Torio: el combustible del futuro que puede salvarnos del calentamiento global

China lidera la revolución del torio, un abundante elemento ligeramente radiactivo capaz de producir suficiente energía limpia para abastecer al planeta por milenios, combatiendo el cambio climático de manera sostenible.

Torio Th 90
El torio es un mineral que representa una esperanza concreta para un futuro energético sin emisiones de carbono. Puede brindar energía limpia a todo el planeta por decenas de miles de años.

El cambio climático, con sus devastadores efectos en ecosistemas y economías, exige una transición urgente hacia fuentes de energía limpias y sostenibles. En este contexto, el torio, un elemento radiactivo abundante en la Tierra, surge como una alternativa revolucionaria al uranio para la energía nuclear. Sus ventajas, como menor producción de desechos radiactivos y un riesgo reducido de accidentes, lo posicionan como un candidato ideal para mitigar las emisiones de carbono y garantizar un suministro energético a largo plazo.

China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, ha dado un paso audaz al descubrir reservas de torio en el complejo minero de Bayan Obo, en Mongolia Interior, suficientes para abastecer al país durante 60.000 años. Con avances pioneros en reactores de sal fundida (TMSR), China lidera una revolución energética que no solo podría transformar su matriz energética, sino también inspirar al mundo a adoptar esta tecnología para combatir el cambio climático de manera efectiva.

El torio: combustible limpio y abundante

El torio, tres veces más abundante que el uranio en la corteza terrestre, ofrece un potencial energético excepcional. Hasta el hallazgo en Bayan Obo, con reservas estimadas de 1 millón de toneladas, China no destacaba del resto de países, ya que tiene reservas confirmadas por 100.000 toneladas ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA por sus siglas en inglés), organismo especializado de las Naciones Unidas, dirigido por el argentino Rafael Grossi. India, uno de los pocos países que trabaja activamente para incorporar el torio a su programa de energía nuclear, poseía las mayores reservas, con casi 850.000 toneladas. Australia, Brasil y Estados Unidos también cuentan con grandes reservas de torio, con más de 500.000 toneladas cada uno. Argentina cuenta con alrededor de 36.000 toneladas.

Reservas mundiales
Reservas de torio declaradas por los países ante la Agencia Internacional de Energía Atómica

Si bien el torio no es directamente fisionable (dividirse en dos o más núcleos, lo que genera una gran cantidad de energía), al absorber neutrones se convierte en uranio-233, capaz de sostener reacciones nucleares. Los reactores de sal fundida, diseñados para aprovechar el torio, operan a baja presión, eliminando el riesgo de fusión y generando hasta 200 veces más energía por unidad que los reactores de uranio convencionales.

mineral thorium
El torio es un elemento químico descubierto en 1828, de símbolo Th y número atómico 90. En estado puro es un metal blando de color blanco-plata que se oxida lentamente. Si se tritura finamente y se calienta, arde y emite luz blanca.

Estos reactores producen desechos radiactivos de menor duración, que alcanzan niveles seguros en cientos de años, en contraste con los miles de años requeridos por los desechos de uranio. Además, su diseño compacto y sin necesidad de enfriamiento por agua los hace ideales para regiones áridas, como el desierto de Gobi, donde China opera un reactor experimental de 2 MW desde 2021. La menor probabilidad de proliferación nuclear, debido a la dificultad de usar torio para armas, añade un beneficio estratégico. Este enfoque no solo reduce el impacto ambiental, sino que también posiciona al torio como una solución viable para la descarbonización global.

China a la vanguardia de la energía de torio

China ha asumido el liderazgo mundial en la investigación y desarrollo de reactores de torio, retomando conceptos abandonados por Estados Unidos en los años 60. En abril de 2025, la Academia China de Ciencias anunció un hito: la recarga de un reactor de torio en funcionamiento sin necesidad de apagarlo, un avance que demuestra la viabilidad técnica de los TMSR. El país planea construir un reactor de 10 MW para 2030, con el objetivo de escalar esta tecnología para uso comercial masivo.

Las aplicaciones del torio van más allá de la generación eléctrica. China explora su uso en buques, como el contenedor KUN-24AP, y en reactores para bases lunares, mostrando su versatilidad. Con 233 zonas ricas en torio identificadas, el país podría exportar esta tecnología a regiones como África y el sudeste asiático, ayudando a economías emergentes a reducir su dependencia de combustibles fósiles. Sin embargo, desafíos como los altos costos iniciales, la corrosión de materiales en reactores de sal fundida y la necesidad de infraestructura especializada persisten. Superar estos obstáculos será clave para la adopción global de esta tecnología.

Reactor de torio
Los reactores de torio diluido con sal fundida, son más seguros que los de uranio, no generan residuos ni necesitan agua para refrigerarse, generando electricidad o suministrando calor de forma eficiente

El torio representa una esperanza concreta para un futuro energético sin emisiones de carbono. Aunque los desafíos técnicos y económicos persisten, el potencial del torio para abastecer energía limpia durante milenios lo convierte en un pilar para la lucha contra el cambio climático. Para Argentina y el mundo, el ejemplo chino podría inspirar inversiones en investigación nuclear sostenible, asegurando un suministro energético seguro, limpio y accesible para las generaciones futuras. La transición hacia el torio no solo es una oportunidad tecnológica, sino también un paso hacia un planeta más resiliente.