Revelan las regiones más vulnerables al aumento del nivel del mar causado por el derretimiento en la Antártida

Un nuevo estudio global combina modelos de hielo, océano y atmósfera para mostrar cómo el deshielo antártico afectará de manera desigual al nivel del mar, amenazando a las comunidades costeras y a las islas de baja altitud.

El aumento del nivel del mar altera las líneas costeras, poniendo en peligro viviendas y poblaciones: muchos lugares experimentan un aumento superior a la media mundial, mientras que otros cercanos a la capa de hielo pueden incluso ver cómo desciende el nivel del mar, y la razón principal tiene que ver con la gravedad. Aerial Views/E+/Getty Images
El aumento del nivel del mar altera las líneas costeras, poniendo en riesgo viviendas y poblaciones: muchos lugares experimentan un aumento superior a la media mundial. Crédito: Aerial Views/E+/Getty Images

El derretimiento de las capas de hielo antárticas produce impactos que se extienden mucho más allá del extremo sur del planeta. A medida que el hielo disminuye, el nivel medio del mar aumenta, las corrientes oceánicas cambian y la temperatura de diversas regiones se transforma. Sin embargo, estos efectos no se producen de forma homogénea: algunos territorios experimentarán elevaciones superiores a la media, mientras que zonas sorprendentemente cercanas al polo podrían experimentar un descenso temporal del nivel del mar.

Un nuevo estudio realizado por investigadores especializados en hielo, clima y dinámica terrestre ha integrado modelos avanzados de estas tres áreas para comprender cómo el derretimiento antártico determinará el futuro del planeta. La investigación considera desde las fuerzas gravitacionales hasta los cambios en la rotación terrestre, así como la respuesta del manto terrestre a la pérdida de peso de la capa de hielo.

La investigación refuerza una premisa central: comprender el destino de la Antártida es urgente. La región contiene suficiente hielo como para elevar el nivel del mar en unos 58 metros, un potencial capaz de redefinir los límites costeros, amenazar las economías y forzar la migración de millones de personas.

Las emisiones determinan la tasa de fusión

La intensidad del deshielo depende directamente del calentamiento global, que, a su vez, está vinculado a las emisiones de gases de efecto invernadero. Si el mundo cumple el objetivo del Acuerdo de París y limita el calentamiento a 1,5 °C, gran parte de la capa de hielo podría sobrevivir. Sin embargo, los escenarios de altas emisiones indican pérdidas sustanciales, incluyendo graves riesgos para la Antártida Oriental, que es mucho más extensa e históricamente más estable.

Una mujer frente a una casa antigua, mostrando cómo el aumento del nivel del mar ha erosionado la costa casi hasta los cimientos de la casa. Foto: The Conversation
Una mujer frente a una casa antigua, mostrando cómo el aumento del nivel del mar ha erosionado la costa casi hasta los cimientos de la casa. Crédito: The Conversation

El estudio muestra que, con emisiones moderadas, el deshielo antártico podría elevar el nivel del mar unos 10 centímetros para 2100, alcanzando un metro para 2200, considerando solo la Antártida. Si se suman el deshielo de Groenlandia y la expansión térmica de los océanos, el aumento total para finales de siglo podría superar los 60 centímetros.

En escenarios de altas emisiones, la situación empeora. El aumento debido solo a la Antártida podría alcanzar 30 centímetros para 2100 y casi 3 metros para 2200, con impactos desiguales en las distintas cuencas oceánicas.

¿Por qué algunos lugares suben más y otros bajan?

El nivel del mar no reacciona al derretimiento del hielo como el agua de una bañera. La explicación reside en la gravedad: grandes masas de hielo atraen el agua del océano. Cuando el hielo se derrite, esta atracción disminuye, lo que reduce el nivel del mar cerca de la Antártida, pero lo eleva en regiones distantes.

El derretimiento también altera el eje de rotación de la Tierra, redistribuyendo el agua globalmente. Esto da como resultado regiones que podrían enfrentar aumentos muy superiores al promedio mundial, como áreas del Caribe, el Pacífico Central, Micronesia y Palaos.

Además, existen factores que pueden ralentizar el derretimiento. El "rebote" de la corteza terrestre, que se eleva al perder peso, puede alejar partes del hielo del contacto con aguas más cálidas. Y el agua fría del deshielo enfría temporalmente la superficie del océano, reduciendo el calentamiento atmosférico. Estos son efectos reales, pero incapaces de prevenir el continuo aumento del nivel del mar.

Las regiones más amenazadas y el llamado a la justicia climática.

El mapeo revela que el mayor aumento proyectado para el año 2200 —hasta 4,3 metros en escenarios extremos— ocurrirá en zonas alejadas de la Antártida, especialmente en el Pacífico y el Atlántico. Estas regiones albergan algunas de las comunidades más vulnerables del planeta, incluyendo pequeñas naciones insulares que ya están perdiendo territorio ante el océano.

Los autores destacan que estas naciones han contribuido poco a la crisis climática, pero se encuentran entre las más afectadas. Proteger a estas poblaciones requiere recortes de emisiones mucho más rápidos y profundos que los que permiten los compromisos actuales.

El mensaje científico es claro: el futuro del nivel del mar está íntimamente ligado a las decisiones que se tomen ahora. Reducir las emisiones determina no solo la cantidad de hielo que perderá la Antártida, sino también la drástica transformación del mundo.

Referencias de la noticia

Portal Terra. Cientistas mapeiam onde o derretimento do gelo na Antártica vai mais elevar o nível do mar. 2025