Los últimos lugares de la Tierra con noches totalmente estrelladas: ¡fantástica colección de fotos de un astrofísico!

El astrofísico y fotógrafo documental Jordi Busqué compartió 11 fotografías del cielo nocturno. En la selección, incluye varios lugares de América del Sur, y en particular de Argentina. ¡Mirá las imágenes!

Jordi Busqué
Autorretrato de Jordi Busqué en el salar de Uyuni, Bolivia. Crédito: Jordi Busqué

El astrofísico y fotógrafo documental Jordi Busqué viaja actualmente por el mundo como fotógrafo documental y comunicador científico, en busca de los últimos lugares de la Tierra donde todavía se pueden ver noches verdaderamente oscuras y estrelladas.

En una columna para BBC Travel, Busqué cuenta que siempre lo ha fascinado la astronomía. “Cuando era niño, pasaba una semana cada verano en el pueblo de mi abuela, un pequeño lugar llamado Peñarroyas en la provincia de Teruel, España. El cielo nocturno era increíble, con tantas estrellas que ni siquiera podía distinguir las constelaciones principales. Era tan impresionante como saltar en un cohete e ir al espacio. Unos años más tarde, tomé mis primeras fotografías del centro de la Vía Láctea elevándose detrás de las colinas que rodean el pueblo.”

Con el tiempo Jordi Busqué se convirtió en astrofísico, lo que hizo que la experiencia de estar ahí fuera, bajo las estrellas, sea aún más significativa para él.

Los 11 lugares con cielo más oscuro en el planeta

Desde Marruecos hasta la Patagonia argentina, Busqué nos comparte estas 11 fotografías fantásticas, que revelan algunos de los últimos santuarios de cielo oscuro del mundo y ofrecen una visión de la majestuosidad que una vez envolvió a la humanidad.

Desierto de Atacama, Chile

La imagen fue tomada en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, a una altitud de casi 4.000 m. La vista panorámica de la Vía Láctea muestra su trayectoria a través del cielo.

Jordi Busqué
Desierto de Atacama, Chile. Crédito: Jordi Busqué

“El desierto de Atacama es una de las zonas más secas del mundo y ofrece una de las tasas más altas de días soleados. Eso significa que no hay nubes por la noche, lo cual es esencial si quieres fotografiar las estrellas”, indica Busqué.

En el lado izquierdo de la foto se puede ver el centro de la Vía Láctea, que es la parte más brillante de la galaxia.

Norte de Chile

El autor cuenta que capturó esta foto hace mucho tiempo en un pueblo abandonado en el norte de Chile, donde las noches se habían vuelto oscuras una vez más.

Jordi Busqué
Chile. Crédito: Jordi Busqué

En el cielo se puede observar la parte de la constelación de la Osa Mayor. Es una de las constelaciones visibles tanto desde el hemisferio norte como desde el hemisferio sur. Aquí está al revés respecto a cómo se vería en ese momento desde el norte.

Afortunadamente, el charco de agua en el suelo refleja la Osa Mayor en la posición vertical.

Islas Canarias, España

Gracias a su brillo, el centro de la Vía Láctea es relativamente fácil de observar.

Jordi Busqué
Islas Canarias, España. Crédito: Jordi Busqué

Desde el hemisferio norte, se ve mejor durante el verano mirando hacia el sur, como se muestra en esta fotografía tomada desde las Islas Canarias de España.

Desiertos de sal del altiplano boliviano

Esta fotografía fue capturada en los desiertos de sal del altiplano boliviano, a una altitud de aproximadamente 3.700 m.

Jordi Busqué
Altiplano boliviano. Crédito: Jordi Busqué

Una de las pruebas de calidad más desafiantes para un cielo nocturno es la visibilidad de la luz zodiacal, que es mucho más débil que la Vía Láctea.

Luz zodiacal:
resulta de la luz del Sol que se refleja en las partículas de polvo que flotan dentro de nuestro sistema solar y aparece como un resplandor tenue, estrecho y de forma algo triangular en el cielo nocturno, que se extiende hacia arriba desde el horizonte.

En primavera, puede verse la luz zodiacal aproximadamente una hora después del atardecer y en otoño aproximadamente una hora antes del amanecer.

