¿Querés un jardín vibrante en primavera? Las 3 flores más recomendadas para sembrar en antes del inicio de la primavera

Descubrí por qué este es el momento ideal para sembrar tres flores que transformarán tu jardín en un estallido de color en primavera.

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Sembrar a finales de agosto o en los primeros días de septiembre es apostar por un jardín que en primavera estalle en vida, color y armonía natural.

El invierno todavía se resiste con mañanas frías y noches largas, pero los últimos días de agosto y los primeros del mes de septiembre ya dejan ver los primeros indicios de cambio de estación. Es el mes en el que el suelo comienza a despertar, los días se alargan y la jardinería recupera protagonismo.

Para quienes esperan un estallido de colores en primavera, esta es la etapa ideal para sembrar flores que aprovechen la transición entre estaciones.

En el calendario de los jardineros, este momento del año funciona como un puente: lo que se siembra ahora florece con más fuerza y anticipación. Ellos coinciden en que tres especies son las más recomendadas para sembrar en este momento: el crisantemo, la reina margarita y la siempreviva.

Todas ellas ofrecen resistencia, belleza y la capacidad de transformar un espacio en pocos meses. Por eso los expertos en viverismo apuestan cada año a este tiempo en particular, porque aseguran que es un momento en que todo parece prepararse para renacer.

Flores que transforman espacios urbanos

Entre las especies más recomendadas por viveristas y aficionados se destacan tres flores que combinan belleza, resistencia y facilidad de cultivo: el crisantemo, la reina margarita y la siempreviva. Su crecimiento durante los últimos meses fríos asegura una floración vigorosa apenas llegue el calor, convirtiéndose en protagonistas indiscutidas del paisaje hogareño.

Crisantemo: un clásico que nunca falla

Es un verdadero ícono de la jardinería. Su amplia gama de tonalidades —desde blancos puros hasta amarillos intensos, rojos y violetas— permite crear composiciones florales que destacan tanto en canteros como en macetas.

Sembrar en agosto asegura que las plantas se fortalezcan con el clima fresco y florezcan en plena primavera. Requiere suelos ricos en nutrientes y con buen drenaje, además de un riego regular sin excesos.

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El crisantemo florece con intensidad tras la siembra en agosto, ofreciendo colores vibrantes y elegantes para la primavera.

Fertilizar con nitrógeno favorece el crecimiento vigoroso, mientras que la protección contra pulgones es esencial para mantener la planta sana. Con estos cuidados, el crisantemo ofrece una floración que se prolonga hasta el verano.

Reina margarita: la alegría del jardín

Sin dudas aporta un toque de frescura y espontaneidad. Sus flores se destacan por los colores vivos y por su capacidad de multiplicarse con rapidez en los primeros días cálidos.

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La reina margarita aporta frescura y alegría al jardín, con flores abundantes que iluminan cualquier espacio.

El suelo debe ser ligero y abonado, y el riego, constante pero sin excesos. Con buena luz y ventilación, se convierte en una planta generosa que alegra balcones, patios y jardines familiares.

Siempreviva: resistencia y duración

Esta planta sorprende por su capacidad de resistir condiciones extremas y mantener sus flores intactas durante semanas. Muy utilizada en ramos secos y decoraciones, ofrece colores brillantes que van del amarillo al fucsia, pasando por el naranja y el blanco.

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La siempreviva se destaca por su resistencia y por mantener sus flores intactas durante semanas, incluso en climas extremos.

Se adapta a temperaturas elevadas, pero conviene resguardarla de heladas intensas. El riego debe ser moderado, ya que el exceso de humedad daña sus raíces. Su principal atractivo es la duración: en primavera se convierte en un espectáculo que perdura incluso cuando otras especies ya se marchitaron.

¿Por qué sembrar estas flores en la previa de la primavera?

Sembrar a finales de agosto o a principios de septiembre implica aprovechar una ventaja climática única. Las temperaturas todavía frescas permiten que las raíces se fortalezcan sin estrés hídrico, los días comienzan a alargarse y la radiación solar favorece el desarrollo vegetativo.

Quienes anticipan la siembra en este mes logran plantas más vigorosas, resistentes y con una floración adelantada respecto a quienes esperan la primavera.

En el caso de los crisantemos, la siembra temprana asegura que las plantas lleguen al equinoccio listas para producir sus grandes flores. La reina margarita, sembrada en semillero en agosto, gana semanas de crecimiento antes de ser trasplantada y florecer a pleno sol.

La siempreviva, en tanto, aprovecha el clima fresco para afianzar su sistema radicular y resistir mejor las altas temperaturas del verano. Estas tres flores, cada una con su carácter, comparten un beneficio común: si se plantan en agosto, garantizan un jardín colorido, abundante y saludable durante meses.