El camino hacia una economía circular en órbita espacial
Economía espacial circular y estrategias de reducción, reutilización y reciclaje para combatir los desechos y garantizar un futuro sostenible.

La fascinación de la humanidad por el espacio crece a un ritmo sin precedentes. Con miles de satélites ya en órbita y planes para lanzar muchos más, estamos presenciando el nacimiento de una verdadera economía espacial.
Operamos con una lógica lineal de "extraer, fabricar, lanzar y desechar". Los cohetes de alta tecnología se queman en la atmósfera tras un solo uso, y los satélites multimillonarios se convierten en desechos espaciales al finalizar su misión.
Reciclaje de desechos espaciales
Este artículo propone un cambio de paradigma fundamental: la transición hacia una Economía Espacial Circular. La idea central es aplicar los principios que ya conocemos en la Tierra (Reducir, Reutilizar y Reciclar) al entorno hostil y desafiante del espacio.
El primer pilar fundamental es la Reducción. En la industria espacial, esto significa hacer más con menos. Implica el uso de materiales avanzados y ligeros como la fibra de carbono y la aplicación de Inteligencia Artificial para diseñar trayectorias que eviten colisiones, ahorren combustible y eviten la generación de más residuos. Minimizar los residuos comienza desde el diseño: crear satélites que duren más o que puedan repararse, en lugar de reemplazarse.

El segundo pilar, la reutilización, es donde hemos visto el progreso más publicitado. Empresas como SpaceX han demostrado que recuperar y reutilizar los propulsores de cohetes es viable y económicamente ventajoso.
El tercer pilar, y el más desafiante, es el reciclaje. Curiosamente, mientras que en la Tierra el reciclaje suele considerarse el último recurso (después de la reducción y la reutilización), en el espacio debe convertirse en una prioridad absoluta. Transportar materiales fuera de la gravedad terrestre es astronómicamente costoso.
Por lo tanto, la capacidad de recuperar materiales de los “desechos” en órbita (metales, productos electrónicos o combustible residual) y transformarlos en nuevos recursos es el “santo grial” de la sostenibilidad espacial.

Ya lo hacemos en la Estación Espacial Internacional con agua y aire, pero el desafío ahora es reciclar el hardware.
Los problemas y la atención futura que debe prestarse
Más allá de la tecnología, el documento subraya la urgencia de gestionar materiales críticos. La construcción de naves espaciales depende de elementos raros y difíciles de extraer, como el tungsteno, el titanio y las tierras raras. El desperdicio de estos recursos en misiones de un solo uso no es solo un problema espacial, sino un problema de agotamiento de los recursos terrestres.
En resumen, el mensaje es claro: el espacio no tiene una capacidad infinita para absorber nuestros desechos. Para seguir explorando las estrellas y beneficiarnos de las tecnologías satelitales (como el GPS y el monitoreo climático), debemos abandonar la mentalidad de "usar y tirar". La solución reside en invertir en tecnologías de reparación en órbita, nuevos materiales reciclables y, sobre todo, en regulaciones globales que fomenten la sostenibilidad. Solo cerrando el ciclo de los materiales podremos garantizar un futuro próspero y seguro, tanto en la Tierra como en el espacio.
Referencia de la noticia
Yang, Z., Liu, L., Xing, L., Amara, A., & Xuan, J. (2025). Resource and material efficiency in the circular space economy. Chem Circularity. https://doi.org/10.1016/j.checir.2025.100001