¿La IA cambiará el mundo o quemará el planeta?
Bajo su disfraz de innovación mágica, la inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en uno de los mayores consumidores de electricidad. ¿Genio climático u ogro energético? Europa... y el resto del mundo están entre la espada y la pared.

La inteligencia artificial está en boca de todos. Fascinante e impresionante, también consume mucha energía. A medida que herramientas como ChatGPT y Midjourney se integran en nuestra vida diaria, su consumo se dispara. La paradoja se hace cada vez más evidente: estas tecnologías, que se supone acelerarán la transición energética, podrían ralentizarla si no se alimentan de energía limpia.
Para comprender mejor la magnitud del desafío, basta con mirar las cifras: en Estados Unidos, los centros de datos ya absorben el 4 % de la electricidad, una cifra que podría alcanzar el 15 % en 2030. En Europa, la situación es igual de preocupante: los centros de datos representan actualmente el 3 % del consumo eléctrico de la UE, y esta tasa podría duplicarse en 2030.
En Irlanda, ya consumen más de una quinta parte de la electricidad del país. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que, dentro de cinco años, los sistemas de IA consumirán tanta electricidad como todo Japón.
Inferencia: ¿un sumidero energético?
Si bien el entrenamiento de modelos suele llamar la atención, es la inferencia, su uso diario, la que representa la mayor parte del consumo de energía. Hacer una pregunta a un chatbot, generar una imagen, recibir una recomendación: cada interacción consume energía.
Producir una imagen puede requerir varios litros de agua para refrigerar el servidor. El reto ya no es simplemente crear IA, sino saber cómo usarla de forma sostenible.
La IA al servicio del clima... ¿con una condición?
Pero la inteligencia artificial no es solo un problema energético. Si se utiliza correctamente, la IA puede convertirse en una poderosa herramienta para acelerar la transición climática. Google afirma haber evitado casi 3 millones de toneladas de CO2 gracias a sus rutas ecodiseñadas. En el MIT, algunos investigadores están optimizando las redes eléctricas, mientras que otros están identificando materiales bajos en carbono en tiempo récord.
Pero estos avances dependen de una condición clave: energía limpia, estable y abundante. Alimentar un centro de IA con electricidad 100 % libre de carbono puede requerir hasta diez veces más capacidad de almacenamiento, lo que duplica o incluso triplica los costos.
Ante la emergencia, Europa se está organizando lo mejor posible. El Pacto Verde exige que los centros de datos sean neutros en carbono para 2030. Desde 2023, una directiva europea exige a los operadores publicar su consumo de electricidad y agua. Se prevé una serie de normas técnicas para 2026. Empresas como OVHcloud y Google ya se están adaptando.
Sin embargo, la normativa sigue siendo débil y la infraestructura está obsoleta. Modernizar las redes europeas será costoso. Hoy en día, conectar un centro de IA puede tardar hasta diez años; inversiones masivas podrían reducir este tiempo a un año.
Europa afronta sus responsabilidades
Algunos piden ir más allá: integrar el impacto energético de la IA en la futura AI Act, ese famoso primer marco jurídico europeo destinado a regular los usos de la IA en función de su nivel de riesgo, establecer un impuesto europeo sobre la IA y las criptomonedas para financiar la transición o incluso crear un organismo dedicado a la gestión transversal de la IA y la energía.
#climate - Governments should consider taxing artificial intelligence and cryptocurrencieshttps://t.co/G2n0EehGvA
— Dr Paul Dorfman (@dorfman_p) July 17, 2025
El Reino Unido ya está trabajando en un Consejo de Energía con IA. Europa tendrá que seguir su ejemplo si quiere evitar que la inteligencia artificial sabotee sus propios objetivos climáticos.
Este debate no puede quedar en manos de tecnócratas. Afecta a todos los ciudadanos: precios de la electricidad, estabilidad de la red, trayectoria climática ... La IA es solo una herramienta. Su futuro, como el de nuestro clima, depende de las decisiones que tomemos hoy.
Referencia del artículo:
Zimmerman, L. (2025, 02 juillet). Confronting the AI/energy conundrum: The MIT Energy Initiative’s annual research symposium explores artificial intelligence as both a problem and a solution for the clean energy transition. MIT Energy Initiative.
Harvey, F. (2025, 17 juillet). Tax on AI and crypto could fund climate action, says former Paris accords envoy. The Guardian.