El descubrimiento que reescribe la historia de las Américas: conoce esta ciudad ciudad en el desierto peruano

La recientemente descubierta ciudad de Peñico, en Perú, que data de aproximadamente 3.800 años, revela una civilización resiliente: muestra vínculos culturales entre la costa, los Andes y la Amazonía, y cooperación en respuesta al cambio climático.

excavación arqueológica en Perú
Excavaciones revelan una ciudad construida hace 3.800 años. Crédito: BBC Brasil.

A unas cuatro horas al norte de Lima, en el árido valle de Supe, un descubrimiento arqueológico realizado en julio de 2025 podría cambiar todo lo que sabíamos sobre las primeras civilizaciones de América. Las excavaciones dirigidas por la arqueóloga peruana Ruth Shady revelaron la existencia de Peñico, una antigua ciudad de 3.800 años de antigüedad construida por el pueblo Caral, la misma civilización responsable de Caral-Supe, reconocida como la cuna de la civilización americana.

El sitio de Peñico, aún en las primeras etapas de excavación, cuenta con 18 estructuras identificadas hasta el momento, incluyendo templos ceremoniales, residencias y plazas circulares. Más que un descubrimiento monumental, Peñico proporciona nueva evidencia de cómo el pueblo Caral sobrevivió a una grave crisis climática sin recurrir a la guerra, optando en cambio por una estrategia de adaptación y coexistencia pacífica.

"Peñico continúa la visión de la civilización Caral de una vida libre de conflictos", afirma Shady, quien ha estudiado la región durante más de 30 años. Esta perspectiva pacífica contrasta marcadamente con las culturas militarizadas que surgieron posteriormente en América, como los incas, los mayas y los aztecas.

La civilización Caral: raíces profundas y pacíficas

El pueblo Caral floreció hace más de cinco mil años en la árida costa peruana, estableciendo una sofisticada red de comercio y cultura entre la costa, los Andes y la selva amazónica. Caral-Supe, el principal centro urbano de la civilización, fue contemporáneo de las ciudades de Egipto y Mesopotamia, pero se destacó por no mostrar signos de conflicto armado.

vista del sitio arqueológico de la ciudad de Peñico, en Perú
La antigua ciudad de Peñico, en Perú, fue descubierta en julio de 2025. Crédito: Divulgación BBC Brasil.

Excavaciones previas revelaron que la sociedad Caral se organizaba en torno al consenso, los rituales comunitarios y la música. Cerca de 3.000 personas vivían en Caral, conectadas con las aldeas vecinas. Las plazas circulares y el anfiteatro antisísmico dan testimonio del ingenio arquitectónico del pueblo Caral, mientras que los sofisticados instrumentos musicales demuestran su riqueza cultural.

Entre los hallazgos, destacan flautas elaboradas con huesos de pelícano y decoradas con imágenes de animales amazónicos, evidencia del intenso intercambio intercultural. "Con estos instrumentos, recibían a personas de la selva, la sierra y la costa en rituales", informa Shady.

Enfrentando la crisis climática con cooperación

A pesar de su sofisticación, Caral no sobrevivió a una prolongada sequía de 130 años, parte de un cambio climático global que también afectó a otras grandes civilizaciones. Durante décadas, los arqueólogos creyeron que los Caral habían migrado masivamente a la costa, como sugieren los restos encontrados en el sitio de Vichama.

Sin embargo, el descubrimiento de Peñico ofrece una nueva hipótesis: parte de la población se trasladó valle arriba, hacia fuentes de agua de montaña, a solo 10 km de Caral-Supe. Peñico se construyó a 600 metros sobre el nivel del mar, cerca de glaciares que alimentaban ríos estacionales, una ingeniosa solución a la escasez.

Cabe destacar que, incluso en este contexto de crisis, no hay rastros de violencia ni fortificaciones en Peñico. La sociedad mantuvo sus prácticas culturales y produjo artefactos refinados, como esculturas femeninas pintadas con pigmento rojo, collares de cuentas y huesos tallados.

Una ciudad democrática en el desierto

La organización espacial de Peñico indica continuidad con los principios de Caral. Las plazas circulares, similares a las de Caral, sugieren un modelo de gobierno basado en el diálogo y la participación comunitaria. Para Ruth Shady, esta pudo haber sido una forma rudimentaria de democracia, dos milenios antes de Atenas.

sitio arqueológico
Una de las características más fascinantes de Caral y Peñico son sus plazas centrales circulares. Crédito: BBC Brasil.

Se ha construido un nuevo centro de visitantes en el sitio, con exhibiciones interpretativas y una arquitectura inspirada en las formas circulares de las plazas. Guías locales capacitados por el equipo de Shady guían a los visitantes por los sitios de Caral y Peñico, compartiendo conocimientos sobre política, religión, astronomía y agricultura.

"Peñico refuerza el mensaje de que es posible afrontar las crisis de forma colaborativa", afirma Shady. "Optaron por adaptarse y preservar la vida en lugar de involucrarse en conflictos. Es una lección muy oportuna".

Un mensaje urgente para el presente

Hoy en día, Perú depende de los mismos glaciares andinos que aseguraron la supervivencia del caral en Peñico. Sin embargo, según los glaciólogos, el país ya ha perdido el 56% de su hielo tropical en los últimos 58 años, lo que representa una amenaza real para el suministro de agua de millones de personas.

"Necesitamos cambiar nuestra relación con el medioambiente, como lo hicieron los caral", concluye Shady. "La historia de Peñico nos recuerda que la cooperación es posible, incluso en los momentos más difíciles".

La nueva y antigua ciudad del desierto aún está parcialmente enterrada, pero sus lecciones emergen con claridad: ante la crisis, la guerra no siempre es la única salida. Optar por la paz y la adaptación puede garantizar no solo la supervivencia, sino también la continuidad de la cultura y la dignidad humana.

Referencias de la noticia

- BBC Brasil. A recém-descoberta cidade desértica no Peru que está reescrevendo a história das Américas. 2025.