Campaña 2023/24: enero cierra con pocas lluvias y preocupan las altas temperaturas

Con la cosecha de trigo y cebada próxima a finalizar, todas las miradas se posan sobre el maíz y la soja. Sin lluvias a la vista, la humedad en suelo y las temperaturas serán variables clave que marcarán los rendimientos.

soja
Zona núcleo: con 20,2 millones de toneladas estimadas para la campaña 2023/24, ya se superaron las expectativas productivas del inicio del ciclo.

La falta de precipitaciones que acecha la zona centro del país comienza a preocupar al sector agropecuario. En los últimos siete días las lluvias estuvieron ausentes en la región pampeana y la contracción de las reservas de agua en el suelo son una constante.

Todo parece indicar que no habrá lluvias en el último tramo de enero, con lo cual las altas temperaturas comienzan a jugar un rol determinante en los cultivos implantados. Por ahora la cosecha goza de buena salud, sin embargo hay quienes comienzan a contar los días esperando un evento de lluvias que traiga tranquilidad.

Vale la pena mencionar que esta suerte de “ventana seca” no es inusual en esta época del año y por lo tanto no debiera de sorprendernos. Sin embargo, la buena noticia es que llega en un momento en el que las reservas de agua en suelo son elevadas, por lo tanto -por ahora- se puede mantener el buen estado de los cultivos. Este tema debe ser muy tenido en cuenta ya que estamos ingresando en la etapa de mayor consumo de agua por parte de los cultivos de gruesa, situación por la cual un pronóstico de escasez pluvial no es la mejor noticia.

Según el último reporte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, “el 90 % de los cuadros implantados de soja a nivel nacional presentan una condición de cultivo entre normal a excelente y a menos que ocurra algo inesperado, se obtendrían 52,5 millones de toneladas gracias a la siembra de 17,3 millones de hectáreas. Lo que sí debe ocurrir es algún evento de lluvias en los primeros días de febrero, momento en el que se definirá el rendimiento en cada lote.

Soja con malezas en Santa Fe: en los últimos días se desarrollaron o expandieron las malezas y los insectos, por lo que nuevamente se detectó un intenso movimiento de equipos que llevaron a cabo aplicaciones y realizaron tareas de control.

Quizá la región con mejores rendimientos sea la denominada “zona núcleo”, donde la primera estimación de soja se acerca a las 20,2 millones de toneladas. Allí el efecto “Niño” se sintió con fuerza y permitiría obtener un rinde promedio para la región de 41,2 qq/ha para el total de la soja (primera y segunda), lo que constituiría la mayor marca para la región.

Tan positiva es la situación que un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario asegura que “se va concretando la revancha de los productores que con este volumen superarían por más de cinco veces la cosecha del año pasado”.

¿Resistirán los cultivos sin lluvias?

El reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario asegura que en su zona de influencia será imperioso que las lluvias regresen a principios del mes de febrero.

La tercera semana de enero se caracterizó, casi en su totalidad, por condiciones de estabilidad climática y buen tiempo. Esto permitió el normal desarrollo de los cultivos.

En algunas zonas, como por ejemplo Cañada de Gómez detallaron que “el cultivo de soja va a aguantar bien una semana más sin lluvias porque hay buena humedad en los suelos”. En tanto, en General Pinto remarcaron que este descanso de las lluvias puede colaborar para hacer las aplicaciones pendientes y bajar la presión de las enfermedades de fin de ciclo. En resumidas cuentas, la mayoría de las zonas productivas del núcleo norte lograrían un rinde promedio de 40 qq/ha.

La siembra de maíz en la recta final

Con agua en suelo y buen tiempo se avanzó con la implantación en el centro-norte del área agrícola y la proyección total de superficie del cereal se ubicaría en 7,2 millones de hectáreas.

Es probable que durante los próximos días finalice la etapa de siembra y si se mantiene una normal evolución del cultivo se podría lograr una cosecha de 56,5 millones de toneladas.