Ballena sei vuelve a las aguas argentinas: por qué su aparición entusiasma a científicos
La ballena sei es el tercer animal más grande del mundo y, tras casi 100 años sin noticias, volvió a ser avistada en el mar argentino. Por qué es una excelente noticia.

Y un día, el "gigante del océano" decidió volver. ¡Y lo hizo con todo! Casi un siglo después de su último registro en el mar argentino, la ballena sei (Balaenoptera borealis, según su nombre científico) volvió a decir "presente". Y la noticia es una gran noticia so de conservación de especies marinas hay que hablar.
La ballena sei es considerada el tercer animal más grande del planeta, y se encuentra catalogada como especie "en estado de peligro crítico de extinción". Por eso mismo es que su presencia, reportada en el Golfo San Jorge (Chubut) ilusiona e ilumina de esperanza.
El regreso de un gigante: la ballena sei está en mar argentino
El más reciente avistaje que confirma la presencia masiva en el mar argentino de estos cetáceos se convirtió en el primero desde 1929. Y no fue algo librado al azar o casual.
Detrás de este impactante descubrimiento se destaca el trabajo científico sostenido en el tiempo de un equipo liderado por el biólogo Mariano Coscarella, quien se desempeña en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR–CONICET).
Drones, el apoyo de la Fuerza Aérea Argentina y una serie de análisis genéticos que se realizaron durante semanas fueron fundamentales para confirmar que los ejemplares observados en el Golfo San Jorge eran, efectivamente, ballenas sei. Los imponentes ejemplares se destacaron al sur de Caleta Olivia y en Pico Salamanca.
SEI, la ballena desconocida es un documental basado en una investigación liderada por un biólogo del CONICET.️ pic.twitter.com/gsMAASvUZQ
— CONICET Dialoga (@CONICETDialoga) December 16, 2025
Este histórico regreso casi centenario se ha convertido, además, en el foco del documental "Sei, la ballena desconocida", producido con la colaboración de National Geographic Pristine Seas y que ya ha sido presentado en varias localidades de Chubut y Buenos Aires.
Por qué desapareció la ballena sei y por qué vuelve
Para entender la importancia científica y ecosistémica de este histórico regreso hay que remontarse a comienzos del siglo XX. La ballena sei fue prácticamente erradicada de las costas argentinas debido a la caza intensiva con fines comerciales.

Esta realidad redujo su población global en más de 80% y llevó a este cetáceo al borde de la extinción. Solamente en el Hemisferio Sur se estima que unos 300.000 ejemplares fueron cazados.
A raíz de esto, durante los últimos cien años prácticamente no hubo registros de ballena sei. No obstante, algunas medidas adoptadas durante los últimos años -como, por ejemplo, prohibiciones internacionales de caza- repercutieron en que la población lentamente comenzara a recuperarse.
Actualmente se estima que quedan entre 10.000 y 50.000 ejemplares de ballenas sei en todo el mundo.
La buena noticia detrás del regreso de la ballena sei al mar
El regreso de la ballena sei a costas argentinas, sumado a su documentación científica, se convierte en un hecho esperanzador entre los biólogos y conservacionistas.
Y es que no solo demuestra que las poblaciones pueden recuperarse cuando se toman medidas de protección, sino que también refuerza la importancia de seguir estudiando y cuidando los océanos.

El más reciente avistaje motivó que la ballena sei fuera declarada Monumento Natural en Chubut, al tiempo que se implementó un primer plan de manejo para el avistaje responsable.
Además, se han intensificado los programas educativos con escuelas, universidades y comunidades costeras para que la sociedad local también convierta en algo propio esta invaluable recuperación ambiental.
La esperanza, lo último que "sei" pierde
Aunque la ballena sei sigue en peligro de conservación y enfrenta desafíos adversos como la pesca industrial y el cambio climático, su regreso inspira a la población (especialistas, científicos y quienes no lo son también) a seguir trabajando por la salud de los océanos.
La ballena sei se ha convertido en un verdadero símbolo de resiliencia y resistencia, un recordatorio vivo de que, con voluntad y ciencia, es posible recuperar lo que alguna vez estuvo al borde de desaparecer (sino, desaparecido).