Curiosos vestigios de la evolucion que puedes encontrar en tu cuerpo

Todas las especies, para adecuarse a las necesidades del ambiente, han evolucionado dando origen a otras más complejas y mejor adaptadas. Nuestro cuerpo conserva vestigios de ese proceso. Veamos algunos.

Tubérculo de Darwin
El tubérculo de Darwin es un vestigio evolucionario que posee el 10.4 % de los adultos en España y el 40% de los adultos en la India. En Suecia lo poseen el 58 % de los niños. Es una característica común en la mayoría de los mamíferos y que les sirve para dirigir y captar mejor los sonidos.

No nos equivocamos si definimos al cuerpo humano como una máquina perfecta, calibrada a la perfección a lo largo de miles de años de mejoras continuas que han hecho que cada parte de nuestro cuerpo conforme una compleja red de sistemas que funcionan armoniosamente.

Y es que, desde el momento de su concepción, el ser humano actual evidencia una serie de huellas en sus órganos o señales en su comportamiento que han perdido la totalidad o la mayor parte de su función original, como producto de la evolución.

A estas estructuras, que hoy parecen no tener una función muy clara pero que en algún momento en la evolución de la humanidad debieron ser útiles, las denominamos estructuras u órganos vestigiales.

A continuación, veremos algunos de los principales vestigios evolutivos más sorprendentes o conocidos del cuerpo humano, y cómo podemos explicar su existencia desde la teoría de la evolución.

Apéndice

Es el órgano vestigial más conocido, ya que representa un riesgo de enfermedad grave que, de no ser detectada y tratada a tiempo (apendicitis), puede causar la muerte.

Apéndice
El apéndice es el órgano vestigial más conocido, y el que más peligro puede representar para la salud.

Se estima que el apéndice es un órgano remanente de nuestros ancestros herbívoros, que facilitaba la digestión de celulosa. Al pasar a una dieta omnívora, ese órgano fue atrofiándose al perder utilidad.

En la actualidad, se está tratando de determinar si el apéndice tiene alguna participación en la respuesta inmune y también en la conservación de la flora intestinal.

A nivel global se realizan más apendicetomías en mujeres que en varones, y la incidencia de apendicitis es menor en países en desarrollo que en aquellos desarrollados.

Muelas del juicio

No hay nada que resulte más inútil en el cuerpo humano que las muelas del juicio, otro vestigio evolutivo.

Cuando nuestros antepasados necesitaban de una buena mordida al comer para destrozar los alimentos que aún no cocinaban, eran necesarias. Pero desde el uso del fuego para ablandar los alimentos, ya no son necesarias.

Se las llama “muelas del juicio” porque salen en personas adultas, individuos maduros que ya tienen juicio. Por eso en inglés se las conoce como “wisdom teeth” o dientes de sabiduría.

Cola

Al final de nuestra columna vertebral se encuentra el coxis, hueso sacro o rabadilla, un conjunto de vértebras que es reminiscencia de la cola, una estructura muy común en la mayoría de los vertebrados.

Bebé con cola
En 2022, en el Journal of Pediatric Surgery Case Reports se publicó el caso de un recién nacido en México con una cola de 6 cm, la que le fue extirpada sin complicaciones

De hecho, todos los seres humanos en algún momento hemos tenido cola: al menos durante cuatro semanas en el inicio de nuestro desarrollo embrionario, pero estamos programados para perderla en las semanas siguientes mientras que sus vértebras se fusionan para conformar el coxis.

Aun así, hay casos en la literatura científica de recién nacidos que nacieron con una cola desarrollada de aproximadamente 6 centímetros de largo, las que fueron eliminadas quirúrgicamente sin consecuencias.

La literatura científica lleva registrados cientos de casos, siendo el más destacado el de un adolescente de 17 años de la India, con una cola de 18 centímetros.

Pezón masculino

Los pezones en el hombre no han tenido, tienen o tendrán función alguna. Es un órgano que no deriva de nuestra evolución como especie, sino que es producto del proceso de embriogénesis, ya que los fetos masculinos y femeninos se desarrollan de manera similar en las primeras seis o siete semanas de gestación.

Los cambios fisiológicos de la pubertad harán que las mujeres desarrollen las mamas y los pezones, mientras que, en los varones, al no albergar ninguna función no se desarrollan. Tampoco son perjudiciales o representan un riesgo para otras funciones esenciales en el organismo, quedando como órganos vestigiales.

Uno de cada 500 humanos tiene un tercer pezón.

Tercer párpado

Cerca del lagrimal, en la esquina interna del ojo se encuentra el repliegue semilunar, un engrosamiento de la conjuntiva ocular, la membrana que rodea y protege al ojo. Es un vestigio de la membrana nictitante o tercer párpado que está presente en algunos mamíferos, como los gatos, y algunos reptiles, peces o aves.

Tercer párpado
La membrana nictitante o tercer párpado, ya ha perdido su sentido en los humanos, pero está presente en muchos animales tales como gatos, reptiles, peces y aves

Esta membrana consiste en un párpado translúcido que sirve para lubricar el ojo y limpiarlo sin tener que cerrar los ojos y perder la visión brevemente.

En los animales acuáticos sirve para que puedan mantener los ojos abiertos cuando se encuentran bajo el agua, mientras que en las aves como el halcón peregrino, les protege los ojos cuando caen en picada a casi 400 km/h sin que les entre una basurita. En los camellos, esa membrana les permite poder moverse libremente durante las tormentas de arena sin cerrar completamente los ojos.

Los humanos conservamos esa membrana y los músculos que la mueven, pero ya no los usamos.

Orejas puntiagudas

Este vestigio evolutivo es conocido como orejas de elfo, tubérculo auricular, o tubérculo de Darwin, ya que su denominación proviene del naturalista británico, Charles Darwin.

No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio. Charles Darwin

Es un engrosamiento o abultamiento cartilaginoso que aparece en el proceso de gestación y que se localiza en el borde de la oreja. Es una parte vestigial frecuente en mamíferos, como los macacos. No implica ningún tipo de afectación auditiva, aunque se puede eliminar mediante procedimientos de cirugía plástica.

Vello corporal

El vello corporal era esencial para mantener calientes a los homínidos que vivían en climas fríos. En un clima más cálido, el vello corporal fue perdiendo su utilidad.

Vello corporal
El vello corporal aún cumple con la función de regular nuestra temperatura corporal, y sirvió como método de defensa para asustar e intimidad a un depredador al erizarse

Sin embargo en algunas partes el vello corporal aún conserva algunas funciones. El de las cejas evita que el sudor entre a los ojos, mientras que el vello en las axilas sirve para minimizar la irritación que hay por el roce de piel entre el brazo y el costado del tórax. Por eso aún se mantiene, como el vello púbico que cumple otras funciones esenciales, especialmente en la regulación de la temperatura y como protección ante infecciones.

Piel de gallina

Erizarse es un mecanismo de defensa habitual entre muchos animales para parecer más grandes y peligrosos ante una amenaza, para de esa forma intimidar y asustar. Pero como los humanos hemos perdido el vello corporal, ya no podemos asustar a nadie y esta función dejó de tener sentido, quedando sólo como un mecanismo vestigial que muchas veces, nos deja en evidencia.