Gas metano: la industria del petróleo y el gas emiten tres veces más de lo que se estimaba actualmente

Un estudio que utiliza datos aéreos señaló que la extracción y el procesamiento de combustibles fósiles son responsables de mucho más metano del que se creía. Pero las mayores emisiones se concentran en pocos puntos, por lo que el problema se podría minimizar rápidamente.

Metano
Planta de procesamiento de gas natural en Austria puede ser responsables de más emisiones de metano de las estimadas hasta ahora.

Un nuevo estudio ha aportado datos contundentes en relación con las emisiones de uno de los gases de efecto invernadero más poderosos. Lo cierto es que la industria estadounidense del petróleo y el gas es responsable de la emisión de 3 veces más metano que las estimaciones actuales del gobierno.

El estudio en cuestión ha sido publicado por Nature. Según los autores, con Evan D. Sherwin del Lawrence Berkeley National Laboratory en Berkeley a la cabeza, esas emisiones cuestan 9.300 millones de dólares anuales por sus efectos en el calentamiento global y la calidad del aire.

Un creciente número de pruebas indican que las emisiones de metano son mucho mayores de lo que se pensaba.

El estudio, también mencionado por Eos, utilizó inspecciones aéreas para rastrear las emisiones de metano procedentes de yacimientos de petróleo y gas, oleoductos, instalaciones de procesamiento, entre otras cosas, en seis regiones productoras de combustibles fósiles de Estados Unidos. El estudio se suma a un creciente número de pruebas que indican que las emisiones de metano son mucho mayores de lo que se pensaba.

Ya te habíamos revelando en Meteored Argentina que hay más de 1200 superfugas de metano a la atmósfera, y una de las más grandes sigue siendo en Buenos Aires. Hay que recordar que el metano es un potente gas de efecto invernadero, calculado como 28 veces más potente que el dióxido de carbono, aunque algunos estudios afirman que podría ser incluso más potente. También es responsable de alrededor de un tercio del calentamiento global causado por el hombre hasta la fecha.

Es difícil determinar las fuentes de emisión de metano

Los científicos que intervinieron en el estudio destacan que integraron aproximadamente un millón de mediciones aéreas de emplazamientos en inventarios regionales de emisiones para seis regiones de los Estados Unidos, que comprenden el 52 % de la producción terrestre de petróleo y el 29 % de la de gas a lo largo de 15 campañas aéreas. Si bien el dióxido tiene un efecto más perdurable, el metano es un gas sobre el que todavía queda claro establecer su real impacto sobre el calentamiento climático.

La reducción de estas emisiones ha sido uno de los objetivos de recientes iniciativas normativas, como el Compromiso Mundial sobre el Metano, firmado por más de 150 países que acordaron reducir las emisiones de metano en un 30 % para 2030. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) también ha presentado recientemente nuevas normas, que entrarán en vigor en mayo, cuyo objetivo es reducir 58 millones de toneladas de emisiones de metano en los próximos 15 años.

Si bien se puede medir la concentración de metano en la atmósfera, históricamente ha resultado difícil determinar el origen de las emisiones de este gas. Eos indica que sólo en la última década, más o menos, las nuevas tecnologías, como las prospecciones terrestres, los satélites especializados y las técnicas de prospección aérea, han permitido a los investigadores empezar a localizar las fuentes de metano.

Problema que puede ser solucionado

Estos esfuerzos han sido realmente reveladores para la comunidad científica y política, sobre todo teniendo en cuenta que los datos apuntan a un pequeño número de grandes emisores que producen gran parte del metano liberado” indicó Sherwin, autor principal del nuevo trabajo, que ha contado con el apoyo del Departamento de Ciencias de la Energía e Ingeniería de la Universidad de Stanford y la financiación de la Iniciativa de Gas Natural de Stanford.

Compromiso Mundial sobre el Metano
Más de 150 países se unieron al Compromiso Mundial sobre el Metano con el objetivo de reducir un 30 % las emisiones de este gas de efecto invernadero para el 2030.

Aunque los estudios cubrían solo una parte de la producción terrestre de petróleo y gas del país, los resultados fueron sorprendentes. Combinando sus mediciones con estimaciones de fuentes demasiado pequeñas para ser detectadas desde arriba, los investigadores descubrieron que las regiones estudiadas emiten unos 6,2 millones de toneladas de metano al año, o alrededor del 3 % de la producción total de combustibles fósiles de esos emplazamientos, mucho más de lo que se pensaba.

Esto supone unos mil millones de dólares en pérdidas para las empresas de combustibles fósiles y una gran parte de las emisiones totales de metano de Estados Unidos. Una gran conclusión es que se trata de un problema bastante solucionable, indican los autores del trabajo. La mayoría de las emisiones de metano procedían de un pequeño número de fuentes dentro de la cadena de suministro de producción y procesamiento. En el valle californiano de San Joaquín, menos del 1 % de los emplazamientos liberan más de la mitad de las emisiones de metano medidas. "Está mucho más concentrado de lo que pensábamos", afirmó Sherwin.

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