicos por año, crece esta depresión en el permafrost del noroeste ruso.
La extinción de esta singular especie sólo podrá evitarse si los científicos logran encontrar una hembra ¿Lo lograrán?
La startup suiza FinalSpark utiliza un enfoque conocido como wetware computing, recurriendo a células cerebrales humanas cultivadas en laboratorio. Este tipo de bioprocesadores consume un millón de veces menos energía que los procesadores digitales tradicionales.
Un trío de estrellas de una de las generaciones más antiguas ha sido engullido por la Vía Láctea