Lluvias intensas redefinen la campaña agrícola: trigo bajo riesgo y maíz temprano con el mejor arranque en años
Las precipitaciones recargan los perfiles y mejoran el trigo, la cebada y el girasol, pero el exceso en el este de la región núcleo amenaza con pérdidas y atrasos en la siembra de maíz.

El clima vuelve a colocar al agro argentino en un escenario de contrastes. El norte y noroeste bonaerense podrían recibir entre 90 y 130 milímetros de agua acumulada entre el fin de semana y mediados de la próxima semana.
Desde la entidad rosarina resumen la magnitud del fenómeno destacando que “este invierno triplicó los valores normales de lluvias y es necesario retroceder hasta 2015 para encontrar uno con más agua acumulada. Ese dato sintetiza un cambio de etapa: después de tres campañas marcadas por sequía, ahora es el exceso de agua el que se convierte en amenaza.
El trigo: entre la foto ideal y la sombra de los excesos
El informe de la BCR muestra que el 85 % de los trigos de la región núcleo está en estado excelente y el 15 % en buen estado. Los cuadros macollan con una energía poco vista en años recientes y en muchos lotes se proyectan rindes superiores a los 50 quintales por hectárea.

A su vez, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC) también destacó una mejora general en la condición de los trigos tras las lluvias de agosto, que recargaron los perfiles. En su último informe agrícola señaló que el cultivo transita con mejores perspectivas que el año pasado, aunque sigue bajo riesgo por los excesos en zonas deprimidas y por la presión sanitaria que generan las condiciones húmedas.
Dos cultivos que responden al agua
La BdeC resaltó además que la cebada y el girasol muestran una mejora respecto al ciclo anterior. En cebada, los perfiles cargados favorecieron el crecimiento y redujeron el riesgo de estrés hídrico temprano.
De este modo, la fina y los cultivos de verano se mueven en un equilibrio delicado. Lo que para algunos representa la consolidación de un buen piso productivo, para otros significa un riesgo de pérdida de plantas o de atraso en las labores.
Entusiasmo bajo amenaza para el maíz temprano
En la región núcleo, la BCR confirma un regreso del maíz temprano a niveles históricos, ya que con los perfiles hídricos recargados la intención de siembra se eleva a 1,9 millones de hectáreas, frente a 1,6 Mha del ciclo pasado. El 92 % de esa superficie se destinaría a fechas tempranas, un cambio respecto a campañas previas donde predominaban las siembras tardías por falta de agua.
Los ingenieros de Corral de Bustos celebran: “hacía años que no podíamos sembrar en septiembre. Con el agua en los perfiles se vuelve a buscar potencial y se acomoda el periodo crítico en un momento menos vulnerable al estrés termohídrico”.
Hermoso dia para arrancar la Siembra del maíz @pammpa30 @SabrinaPatt14 pic.twitter.com/CRNdixZNub
— Saman1986 (@samanpatt) August 27, 2025
En la misma línea, la BdeC destacó que la campaña 2025/26 del maíz temprano arranca con el mejor escenario en años. Los suelos cargados permiten proyectar rindes superiores a los 100 quintales por hectárea, e incluso en algunas zonas los productores fertilizan pensando en metas de 120 qq/ha.
Pero la amenaza sigue latente: en María Susana reconocen que “las lluvias anunciadas pueden hacernos perder la primera semana de siembra de septiembre”. En Pergamino, los ingenieros prefieren esperar para evaluar y advierten que “habrá que ver qué volumen de agua deja el evento de lluvias pronosticado”.
Un mapa de contrastes regionales
La red de estaciones meteorológicas de la BCR confirma un escenario heterogéneo para la región más importante del país desde el punto de vista productivo. Además, vale la pena poner el ojo en esta zona porque es la que recibirá probablemente la mayor cantidad de agua en los próximos fenómenos climáticos.
- Subzona I (Carlos Pellegrini, María Susana): suelos saturados, riesgo de enfermedades en trigo y la siembra de maíz temprano podría demorarse.
- Subzona II (Bigand, Bombal): trigos en muy buen estado, aunque aparecen encharcamientos y se detecta mancha amarilla.
- Subzona III (Pergamino): el agua drena mejor, pero los excesos podrían condicionar la siembra de maíz.
- Subzona IV (General Villegas): sin problemas de excesos. Una lluvia moderada sería positiva.
- Subzona V (Corral de Bustos): entusiasmo por volver a sembrar maíz temprano. “Es un año que se acomoda a lo que era usual”, señalan los técnicos.
La BdeC, en paralelo, observa un comportamiento similar a nivel nacional: la franja oeste, con déficits hídricos históricos, recibe este exceso como una recuperación largamente esperada. En cambio, en el este, la saturación ya compromete lotes y amenaza con recortar rindes.
¿Se vienen dos tormentas en una semana?
El agro argentino enfrenta nuevamente un dilema: por un lado, las lluvias de agosto permitieron mejorar la condición de trigo, cebada y girasol, y ofrecen al maíz temprano la posibilidad de arrancar con el mejor escenario en cinco años. Por otro, los excesos en el este de la región núcleo amenazan con recortar parte de ese potencial y generar atrasos en la gruesa.
Según las entidades bursátiles, la primera tormenta se desataría entre el sábado 30 y el lunes 1, con lluvias que se extenderán por toda la región pampeana. Luego, entre el martes 2 y el miércoles 3 de septiembre, un segundo frente podría sumar nuevos milimetrajes.
Los acumulados totales oscilarían entre 90 y 130 mm en el norte y noroeste bonaerense, epicentro de la preocupación y las temperaturas también acompañarán este cambio: máximas de 23 a 26°C caerán a 18-22°C, mientras que las mínimas se ubicarán entre 11 y 15°C, con un leve descenso en el centro y oeste. Condiciones que, más allá de lo atmosférico, tendrán un efecto directo sobre las labores agrícolas.