El extraño fenómeno de los "incendios zombies"

Los 'incendios zombies' parecen sacados de una película de ciencia ficción, pero son reales. El fuego arde y sobrevive por debajo del hielo en el suelo ártico. Mirá el video y comprobá el fenómeno con tus propios ojos.

Incendios Zombies
Los 'incendios zombies' parecen sacados de una película de ciencia ficción, pero son reales. El fuego arde y sobrevive por debajo del hielo en el suelo ártico.

Al este de Siberia oriental junto al río Indigirka, el suelo se mantiene permanentemente congelado, en esa zona se encuentra la Aldea Oymyakon en Yakutia, considerada la más fría del mundo. Actualmente se enfrenta a incendios forestales extraños causados por “infiernos” que arden bajo tierra, incluso a una temperatura de -60 °C.

A estos incendios se los considera anormales porque arden bajo la tierra, aún con heladas continuas y una gran capa de nieve acumulada en el invierno sobre ellos. Reciben el nombre de "incendios zombies” porque el fuego se produce debajo de la capa del suelo que permanece constantemente congelada, son una especie “monstruos” subterráneos.

Este tipo de incendios también recibe el nombre de “latente”, “remanente” o “hibernante”, porque aparentan estar apagados, pero permanecen vivos en las profundidades, pudiendo volver a reaparecer en la superficie.

¿Cómo se originan?

Para la génesis de un incendio zombie se deben dar una serie de condiciones, comenzando por un terreno con material orgánico que ocupe una determinada profundidad, por ejemplo las turberas que es un tipo de humedal ácido en el cual se ha acumulado materia orgánica en forma de turba, que actualmente están repletas de material vegetal descompuesto. En el video anterior, se ve como este tipo de suelo puede continuar en combustión durante un tiempo prolongado en las profundidades, y no dar señales en la superficie (incluso cuando está cubierta de nieve), convirtiéndolo en una verdadera bomba de tiempo que sobrevive en silencio durante el invierno.

Incendios zombies: la particularidad de estos incendios forestales es que se inflaman a pesar de que el área todavía está bajo la superficie congelada con nieve y hielo en la capa superior.

La combustión en suelo profundo se puede iniciar, por ejemplo, a través de un incendio que se genere en la superficie con suelo orgánico, y penetre hasta la profundidad donde encuentra material disponible para arder, extendiéndose como si fuera una mecha subterránea buscando material orgánico. La velocidad de propagación va a depender, entre otras cosas, de la cantidad de oxígeno disponible. El incendio zombie puede recorrer un largo camino silencioso bajo tierra, y reaparecer con llamas en la superficie después de un tiempo.

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Los incendios de turba no necesitan oxígeno del exterior para mantenerse, porque la nieve actúa como una manta que apoya la quema y por eso sobreviven bajo la tierra.

Agentes forestales de la zona siberiana explicaron a los medios locales, que este incendio subterráneo de turba y carbón vegetal en las afueras de Udarnik, fue causado por incendios forestales de verano que no se detuvieron hasta finales del otoño, y tampoco disminuyeron con las semanas de lluvia, creando focos ardientes extremadamente peligrosos en la turba.

Es necesario aclarar que en los fuegos de este tipo de vegetación (incendios de turba), no necesitan oxígeno del exterior para mantenerse, porque la nieve actúa como una manta que apoya la quema y por eso sobreviven bajo la tierra.

Pérdida de permafrost

La persistencia de elevadas temperaturas en el Ártico registrada durante las últimas décadas, está favoreciendo un récord mínimo de extensión de hielo en esta zona del mundo, y a su vez favorece la propagación de incendios forestales. Cuando ocurre el deshielo y la pérdida del permafrost (capa de suelo congelada durante miles de años), se liberan gases que permanecieron allí encapsulados, retenidos y congelados durante miles de años.

Incendios Zombies
Desde la caída de la Unión Soviética que en la zona no existe ningún mecanismo de control de quema de pasturas, se está quemando sin conocimientos y sin control.

Justamente así, es como se liberan a la atmósfera más gases de efecto invernadero (GEI) como carbono y metano causantes del calentamiento global, provocando, por ejemplo, que la turba helada y el material orgánico subterráneo se calienten en el extremo norte de Rusia.

Además, esta situación extrema de crisis climática se ve agravada, en el caso de los incendios zombies, por una cuestión política involucrada. Previo a la caída de la Unión Soviética, existía allí un sistema de quema controlada de pastos secos, a cargo de especialistas que minuciosamente se manejaban con mapas de turberas y depósitos de carbón, marcando y guiando las quemas de manera totalmente organizada. Sumando complicaciones a esta crisis climática, el sistema dejó de funcionar a principios de la década de los 90, y no se creó ningún mecanismo nuevo, así es como hoy en día las personas están quemando pasturas sin conocimientos y sin control.

Datos climáticos

Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), las temperaturas del permafrost han aumentado a niveles récord desde la década del 80 al presente. El permafrost ártico contiene encapsulado unos 1460–1600 gigatones de carbono orgánico, que es casi el doble del carbono que hay en la atmósfera en este momento, por lo tanto, la liberación de esta enorme cantidad de GEI a la atmósfera es el dato que alarma. Además, el gas metano tiene un poder de efecto invernadero bastante superior al del dióxido de carbono, y también abunda en el permafrost siberiano.

Incendios Zombies
El permafrost del ártico contiene encapsulado grandes cantidades de carbono y metano, esto es una enorme amenaza para el cambio climático.

Desde hace tiempo monitoreamos con asombro, como en el norte del círculo polar Ártico se vienen registrado valores récords de temperatura muy alarmantes, por ejemplo, en junio pasado en la localidad de Verkhoyansk, Rusia, el termómetro marcó los 38°C, y en varios puntos de Siberia en julio 2020 se sucedieron varias noches tropicales con tardes por encima de los 30 °C, dejando en buena parte de Siberia registros de +5°C por encima de su media, en lo que fue un periodo no sólo muy cálido sino también persistente.

Círculo vicioso

La cobertura de hielo y nieve en nuestro planeta actúa como una especie de espejo (albedo alto), nos ayuda a contrarrestar los efectos del calentamiento global, porque evita la absorción de la radiación solar haciendo que parte de ella se refleje y vuelva al espacio. Pero, con la reducción de una parte importante de la cobertura de hielo se ve favorecida una mayor absorción de la radiación, incentivando así nuevamente el calentamiento global, que provocará más pérdida de hielo y favorecerá más incendios en el Ártico y más liberación de GEI, quedando en un círculo vicioso.

Lo que ocurre en el Ártico repercute por supuesto en el resto del planeta, no solo nos importa por la degradación de la vegetación y de los ecosistemas en la zona de los incendios forestales, sino que la quema de este suelo y la pérdida de hielo en el Ártico, trae aparejado otras consecuencias graves para el mundo, como te acabo de contar.

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