Científicos desarrollan drones que logran detectar concentraciones dañinas de protector solar en el mar

Un grupo de científicos españoles desarrollan drones con sensores UV para detectar concentraciones dañinas de protector solar en aguas costeras, y avanzar hacia un índice ambiental que guíe la gestión de playas.

Científicos desarrollan drones que logran detectar concentraciones dañinas de protector solar en el mar
Científicos desarrollan drones que logran detectar concentraciones dañinas de protector solar en el mar. Imagen esquemática, MYL Studio.

A esta altura del siglo XXI todos aprendimos (o la gran mayoría), sobre la importancia del uso del protector solar para cuidar nuestra salud, pero lamentablemente algunas de estas cremas (no todas), son perjudiciales para el ambiente.

Científicos desarrollan criterios de sostenibilidad ambiental basados en pruebas de toxicidad, frente al daño que los fotoprotectores causan en los ecosistemas marinos.

Las cremas usadas como protector solar terminan, inevitablemente, en el mar y algunas contienen compuestos químicos que dañan severamente al ecosistema marino. Un grupo de científicos propone soluciones a la industria cosmética y a las entidades gestoras de los espacios costeros.

La ecotoxicología está desentrañando el impacto de los filtros ultravioleta (UV) de las cremas solares, contaminantes emergentes que ya alcanzan el océano por toneladas, y por qué evaluar formulaciones completas es clave. También se destaca el salto tecnológico con la aplicación de drones equipados con un espectrofotómetro UV, capaz de detectar crema solar en la superficie, calibrado con muestras in situ, y su integración en un índice de calidad de playas pensado para gestores municipales.

Científicos desarrollan criterios de sostenibilidad ambiental basados en pruebas de toxicidad, frente al daño que los fotoprotectores causan en los ecosistemas marinos.
Científicos desarrollan criterios de sostenibilidad ambiental basados en pruebas de toxicidad, frente al daño que los fotoprotectores causan en los ecosistemas marinos. Créditos: SunScreen Index

A partir de estos avances, la investigación propone protocolos de seguridad ambiental para la industria cosmética (el proyecto Sunscreen-Index) y un “semáforo” costero (proyecto TurisDron) que combine múltiples variables, desde fotoprotectores hasta microplásticos, para decidir medidas cuando se superen umbrales críticos. Todo, bajo el enfoque One Ocean, One Health, que vincula la salud del océano con la nuestra.

Ecotoxicología de fotoprotectores

Cada verano, parte de lo que aplicamos en la piel termina en el mar, y los filtros UV de las cremas, identificados hace tiempo como dañinos para distintos ecosistemas marinos, se comportan como contaminantes emergentes. No están aún catalogados formalmente como contaminantes en la legislación vigente y, además, los sistemas de depuración doméstica no disponen de tecnología para retenerlos eficazmente. La consecuencia es su presencia creciente en aguas litorales y su potencial interacción con otros generadores de estrés (estímulos negativos).

El objetivo es que la industria decida con información objetiva qué lanzamientos ofrecen mejores garantías ambientales, y que esa evaluación se vuelva estándar.

Para reducir ese impacto sin renunciar a la vital y extremadamente necesaria fotoprotección humana, el grupo de Ecotoxicología del ICMAN-CSIC impulsa Sunscreen-Index, que define protocolos para evaluar ambientalmente los productos desde su diseño. A diferencia de estudios centrados en un único compuesto, aquí se analiza la formulación comercial completa, porque las mezclas pueden aumentar o disminuir la toxicidad respecto de cada ingrediente por separado. +

Los protectores solares 'ocean fiendly' o 'reef friendly', son aquellos biodegradables que respetan el ecosistema marino y que no contienen ingredientes que puedan perjudicar la vida marina, como los corales.

La estandarización, sin embargo, choca con barreras concretas como: falta de colaboración del sector, diversidad de composiciones entre marcas y líneas, y un etiquetado europeo que, al tratarse de cosméticos, no obliga a identificar los activos como sí ocurre en EE.UU, por ejemplo. A ello se suman reclamos de sostenibilidad ambiguos en envases que no reflejan la composición de la crema. Estas limitaciones dificultan comparar productos y fijar protocolos universales de toxicidad.

