Para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, adopte estos 4 hábitos saludables, dice un estudio
El control de la presión arterial, el colesterol, el peso y los niveles de azúcar siempre ha sido prioritario en lo que respecta a la salud cardiovascular. Sin embargo, según un nuevo estudio, mantener una serie de hábitos sencillos desde una edad temprana ofrece mejores resultados que controlar estos parámetros.

Un estudio publicado en la revista de la American Medical Association recomienda que los adultos adopten cuatro hábitos saludables desde una edad temprana para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Evitar estos hábitos puede aumentar el riesgo de sufrir un derrame cerebral o una enfermedad cardíaca en la edad adulta hasta diez veces mayor.
Según la American Heart Association (AMA), las enfermedades cardiovasculares se cobran 500 vidas cada día solo en el Reino Unido. Sin embargo, un estudio publicado recientemente demuestra que adoptar algunos hábitos saludables desde una edad temprana puede reducir drásticamente el riesgo de sufrir estos eventos.
¿Qué hábitos saludables adoptar?
Los investigadores comenzaron con los ocho hábitos esenciales que la AMA recomienda para una salud cardiovascular óptima. Estos incluyen mantener un peso saludable, controlar el colesterol, controlar la presión arterial y el azúcar, dormir bien, hacer actividad física regularmente, comer sano y evitar la nicotina.
Aunque gran parte de la atención se ha centrado en el colesterol y en mantener la presión arterial y los niveles de azúcar, los investigadores descubrieron que la alimentación saludable, el sueño, la actividad física y evitar la nicotina eran más importantes que el resto.
Evitarlos pone a las personas en un riesgo 10 veces mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo descubrieron esto?
El equipo recopiló datos sobre la salud cardíaca de 4000 adultos de entre 18 y 30 años. Basándose en los ocho factores de riesgo esenciales de la AMA, asignaron a cada individuo una puntuación del 1 al 100 y analizaron estas puntuaciones durante un período de 20 años, estudiando también su impacto en desenlaces como un ictus o un infarto en los 20 años posteriores al análisis inicial.
Los investigadores descubrieron que las personas con puntuaciones más altas durante el período de análisis de 20 años tenían un menor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, mientras que aquellas con una puntuación moderada tenían el doble de riesgo.
Curiosamente, el riesgo para las personas con puntuaciones moderadas a bajas fue diez veces mayor. Por cada disminución de diez puntos en la puntuación de salud cardiovascular, el riesgo aumentó un 53 %.
“Nuestra observación actual indica que el cambio es importante; las mejoras en la salud cardíaca pueden reducir el riesgo futuro, y cuanto antes se logren y se mantengan, mejor”, dijo el profesor Donald Lloyd-Jones, quien participó en la investigación.
“Si bien la investigación ha comenzado a caracterizar la salud cardiovascular en adultos jóvenes y su asociación a largo plazo con la enfermedad cardiovascular prematura, pocos estudios han examinado patrones longitudinales de salud cardíaca en la edad adulta joven”.
“Esperamos que los adultos jóvenes se concentren en su salud cardíaca lo antes posible, para obtener los mayores dividendos en vidas más largas y saludables”, concluyó Lloyd-Jones.