El Reino Unido prohibe automóviles de gasolina y diesel para 2030

El Reino Unido ha dado un paso hacia el cambio de paradigma de energía para automóviles al planear prohibir la venta de los propulsados a gasolina y diésel. El camino al uso de electricidad como forma de reemplazar los combustibles fósiles.

Londres
El Reino Unido da un gran paso al adelantar en 5 años la fecha para la salida de los automóviles a gasolina y diésel.

A pocos días de entrar en vigor el Brexit, aún sin un acuerdo económico claro, el gobierno británico de Boris Johnson sorprendió a muchos dando un paso fuerte en línea con otros países que ya apostaron por la electrificación de sus automóviles. De acuerdo a lo indicado por el diario El País, Johnson ha decidido apuntar a una “revolución verde” para rescatar a la economía británica de la actual crisis generada por la pandemia, y de la incertidumbre que traerá consigo el propio Brexit a finales de año.

Entre los 10 puntos de una propuesta que se conoció esta semana, se decide adelantar a 2030 — o sea cinco años antes del plazo previsto— la prohibición de vender coches nuevos de gasolina y diésel. Respecto de los vehículos híbridos que combinan gasolina con electricidad, podrán seguir adquiriéndose hasta 2035, pero tendrán que estar preparados para ofrecer una autonomía “relevante” con cero emisiones.

De acuerdo a fuentes del gobierno, deberían, en principio, asegurar como mínimo 50 kilómetros para el uso urbano. Otro debate es sobre los camiones que mayoritariamente utilizan el diésel. Como es un sector sensible, se abrirá una fase de consultas públicas con las principales industrias para diseñar también un plan de desaparición gradual.

Varios países de Europa tienen políticas serias en este sentido

Otros países ya se han adelantado en anunciar políticas de este tipo. Por ejemplo Francia quiere hacerlo en 2040 y España está trabajando sobre una ley en el mismo sentido. Los países nórdicos ya en la actualidad están avanzando en políticas que apuntan seriamente a reducir el parque de automóviles con gasolina o diésel. Por ejemplo en Noruega, los autos eléctricos tienen grandes beneficios impositivos, prioridad para acceder por determinados lugares y excepciones para el pago de peajes. También, ciudades como Oslo brindan electricidad gratis para la recarga de automóviles.

Todo este tipo de decisiones que parecen acercarse en el tiempo son buenas noticias que generan optimismo porque otros países también están en condiciones de ir hacia un escenario parecido. Con estas decisiones, el gobierno de Johnson toma la posta de su predecesora Theresa May, y mantiene el compromiso de llegar al año 2050 al nivel cero de emisiones de dióxido de carbono.

Es una decisión que toma un gobierno de centro derecha, y demuestra que una economía sustentable y el crecimiento pueden ir de la mano. Para llevar adelante este cambio en su matriz de transporte, se plantea una inversión inicial de más de 13.000 millones de euros, y se cree que se van a crear 250.000 nuevos empleos generados por las nuevas necesidades que tendrá el sistema.

La electromovilidad cada vez más cerca

En detalle, para febrero de 2035 estaría prohibida la venta de los coches nuevos de gasolina y diésel, un plan que adelanta cinco años a la idea inicial pautada en 2017. Todo indica que la electromovilidad se está acelerando en varios países, especialmente en la Unión Europea, y le muestra al resto del mundo que este camino es posible. Es un llamado para potencias como Estados Unidos, China o Japón que podrían hacer mucho más. India también es un país con un sistema de movilidad altamente contaminante, pero parece más lejana la posibilidad de dar ese salto en las próximas décadas.

Autos eléctricos
El cambio a una matriz eléctrica de automóviles puede generar 250.000 puestos de trabajo según cálculos del gobierno.

En el caso de la Unión Europea, las matriculaciones de coches híbridos en los 27 países que la integran ha superado por primera vez en la historia a las de automóviles diésel en septiembre pasado, y los analistas del sector creen que esto muestra un cambio de tendencia. Una paradoja de la pandemia de COVID-19, es que estaría acelerando este cambio hacia un modelo más sustentable.

Ya varios países están avanzando con planes de recuperación que incluyen fuertes apoyos económicos para el impulso a los coches eléctricos. Es importante destacar que la investigación sobre tecnología de los últimos años ha logrado una alta competitividad de este tipo de vehículos. Otro dato no menor son los precios, y sobre ello se espera que la paridad con los coches de combustión se alcance rápido entre 2023 y 2024. Los autos eléctricos tienden a tener menos costos de mantenimiento y es más barato el acceso a su carga. Ahora son los gobiernos quienes deberán ayudar a que los puntos de recarga sean más accesibles.

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