El cerebro se recupera tras 7 meses de no consumir alcohol: estudio esperanzador para quienes combaten las adicciones

Un estudio reciente ofrece esperanza a quienes luchan contra el alcoholismo. La investigación demuestra que, tras dejar de beber, el cerebro puede reparar su estructura a un ritmo acelerado, especialmente durante el primer mes de abstinencia.

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Aquellos que dejaron de beber experimentaron un aumento en el grosor cortical con el tiempo.

El estudio, realizado en Estados Unidos, se centró en el grosor de la corteza cerebral, la capa externa del cerebro que juega un papel crucial en las funciones cognitivas superiores. Las personas con Trastorno de Consumo de Alcohol (TCA) suelen presentar un adelgazamiento en estas regiones.

Los resultados revelaron que aquellos que dejaron de beber experimentaron un aumento en el grosor cortical con el tiempo. Este proceso de reparación fue más rápido durante el primer mes y continuó durante 7,3 meses. Al finalizar este período, el grosor cortical de los participantes se acercó al de las personas sin TCA.

Si bien investigaciones anteriores habían sugerido la recuperación de algunas regiones cerebrales tras la abstinencia, este estudio aporta datos concretos sobre la rapidez con la que se produce este proceso.

"Los pocos estudios longitudinales que han examinado los cambios en el grosor cortical durante la abstinencia se limitan al primer mes de sobriedad", señala el equipo de investigación, liderado por el psiquiatra y científico del comportamiento Timothy Durazzo de la Universidad de Stanford.

Las alteraciones en la estructura y función del cerebro durante el consumo crónico de alcohol pueden dificultar que las personas dejen de beber, a pesar de sus mejores intenciones. Por ejemplo, la corteza prefrontal, un área involucrada en la planificación y la toma de decisiones, puede volverse menos activa, lo que dificulta que las personas con TCA tomen decisiones saludables.

En Estados Unidos, se estima que alrededor de 16 millones de personas padecen TCA, lo que representa un problema importante de salud pública.

El estudio incluyó a 88 personas con TCA a quienes se les realizaron escáneres cerebrales aproximadamente a la semana, al mes y a los 7.3 meses de abstinencia. Además, se analizaron a 45 personas sin historial de TCA para medir su grosor cortical al inicio y a los 9 meses, confirmando que las áreas medidas se mantuvieron constantes

Resultados del estudio

Los investigadores utilizaron un tipo de resonancia magnética (MRI) para obtener imágenes claras de la estructura interna del cuerpo, midiendo el grosor cortical de 34 regiones cerebrales en ambos hemisferios. Los resultados mostraron una recuperación generalizada del grosor cortical en personas con TCA después de 7.3 meses de abstinencia, siendo significativa en 25 de las 34 regiones analizadas. Además, 24 regiones presentaron un grosor similar al de los controles.

El estudio también encontró que la recuperación del grosor cortical ocurrió más lentamente en personas con TCA que padecían presión arterial alta o colesterol alto, así como en fumadores activos. No se observaron relaciones significativas entre los cambios en el grosor cortical y el abuso actual de sustancias distintas del alcohol, trastornos psiquiátricos o tabaquismo en el pasado.

El engrosamiento cortical ocurrió más lentamente en algunas partes del cerebro de personas con alcoholismo que también tenían presión arterial alta o colesterol alto. Lo mismo ocurrió con las personas con TCA que eran fumadores actuales.

Estos resultados brindan un aliento importante a quienes buscan recuperarse de la adicción al alcohol y destacan la importancia de la abstinencia para mejorar la salud cerebral. Aunque el tamaño de la muestra del estudio es pequeño y no representa una amplia diversidad, los hallazgos sugieren que la abstinencia sostenida tiene efectos beneficiosos sobre la morfología del cerebro humano y la recuperación.

Referencia de la noticia

Timothy C. Durazzo, Lauren H. Stephens, et.al. “Regional cortical thickness recovery with extended abstinence after treatment in those with alcohol use disorder”, Alcohol, https://doi.org/10.1016/j.alcohol.2023.08.011