Sólo en primavera y otoño se extiende verticalmente hacia arriba desde el horizonte. Durante el verano y el invierno, el resplandor forma un ángulo más pequeño con el horizonte y no llega tan alto en el cielo.

Campo de cactus gigantes en Bolivia

Cuando estás en lugares verdaderamente oscuros, puedes ver galaxias a simple vista, dice Busqué. La forma blanca parecida a una nube en el centro de la foto se llama Gran Nube de Magallanes. Es una galaxia enana y un satélite de nuestra Vía Láctea.

Jordi Busqué
Campo de cactus gigantes, Bolivia. Crédito: Jordi Busqué

Antonio Pigafetta, que acompañó la circunnavegación del mundo de Fernando de Magallanes entre 1519 y 1522, fue el primero en informar de su aparición a los europeos, que desconocían su existencia, ya que sólo es visible desde el hemisferio sur.

Tierra del Fuego, Argentina

En algunos lugares casi parece que se pueden tocar las estrellas. Esa era la sensación que quería transmitir con esta imagen de estrellas reflejadas en una poza de marea en la costa argentina de Tierra del Fuego”, indicó el astrofísico.

Jordi Busqué
Tierra del Fuego, Argentina. Crédito: Jordi Busqué

La región es conocida por sus fuertes vientos, por lo que seguí el pronóstico de viento durante muchos días para maximizar mis posibilidades de lograr condiciones de agua estables y, por lo tanto, un reflejo claro”, agregó.

Cerro Torre, Argentina

Busqué indicó que le tomó tres visitas capturar esta foto del Cerro Torre, el pico legendario de Los Andes patagónicos en Argentina, ya que el pico a menudo está envuelto en nubes.

Jordi Busqué
Cerro Torre, Argentina. Crédito: Jordi Busqué

Aquí se pueden ver los diferentes colores de las estrellas, que proporcionan información sobre la temperatura de su superficie y, hasta cierto punto, la etapa de sus ciclos de vida.

Oasis en el Sahara

“Aquí puedes ver formas parecidas a nubes que son visibles a simple vista. Pero las formas guardan un secreto que sólo se revela cuando se utilizan un telescopio o binoculares”, afirmó el fotógrafo.

Jordi Busqué
Oasis en el Sahara. Crédito: Jordi Busqué

Galileo Galilei fue la primera persona en hacer esto (con su pequeño telescopio casero) en 1610 y descubrió que las nubes de luz son en realidad densos enjambres de millones de estrellas individuales.

Marruecos

Aquí, en la costa atlántica de Marruecos, se puede ver el brillo muy suave que produce la luz de las estrellas, que es más fuerte de cara al mar que de cara a tierra.

Jordi Busqué
Marruecos. Crédito: Jordi Busqué

“La contaminación lumínica molesta a los astrónomos, pero también a otras criaturas nocturnas como las crías de tortugas marinas, polillas y luciérnagas”, afirma Busqué.

Los Pirineos

En Europa cada vez es más difícil encontrar lugares sin contaminación lumínica. Lo mejor que podemos esperar es encontrar un lugar donde al menos una parte del cielo permanezca oscura, indica el autor.

Jordi Busqué
Los Pirineos. Crédito: Jordi Busqué

Lugares así todavía existen en algunas zonas rurales montañosas, como los Pirineos, donde tomó esta fotografía en un cementerio para transmitir la sensación de eternidad que a menudo se obtiene al mirar las estrellas.

Autorretrato en el salar de Uyuni, Bolivia

Para el final, Jordi Busqué deja un autorretrato tomado en el salar de Uyuni en Bolivia (imagen de portada) y comparte sus sensaciones: “cuando te acuestas y miras hacia arriba en un lugar sin árboles u otros objetos altos, tu campo visual sólo contiene estrellas y es muy fácil imaginar que simplemente estás flotando en el espacio o en la superficie de la Luna. Mirar hacia una noche estrellada ofrece un cambio de perspectiva y nos insta a reevaluar nuestras prioridades.”

Agregó finalmente que “Maravillarnos ante la inmensidad del cielo nocturno nos recuerda que nuestro planeta es un lugar excepcional. En la brevedad de nuestras vidas, en comparación con los cuerpos celestes, debemos ser conscientes de nuestro viaje en la Tierra.”

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