Simular el mar en el laboratorio

Los ensayos muestran que no todas las cremas se comportan igual y que la toxicidad depende de variables ambientales. Entre ellas, destacan la temperatura y los cambios de radiación UV entre día y noche, que alteran reacciones fotoquímicas y bioacumulación. Este matiz es crucial: el mismo producto puede tener efectos distintos según el régimen térmico y lumínico del agua, lo que obliga a recrear condiciones realistas para que los resultados sean transferibles a protocolos de seguridad.

protectores solares 'ocean fiendly' o 'reef friendly', son aquellos biodegradables que respetan el ecosistema marino
Los protectores solares 'ocean fiendly' o 'reef friendly', son aquellos biodegradables que respetan el ecosistema marino

Otro punto sensible es la etapa de vida de los organismos marinos. La mayoría de estudios se focalizan en fases aisladas (adulta o larvaria), pero Sunscreen-Index incorpora el ciclo completo, porque la vulnerabilidad cambia a lo largo del desarrollo. Así, se pueden captar efectos subletales y acumulados que de otro modo pasarían desapercibidos, y definir umbrales de riesgo más finos para especies clave en las tramas tróficas litorales.

En conjunto, esta ecotoxicología “de sistemas” (mezclas reales, condiciones ambientales realistas y ciclos completos de vida), no busca una lista negra universal, sino criterios reproducibles que permitan comparar productos, orientar reformulaciones y reducir el riesgo sin comprometer la eficacia fotoprotectora que protege la salud humana.

La pieza clave es un espectrofotómetro ultravioleta miniaturizado (proyecto SEN2SUNSCREENS) acoplable al dron
La pieza clave es un espectrofotómetro ultravioleta miniaturizado (proyecto SEN2SUNSCREENS) acoplable al dron. Imagen esquemática, MYL Studio.

Los bloqueadores solares 'reef friendly' están creados a partir de los filtros solares minerales con óxido de zinc y dióxido de titanio y sin nanopartículas. Estos “filtros minerales”, son bloqueadores solares naturales que protegen reflejando la luz desde la superficie, sin llegar a ser absorbidos por la piel.

Drones y teledetección

Mientras el laboratorio perfecciona protocolos, el Grupo de Oceanografía de Ecosistemas del ICMAN-CSIC desarrolla herramientas de monitorización aérea. Con el equipo de drones de la Unidad Operacional de Campo (OPECAM), que ya colaboró con el GADE del CSIC en emergencias como la erupción de La Palma (2021) o inundaciones por DANA (2024), se lanzan campañas sobre playas para medir, desde el aire, la huella de las cremas solares. Este esfuerzo se integra en TurisDron, que aspira a construir un índice de calidad ambiental de playas con base en teledetección.

La idea es que el índice permita a los gestores ambientales de los ayuntamientos, por ejemplo, saber si una playa ha rebasado un límite que requiera tomar medidas.", dijo Antonio Tovar Sánchez, investigador principal del proyecto.


La pieza clave es un espectrofotómetro ultravioleta miniaturizado (proyecto SEN2SUNSCREENS) acoplable al dron. Primero se demostró en laboratorio que el sensor distingue diferentes concentraciones de crema por la firma espectral de sus filtros UV. Luego, en pruebas estivales sobre La Caleta y Camposoto (Cádiz, España), se calibraron las mediciones aéreas con muestras de agua tomadas in situ, confirmando que el prototipo funciona en condiciones reales de playa.

Hasta la fecha no existía un dispositivo de teledetección capaz de detectar filtros solares en el agua. Este desarrollo abre oportunidades tanto para el mercado tecnológico como para administraciones públicas, al permitir vigilancia rápida, repetible y de alta resolución espacial sobre franjas costeras de gran afluencia.

“Semáforo de playa” para la salud del océano

TurisDron no se limita a los fotoprotectores, el índice previsto integrará nutrientes, metales pesados, microplásticos y densidad de bañistas, entre otras variables indicativas de presión humana. La idea es ofrecer un panel tipo semáforo que condense el estado ecológico del agua y alerte cuando se superen límites operativos que ameriten actuaciones. Para los municipios, significa pasar de diagnósticos puntuales a vigilancia operacional con umbrales definidos.

“Semáforo de playa” para la salud del océano
El proyecto consiste en un “Semáforo de playa” para la salud del océano.

Las herramientas están diseñadas para uso directo por gestores locales, desde el sensor embarcable hasta el propio índice, con interpretaciones sencillas y protocolos de actuación. La estandarización de flujos como vuelo, muestreo, calibración y reporte, facilitará comparar playas y temporadas, y priorizar inversiones (por ejemplo, mejorar duchas de playa, delimitar áreas sensibles o ajustar cargas de uso).

Todo se enmarca en One Ocean, One Health, estudiar componentes (salud de ecosistemas y especies) para integrarlos en la salud del océano como sistema, reconociendo que su estado repercute en la salud humana.

Los drones han ampliado el alcance de estas tecnologías, aportando la información necesaria para saber cuánto contaminamos y cuál es la salud de nuestros ecosistemas litorales, y orientar decisiones que preserven su calidad ecológica.

Referencia de la noticia

"La ciencia se vuelca en frenar el impacto de las cremas solares sobre el mar" Agencia SINC. 20 de octubre de 2025.