El rincón más hermoso de Córdoba: aguas turquesas, calma y paisaje puro a pocos kilómetros de Villa Yacanto
Una antigua cantera de piedras blancas esconde una laguna de aguas turquesas que se revela esplendorosa tras una caminata panorámica de dificultad media. Un paraíso ideal para disfrutar durante la temporada de primavera y verano.

Entre sierras y senderos del Valle de Calamuchita, los alrededores de Villa Yacanto guardan un atractivo natural poco conocido, pero no por eso menos irresistible, especialmente cuando el calor vuelve templado y algo sofocante el ambiente serrano.
Ubicada a unos 150 kilómetros de Córdoba capital, la laguna se ha convertido en uno de esos secretos locales que sorprenden por su belleza casi intacta, perfecta para un día de descanso, baño o contemplación.
¿Cómo llegar a Laguna Neyem?
Rodeada de formaciones de piedra caliza, la Laguna Neyem es un espejo de agua cristalina que cautiva a quienes la descubren con su entorno agreste y su atmósfera de desconexión total. Según cuentan los pobladores y guías locales, la laguna se originó en una antigua cantera de extracción de dolomita, una actividad minera que funcionó entre las décadas de 1940 y 2013.
Aquella explotación dejó al descubierto las piedras blancas que hoy enmarcan la laguna y le otorgan su particular tonalidad turquesa, un contraste hipnótico con el verde de las sierras.
Ya el último tramo es de ripio o camino de tierra, y desde allí comienza una caminata de unos 45 minutos, ideal para ir disfrutando del paisaje y el silencio serrano. La recomendación es dejar los vehículos antes del sendero y continuar a pie hasta llegar al agua.
Un dato importante a tener en cuenta es que, al estar ubicada dentro de un predio privado, el acceso a la Laguna Neyem requiere reserva previa y abono de una entrada, criterios que ayudan a conservar el entorno natural y a garantizar una visita segura y ordenada.
¿Qué ver en Laguna Neyem?
El nombre “Neyem” proviene de la lengua araucana y significa “brisa suave”, un detalle que refleja con precisión la atmósfera del lugar. Junto a sus aguas de turquesa intenso, este remanso natural invita a sumergirse y refrescarse en cualquier época del año, aunque alcanza su máximo encanto durante primavera y verano.
En cuanto a atractivos, la riqueza natural de la zona convierte la experiencia en algo más que un baño: entre las rocas y senderos se pueden encontrar aromáticas silvestres, helechos que bordean las orillas y otras especies autóctonas, mientras diversas aves acompañan con su canto cada paso del visitante.
Como mencionamos antes, llegar hasta la laguna es parte de la aventura: un trekking de unos 45 minutos de dificultad media que recorre senderos serranos y permite disfrutar del paisaje antes de culminar en un baño reparador en aguas transparentes.
Para quienes aman la naturaleza y las travesías al aire libre, Laguna Neyem ofrece un equilibrio perfecto entre actividad, contemplación y descanso, con la recompensa adicional de una biodiversidad que acompaña y embellece cada parte del recorrido.

La laguna se integra a un entorno serrano lleno de historia y encanto. A pocos kilómetros de Villa Yacanto, este pintoresco pueblo, con sus calles tranquilas, alojamientos rurales y servicios turísticos, puede ser un excelente punto de partida o de descanso tras la caminata, sumando una experiencia completa de naturaleza y comunidad local.