Fuego desatado: el cambio climático multiplica por 30 la gravedad de los incendios forestales

Un nuevo informe global advierte que el calentamiento global hace los incendios forestales 30 veces más intensos, quemando áreas equivalentes a la India y amenazando a millones de personas en todo el mundo.

Incendios Pantanal
La combinación de una estación seca extrema y técnicas agrícolas ilegales han favorecido las condiciones para devastadores incendios en la zona del Pantanal (Brasil, Bolivia y Paraguay) acabando con el 19 % de este bioma de gran diversidad.

Un informe global acaba de revelar que los incendios forestales son 30 veces más graves debido al cambio climático.

Los bosques ya no solo arden por un rayo aislado, un descuido humano o por obra del azar. El calentamiento global está secando los bosques, dejándolos como una esponja exprimida. No solo por el aumento de la temperatura, que aumenta la evaporación y el cambio en los patrones de precipitación, sino porque también está influyendo en cómo crece la vegetación, se seca y proporciona combustible para que los incendios se propaguen.

Este reporte, basado en datos satelitales y modelos climáticos del período 2024-2025, pinta un panorama alarmante: se quemaron 3.7 millones de kilómetros cuadrados, un área más grande que la India entera. Afectó a 100 millones de personas, causó más de 200 muertes y puso en riesgo 215 mil millones de dólares en propiedades.

Como en una película de catástrofes donde el villano es invisible —el calentamiento global causado por emisiones humanas—, estos fuegos liberaron 8 mil millones de toneladas de CO₂, alimentando el ciclo vicioso del calentamiento global que nos lleva a un cambio del clima planetario acelerado.

¿Por qué los incendios son más feroces?

El cambio climático actúa como un amplificador indeseado. Las temperaturas más altas y las sequías prolongadas secan la vegetación, convirtiéndola en combustible fácil, similar a cómo el viento aviva una fogata en una noche seca.

En Sudamérica, en regiones como el Pantanal-Chiquitano al sudeste de Bolivia, los incendios fueron 35 veces más grandes; en Los Ángeles, en enero de 2025, el área quemada creció 25 veces por olas de calor invernales imposibles sin el calentamiento humano.

Estos eventos extremos, que antes eran raros como un eclipse, ahora son dos a tres veces más probables, según análisis de expertos de la Universidad de Melbourne y del Centro para la Ecología e Hidrología del Reino Unido.

No solo crecen en tamaño: liberan humo tóxico que multiplica por 13 a 60 la contaminación del aire, superando los estándares de la OMS. En Brasil, Bolivia e India, esto causó cientos de muertes extra por inhalación. Piensa en el humo como un velo invisible que asfixia ciudades lejanas, alterando la salud respiratoria y el clima global al inyectar gases de efecto invernadero.

Un futuro en llamas

Si las emisiones siguen elevadas, estos "megaincendios" podrían volverse entre un 30 % y un 60 % más frecuentes para 2100 en la Amazonia y el Pantanal, según proyecciones del informe. En California, las temporadas extremas se repetirán como secuelas inevitables de una saga climática.

Pero hay esperanza: recortar combustibles fósiles y frenar la deforestación podría reducir ese riesgo a solo 10 o un 15 %. Como en las mitologías donde los mortales desafían a los dioses con ingenio, nosotros podemos mitigar con políticas rápidas, como las que se piden en la COP30.

Estos incendios ya no son solo tragedias locales; son un grito planetario que une continentes. En América Latina, donde la Amazonía pierde 8 millones de hectáreas al año, proteger nuestro "pulmón verde" y la lluvia que nos beneficia es prioritario.

Extremos 2025
Extremos de la temporada de incendios 2024-2025: se prevé que las temporadas de incendios forestales extremos, que eran poco probables durante la vida de las generaciones anteriores, serán más probables que improbables durante la vida de los niños de hoy en día.

Ignorar los incendios equivale a ignorar el humo que ya nos rodea, afectando economías y comunidades vulnerables. La relevancia radica en su urgencia: actuar hoy salva vidas mañana, recordándonos que el fuego que domamos puede volverse contra nosotros si no cuidamos el equilibrio.

En síntesis, este informe no es un fin, sino un catalizador. Reducir emisiones, gestionar vegetación y preparar comunidades son pasos concretos para mitigar el riesgo de que nuestro futuro sea de fuego.

Referencia de la noticia

Climate change is fuelling extreme wildfire seasons across the Earth, The Universty of Melbourne Newsroom,16 OCT 2025.