¿Y si la mejor manera de resolver un problema fuera tomar una siesta? Todo lo que necesitas saber sobre la siesta Eureka

Una siesta reparadora. ¿Alguna vez te has enfrentado a un problema que parecía completamente insoluble y, tras una breve siesta, la solución aparece por arte de magia? Increíble, ¿verdad? Has pasado horas buscando la solución y esta se revela tras un breve descanso. En realidad, no es nada milagroso; es un fenómeno científico.

Acabas de experimentar lo que los expertos llaman la siesta Eureka

El pasado junio, investigadores de la Universidad de Hamburgo realizaron un estudio donde hallaron que una siesta corta de tan solo 20 minutos es suficiente para ayudar a nuestro cerebro a encontrar la solución a un problema, incluso si parece imposible. Los efectos positivos de una siesta corta durante el día han sido comprobados científicamente una y otra vez, especialmente para la salud mental .

El lado de “solución de problemas” es bastante nuevo

Sin embargo, los científicos explican este fenómeno de forma muy sencilla: mientras estás despierto, le das vueltas al problema y consideras todos los parámetros y factores innecesarios que contaminan tu pensamiento. Con solo 20 minutos de sueño, tu cerebro no tiene más remedio que centrarse en lo esencial. El resultado: una solución clara, precisa y precisa al despertar.

Para llegar a esta conclusión, los científicos realizaron una prueba con 90 voluntarios de entre 18 y 35 años. El objetivo: identificar la dirección general de los puntos en una pantalla. El problema: aunque la mayoría de los puntos van en la misma dirección, algunos van en la opuesta. El resultado: una percepción borrosa y un mensaje difícil de decodificar. Pero entonces, ¿cómo podemos saber en qué dirección van estos puntos?

Sin embargo, una pista era visible en la pantalla, sin que los participantes lo supieran: el color de los puntos. Esto fue lo que dio la respuesta. La tasa de éxito se mantuvo baja al principio, pues el problema parecía insoluble. Por lo tanto, los expertos ofrecieron a los voluntarios una breve siesta reparadora, simplemente para descansar. Tras veinte minutos de descanso en un sillón reclinable, el 70,6 % de los voluntarios acertó la respuesta.

No tiene nada de mágico, según los expertos, quienes insisten en que dormir no se trata solo de descansar el cuerpo. El cerebro continúa procesando información, descartando todo lo que considera inútil, conservando solo lo esencial y encontrando una solución que, cuando uno está despierto, no se puede definir con claridad. En resumen, esta prueba demuestra la importancia de una siesta corta durante el día para aumentar la productividad y el rendimiento cognitivo.

Referencias del artículo:

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