Elefante marino procedente de Argentina vuelve a ser avistado en costa de Brasil en pleno mes de noviembre

La costa norte de Espírito Santo (Brasil) fue escenario de una visita inusual: un elefante marino juvenil fue avistado nuevamente, esta vez en un manglar de Conceição da Barra, el martes 4 por la mañana. El avistamiento llamó la atención de residentes y ambientalistas, quienes habían estado monitoreando los movimientos del animal desde el fin de semana anterior.

El domingo 2, se produjo el primer avistamiento en Urussuquara, un distrito de São Mateus, cuando un residente vio al animal en la orilla del mar. Al día siguiente, el mismo ejemplar fue identificado en la playa de Guriri, también en São Mateus. El desplazamiento, aunque inusual, no representa una desviación de su comportamiento habitual. Se trata de una especie migratoria que utiliza las zonas costeras como lugares de descanso temporales.

Según el Instituto de la Ballena Jorobada, el animal observado es joven y está en buen estado físico: “Es un individuo activo, en buena condición corporal y sin lesiones visibles. Aparentemente, solo está usando la costa para descansar”.

Animal sano en tránsito

Los expertos encargados del monitoreo de la zona informaron que no se trata de una colonia natural de la especie. Esto indica que el elefante marino está de paso y continuará su viaje en los próximos días. Este comportamiento es típico de los individuos que se desplazan en busca de lugares más favorables a lo largo de las estaciones.

El equipo del Programa de Monitoreo de Playas de la Cuenca de Campos en Espírito Santo (PMP-BC/ES) está monitoreando de cerca la situación y enfatiza la importancia de reportar cualquier avistamiento nuevo. Se recomienda que residentes y turistas mantengan el distanciamiento social y eviten cualquier tipo de interacción.

Migración natural y cuidado de la población

Estos mamíferos marinos son originarios de la costa argentina y migran periódicamente hacia Brasil para escapar del intenso frío del invierno austral. Según el PMP-BC/ES, su presencia es más común entre junio y agosto, pero puede extenderse hasta noviembre, como ocurrió en esta ocasión.

Durante este periodo, se les puede ver descansando en playas, dunas costeras o manglares a lo largo de la costa brasileña. Sin embargo, aunque el animal parezca tranquilo, puede reaccionar de forma impredecible si alguien se le acerca. Por lo tanto, los expertos advierten al público que evite acercarse y que nunca intente alimentarlos ni tocarlos.

Este caso subraya la importancia de la educación ambiental y la concientización sobre la presencia de animales migratorios. Cuanto mayor sea el respeto por la fauna silvestre, mayor será la probabilidad de mantener el equilibrio y el flujo natural de estas especies, tan importantes para la biodiversidad marina.

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