Video: las calles de Budva (Montenegro) se convierten en ríos tras las lluvias torrenciales

Un torrencial aguacero desbordó el cauce del río Grđevica y convirtió las calles de Budva en corrientes implacables, arrastrando vehículos y dejando a la vista la vulnerabilidad del drenaje urbano.
La ciudad costera de Budva, en Montenegro, vivió en las últimas horas un episodio extremo de lluvias que transformó calles, avenidas y aparcamientos en auténticos ríos urbanos. El cauce casi seco del río Grđevica se convirtió en un canal furioso que arrastró decenas de vehículos desde un aparcamiento ubicado en su lecho, mientras los barrios más bajos quedaron anegados por la riada.
Los conductos, alcantarillas y canales de evacuación estaban saturados e incluso obstruidos por sedimentos arrastrados desde las zonas elevadas. En pleno centro de Budva la circulación quedó prácticamente detenida y el agua alcanzó cotas peligrosas.
Desborde del río Grđevica: escena de caos
El lecho del río Grđevica -habitualmente seco- fue utilizado como aparcamiento improvisado durante años, debido a la falta de espacios para vehículos en Budva, y la construcción desordenada en torno al cauce. Precisamente en ese aparcamiento, decenas de autos fueron arrastrados por la corriente, lo que generó imágenes impactantes y provocó la intervención inmediata de servicios municipales.

Desde la municipalidad se informó que la mayoría de los vehículos fueron retirados y se instalaron barreras para impedir el acceso nuevamente al lecho. Los habitantes de zonas como Velji Vinogradi y Babin Do relataron que la lluvia había generado una fuerte corriente que avanzó como un río por las calles, mientras la construcción en las zonas de colinas bloqueó los canales naturales de evacuación del agua.
Operativo de emergencia y daños estructurales
Tras el episodio, la municipalidad de Budva activó un operativo de emergencia para liberar alcantarillas y canales de drenaje, remover sedimentos y reabrir el tránsito en las zonas afectadas. Se retiraron troncos, piedras y materiales de construcción arrastrados que agravaron la situación en calles y sótanos de viviendas.
La limpieza resultó más compleja de lo habitual debido a la cantidad de grava, arena y escombros que llegaron junto con el agua, producto de la pendiente y obras en zonas elevadas. La municipalidad también advirtió que la saturación del suelo y el río no se limitan al momento del episodio: el riesgo de deslizamientos o nuevas corrientes permanece alto, por lo que se pidió a los residentes no subestimar la situación.
Alerta meteorológica y riesgos futuros
Los pronósticos para los próximos días en Budva son desfavorables: se espera una probabilidad elevada de nuevas lluvias intensas, lo que mantiene a la ciudad en estado de alerta máximo. Esto es especialmente preocupante teniendo en cuenta que el sistema de drenaje quedó comprometido y el suelo aún está saturado.
Flooding in Budva, Montenegro this morning...pic.twitter.com/x2j4lAwbVW
— Volcaholic (@volcaholic1) November 19, 2025
Expertos en meteorología señalan que este tipo de tormentas de corta duración pero intensidad extrema —que descargan gran volumen de agua en poco tiempo— se hará cada vez más frecuente en la región mediterránea. Las mismas estarían impulsadas por el calentamiento del mar Adriático y mayor humedad atmosférica.
Turismo, infraestructura y la cuenta pendiente
Budva, destino turístico clave en la Riviera Adriática, ve cómo este tipo de eventos no solo interrumpe la vida cotidiana, sino que también impacta en la economía local y en la imagen de la ciudad. Zonas hoteleras, paseos costeros y servicios públicos se han visto afectados, lo que obliga a actuar con rapidez para restablecer normalidad antes del flujo de visitantes.
La tormenta ha dejado al descubierto la necesidad urgente de adaptar la infraestructura: mejorar el drenaje pluvial, regular las construcciones en zonas de riesgo, proteger los cauces naturales y crear sistemas de alerta temprana. Si Budva quiere seguir siendo un destino viable frente a un clima que cambia con rapidez, tiene que responder con inversiones y planificación.