Un nuevo estudio revela que la Antártida registró la ola de calor más intensa del mundo

Uno de los fenómenos climáticos que más llamó la atención últimamente fue una intensa ola de calor que se produjo en marzo de 2022 sobre la Antártida. Un estudio demostró que se trató de ¡la ola de calor más intensa registrada en todo el mundo!

Ola de calor en la Antártida
La Antártida registró la ola de calor más intensa del mundo en marzo de 2022.

En 2022, el quinto año más caluroso jamás registrado según la NASA, muchas partes del planeta sufrieron fenómenos meteorológicos extremos, como intensas tormentas y olas de calor que batieron récords en varios países. Ni siquiera el continente más inhóspito y frío del planeta, la Antártida, se libró de los extremos meteorológicos.

Según un estudio publicado en Geophysical Research Letters publicado en septiembre, en marzo de 2022, la Antártida Oriental registró la ola de calor más intensa del planeta.

Esta ola de calor ocurrió muy rápida y abruptamente: el 15 de marzo, las temperaturas en la región estuvieron cercanas a sus valores promedio esperados para el mes, de alrededor de -54 °C, pero las marcas subieron rápidamente, alcanzando -15 °C el 18 de marzo, y permanecieron así durante unos días, hasta volver a valores cercanos a la normalidad el 24 de marzo.

Puede parecer irónico hablar de una ola de calor récord con temperaturas negativas, pero para esta región del planeta, una temperatura de -15 °C en marzo representa un calentamiento de 39°C más allá de lo esperado, además de una nueva temperatura récord para el mes de marzo, superando por amplio margen (16 °C) el récord anterior de -31 °C.

En los registros horarios de temperatura, la temperatura máxima alcanzó los -10,1 °C el 18 de marzo, un valor muy superior al esperado para el periodo e incluso a las temperaturas registradas durante el verano, cuando la región suele recibir un mayor índice de radiación solar y las temperaturas normales suelen ser más altas. Durante esta ola de calor, las temperaturas fueron más altas de lo normal incluso por la noche, lo que sorprendió a los investigadores.

Hemos descubierto que esta anomalía de la temperatura (la anomalía de 39 °C) es la mayor jamás medida en ningún lugar del mundo", declaró a The Washington Post Edward Blanchard-Wrigglesworth, autor del estudio.

Según los autores, esta ola de calor récord fue el resultado de "un patrón de circulación atmosférica altamente anómalo", asociado a un patrón de amplias cuñas (altas presiones) atmosféricas, que generaron vientos extremos del norte y un intenso transporte de calor desde Australia hacia el interior del este de la Antártida en tan sólo 4 días, probablemente la primera vez que esto ocurre tan rápidamente.

Curiosamente, durante este mismo periodo se produjeron otros fenómenos extremos en el continente helado. En febrero de 2022 se registró la menor extensión de hielo marino en la Antártida hasta el momento, lo que no parece haber tenido ninguna asociación ni influencia en la ola de calor que se produjo el mes siguiente. Además, también en marzo de 2022, el continente antártico registró una cantidad extraordinaria de lluvia, en algunos lugares las acumulaciones superaron el 300% de la media climatológica.

¿Qué papel ha desempeñado el cambio climático en este récord de calor?

Para verificar el papel del cambio climático en esta histórica ola de calor sobre la Antártida, los investigadores realizaron experimentos con simulaciones numéricas que incluían un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y las compararon con simulaciones que no incluían dichas emisiones.

El estudio concluye que la ola de calor podría producirse sin los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero se ha intensificado por el cambio climático. Los autores constataron que el cambio climático del último siglo ha amplificado esta ola de calor en 2 °C.

Además, los autores también descubrieron que una ola de calor equivalente en 2096, en un escenario de altas emisiones, sería 6 °C más cálida que la de marzo de 2022.

Por tanto, el cambio climático, además del calentamiento gradual de las temperaturas sobre la Antártida, podría amplificar la magnitud de las olas de calor en los próximos años, acercando cada vez más las temperaturas a 0 °C, lo que podría causar daños irreversibles en el continente blanco.

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