¿Qué tienen que ver los baños con el cambio climático?

El Día Internacional del Retrete, o inodoro como lo llamamos en Argentina, se celebra cada 19 de noviembre. Este invento es clave para mantener saludable a las comunidades, pero las inundaciones, la sequía y el aumento del nivel del mar amenazan los sistemas de saneamiento.

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Los desechos humanos no tratados salen al medio ambiente y propagan enfermedades crónicas y mortales

El Día Mundial del Retrete es una celebración de las Naciones Unidas que homenajea a los inodoros y crea conciencia sobre los 4.200 millones de personas que aún viven sin acceso a un saneamiento gestionado de forma segura. Cada 19 de noviembre se recuerda la importancia y necesidad de tomar medidas para abordar la crisis mundial del saneamiento y lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: agua y saneamiento para todos en 2030.

A pesar de que este invento se conoce desde hace 250 años, millones de personas en todo el mundo todavía utilizan baños inadecuados y poco fiables, o practican la defecación al aire libre. Los desechos humanos no tratados salen al medio ambiente y propagan enfermedades crónicas y mortales. Los sistemas de saneamiento sostenibles, combinados con las instalaciones y el conocimiento para practicar una buena higiene, son una fuerte defensa contra el COVID-19 y futuros brotes de enfermedades.

“En todo el mundo, una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable salubre, dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica destinada a lavarse las manos con agua y jabón, y más de 673 millones de personas aún defecan al aire libre.” -Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Además, los efectos del cambio climático ponen en riesgo a los sistemas de saneamiento, tanto a los inodoros como a las fosas sépticas y las plantas de tratamiento. Por ejemplo, las inundaciones pueden dañar los inodoros y esparcir los desechos humanos en los suministros de agua, cultivos alimentarios y hogares. Estos incidentes, que son cada vez más frecuentes a medida que se agrava el cambio climático, provocan emergencias de salud pública y degradación del ambiente.

La pandemia de la COVID-19 manifestó la importancia vital del saneamiento, la higiene y un acceso adecuado a agua limpia para prevenir y contener las enfermedades. Todas las personas del mundo deben tener un saneamiento sostenible que pueda resistir el cambio climático y mantener a las comunidades saludables y funcionando.

¿Cómo es un sistema de saneamiento sostenible?

A nivel mundial, el 80% de las aguas residuales generadas por la sociedad regresa al ecosistema sin ser tratada ni reutilizada. Las aguas residuales de los inodoros contienen agua, nutrientes y energía valiosos. Los sistemas de saneamiento sostenible también hacen un uso productivo de los desechos para impulsar la agricultura de manera segura y reducir y capturar las emisiones para obtener energía más verde.

El saneamiento sostenible comienza con un inodoro que capture de manera efectiva los desechos humanos en un entorno seguro, accesible y digno. Luego, los desechos se almacenan en un tanque, que puede ser vaciado más tarde por un servicio de recolección o transportado por tuberías.

“Más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación. Cada día, alrededor de 1000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene.”- Organización de las Naciones Unidas (ONU)

La siguiente etapa es el tratamiento y la eliminación segura. La reutilización segura de desechos humanos ayuda a ahorrar agua, reduce y captura las emisiones de gases de efecto invernadero para la producción de energía y puede proporcionar a la agricultura una fuente confiable de agua y nutrientes.

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