Cómo la creatividad puede ser tu mejor terapia antienvejecimiento: la ciencia lo explica
Los investigadores han logrado proporcionar una base biológica para lo que estudios anteriores ya habían sugerido: que la creatividad contribuye a mantener el cerebro más joven.

En el centro de Barcelona, en un callejón donde se filtran los últimos rayos de la tarde, un grupo de jóvenes espera la apertura de una tienda. Afuera, se oye el bajo de una canción moderna, acompañado por el eco de una voz femenina, enérgicamente monosilábica, que sigue el ritmo de la música. Sin que ella lo sepa, está contribuyendo a la longevidad de sus alumnos de una forma casi mágica, aunque científicamente comprobada.
En concreto, ralentiza sus relojes cerebrales: como ha demostrado un nuevo estudio, participar en una sesión de baile aumenta nuestras conexiones neuronales, lo que se relaciona con la ralentización del envejecimiento cerebral. Y esto aplica no solo a esta actividad, sino también a otras que implican creatividad, como cantar, el arte (en todas sus formas) o los videojuegos.
El equipo de investigadores, que incluía a Agustín Ibáñez, neurocientífico de la Universidad Adolfo Ibáñez de Santiago de Chile, utilizó relojes basados en datos de neuroimagen para medir la diferencia entre la edad cronológica y la edad cerebral de los participantes. Los resultados proporcionaron una base biológica a lo que estudios previos habían sugerido.
La creatividad está vinculada a un cerebro más joven
A sus 80 años, el líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, sigue dándolo todo en el escenario. Claro que su apariencia física no es la misma que en 1965, cuando su éxito "I Can't Get No Satisfaction" alcanzó el número uno en las listas mundiales, pero su secreto no tiene nada que ver con un supuesto pacto con el diablo: su transformación a través del entrenamiento y la disciplina son la base de estos enérgicos espectáculos. Pero ¿podría su devoción por la música haber jugado también un papel clave?

Hoy en día, es posible identificar si el cerebro de una persona envejece más rápido o más lento que el número de velas de cumpleaños, lo que se conoce como brechas de edad cerebral (BAG). Esto se logra gracias a los relojes cerebrales, que proporcionan una medida cuantitativa de la salud cerebral mediante datos de neuroimagen, como se mencionó anteriormente. Sin embargo, este modelo analítico aún no se ha aplicado al campo de la creatividad.
Para ello, los investigadores analizaron los relojes cerebrales de 1240 participantes de 10 países diferentes para estimar su edad cerebral. Posteriormente, analizaron el BAG de otras 232 personas, todas con perfiles creativos —desde bailarines de tango hasta músicos, artistas visuales y jugadores de videojuegos— y descubrieron que, en toda la muestra, quienes desarrollaron su creatividad presentaron un BAG negativo más bajo. En otras palabras, se observó una asociación entre el envejecimiento cerebral y el grado de experiencia creativa.
Durante décadas, la comunidad científica ha sugerido que la música o el arte podrían tener beneficios para la salud del cerebro, pero esta es la primera vez que un estudio aborda directamente la cuestión, apoyando finalmente la hipótesis: sí, estas actividades pueden retrasar el envejecimiento, y tener evidencia de ello podría contribuir al desarrollo de terapias basadas en la creatividad con efectos sorprendentes.
Un cerebro más joven puede ser la clave para una longevidad saludable
El envejecimiento es natural. Sin embargo, este inevitable proceso biológico debería ser motivo de preocupación si se produce rápidamente, ya que puede conducir al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Así pues, aunque la genética juega un papel importante en la predisposición a estas enfermedades, nuestros hábitos pueden ayudar a reducir los riesgos. En este sentido, actividades como bailar, pintar o incluso los videojuegos no solo estimulan la creatividad, sino que también activan múltiples regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la coordinación motora y las emociones. Esto promueve la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para adaptarse y generar nuevas conexiones), un proceso esencial para mantenerlo joven y funcional a lo largo de los años.
Referencia de la noticia
Coronel-Oliveros, C., Migeot, J., Lehue, F. et al. Creative experiences and brain clocks. Nature Communications (2025).