El cambio climático y sus posibles efectos sobre El Niño y La Niña

Científicos realizan mediciones, simulaciones, y un análisis exhaustivo de datos para lograr responder: ¿cómo el cambio climático afectó al fenómeno ENSO, y qué podemos esperar con esa condición para El Niño/La Niña en el futuro cercano?

El cambio climático y sus posibles efectos sobre El Niño y La Niña ENSO ENOS
Representación esquemática. El forzante 'cambio climático' realiza un 'empuje' que se traduce en una modificación de la oscilación de El Niño y La Niña. Resulta una mayor amplitud y frecuencia de oscilación de estos fenómenos. Ilustración de Anna Eshelman, NOAA Climate.gov

Para situarnos, recordemos que los registros de la ocurrencia del fenómeno conocido como El Niño Oscilación del Sur (ENOS, o ENSO en inglés), existen desde mucho antes que la actividad antropogénica desmedida aumente la concentración de los gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, que provoca un calentamiento cada vez mas acelerado del globo.

Los primeros registros oficiales de ENSO fueron reportados en 1892, un capitán peruano notó la existencia periódica de una corriente marina cálida en las costas normalmente frías del Perú. Y hay registros más antiguos asociados, por ejemplo, en 1789 y 1793 observadores de la época reportaron graves sequías en Asia, Australia, México y el sur de África, se sospecha que dicho fenómeno pudo haber causado la hambruna que precedió a la Revolución Francesa.

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El estado actual del fenómeno ENOS, para el trimestre julio-agosto-septiembre 2023, es de transición hacia una fase El Niño, con un 94% de probabilidad. Imagen: SMN.

ENSO es un fenómeno natural, caracterizado por la fluctuación de la temperatura superficial del mar (TSM) en la zona centro y este del Pacífico ecuatorial, asociado a cambios en la atmósfera. Este fenómeno tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo, y cambia según sea su fase: 'El Niño' (fase cálida), 'La Niña' (fase fría), y Neutro (fase neutral).

Se declara El Niño/La Niña cuando la TSM en el Pacífico oriental tropical aumenta/disminuyen 0.5°C por encima/por debajo del promedio varios meses consecutivos (5 trimestres).

El destacado científico de la NOAA, investigador Mike McPhaden, explica en su blog, que durante más de 30 años los investigadores del clima han estado desconcertados sobre cómo el cambio climático (CC), forzado por el ser humano por su emisión desmedida de GEI, afecta al fenómeno natural ENSO. Se intenta responder a dos cuestiones importantes: si el cambio climático ya ha afectado a ENSO y, por otro lado, cómo afectará el CC a ENSO en el futuro.

El cambio climático: ¿ya ha afectado al ENSO?

El último informe del IPCC expone que aún no había evidencia clara de un impacto del CC en las anomalías de la TSM del Pacífico tropical relacionadas con ENSO. Sin embargo, un estudio reciente publicado en Nature Reviews Earth and Environment, por Wenju Cai et al., revisan esta pregunta analizando estudios anteriores y realizando nuevas investigaciones para brindar información adicional sobre este importante cuestionamiento.

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Los picos/valles que marcan la alternancia entre El Niño/La Niña en los últimos 50/60 años se destacan por una mayor frecuencia y amplitud, que los observados hasta 1960. Gráfico: NOAA climate.gov-Datos: HadISST

ENSO tiene una periodicidad irregular, normalmente ocurre cada dos a siete años. Las oscilaciones entre El Niño y La Niña han sido mayores en las últimas décadas, y el CC podría ser uno de los causantes de ese cambio, según destacan los científicos.

Al mirar la serie de la TSM del océano Pacífico en la región 3-4, (registro instrumental desde el 1900 hasta 2023), se percibe un cambio en la forma del gráfico desde aproximadamente 1960.

Han notado que el período más reciente del registro de TSM observado en regiones clave del índice ENSO, como Niño-3.4, exhibe una variabilidad de mayor amplitud que la primera parte del registro. Los últimos 50-60 años parecen ser más enérgicos, con mayores oscilaciones hacia arriba y hacia abajo que en el periodo 1900 a 1960.

Cai y sus colegas destacan este punto utilizando varias fuentes de datos y métodos diferentes, evidencia de que el patrón (gráfico anterior) es real, no solo un problema de calidad de los datos debido a la relativa escasez de datos antes de 1950.

¿Por qué existe una preferencia de mayor amplitud desde 1960?

McPhaden destaca en su blog que "esperamos que el CC ya haya tenido un impacto en ENSO, porque la atmósfera tiene ahora un 50% más de concentraciones de GEI (que atrapan el calor), que a comienzos de la Revolución Industrial. El desafío es burlar la parte forzada de la señal, fuera del ruido de fondo de las variaciones naturales de ENSO.

La pregunta no se puede responder solo con los datos en sí mismos porque el registro es demasiado corto, y cuanto más retrocedemos en el tiempo menos confiables se vuelven los datos. Ese aumento de variabilidad en los últimos años no significa automáticamente que el CC sea la causa, ya que podría ser solo el aumento y disminución natural de las variaciones del ciclo ENOS de una década a otra.

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Representación esquemática. Arriba: las fases de El Niño y La Niña en oscilación. Abajo: se le suma el forzante del CC, ese 'empuje' resulta en una mayor frecuencia y amplitud de oscilación. Crédito: Ilustración de Anna Eshelman, NOAA Climate.gov

Es por eso que Cai y sus colegas perfeccionan el método de análisis, utilizan simulaciones de varios siglos, de la última generación de modelos climáticos, combinados con técnicas de análisis sofisticadas, para abordar esta pregunta, y así simular razonablemente aspectos clave de la dinámica observada y el comportamiento estadístico de ENSO.

Los autores obtuvieron un resultado consistente: existe una alta probabilidad de que las variaciones de ENSO hayan aumentado en amplitud hasta en un 10% desde 1960, debido al aumento observado de las concentraciones de GEI en la atmósfera.

El 10% parece un porcentaje menor, pero impulsa a la fluctuación climática anual más fuerte y más relevante para la sociedad en el planeta. Combinado con otras formas en que el CC ha afectado los impactos de ENOS, este ciclo amplificado se traduce en sequías, inundaciones, olas de calor, incendios forestales y tormentas severas más extremas y frecuentes, como las que observamos durante La Niña que acaba de finalizar, explica McPhaden en su blog.

¿Cómo afectará el cambio climático a ENSO en el futuro?

Dado que el ENSO involucra la interacción entre el mar y la atmósfera, esa retroalimentación se vuelve más fuerte en un mundo más caliente. Se espera que el efecto de los GEI en el futuro sea más fuerte de lo que ha sido hasta ahora; cuanto más marcado es el forzante más evidentes se vuelven sus impactos.

Es probable que las variaciones de ENSO se vuelvan aún más fuertes con el avance del siglo (en un 15-20%), si las concentraciones de GEI en la atmósfera continúan aumentando.

Con ese escenario, las capas superiores del Pacífico tropical se calientan más rápido que el océano más profundo. La capa superficial más cálida aumenta la precipitación y juntas aumentan la estratificación de la densidad de la parte superior del océano, haciéndola más sensible a la fuerza del viento.

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En el septiembre-octubre-noviembre de 1997, bajo un El Niño (fuerte), las provincias del norte del litoral argentino tuvieron un superávit de 500 mm por encima de los valores normales. Fuente: SMN

Así, el acoplamiento océano-atmósfera se vuelve más fuerte, haciendo que las oscilaciones entre El Niño y La Niña sean más extremas, y con eso un ambiente más hostil para la sociedad.

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