Expertos explican cuáles son las claves para lograr que las alertas frente a desastres por fenómenos naturales funcionen

Investigadores de la comunicación explican el enorme reto que significa lograr advertir a la población sobre peligros por fenómenos naturales destacados (como las inundaciones), y el papel del comportamiento humano en esto.

Expertos explican cuáles son las claves para lograr que las alertas frente a desastres por fenómenos naturales funcionen
Expertos explican cuáles son las claves para lograr que las alertas frente a desastres por fenómenos naturales funcionen


Los fenómenos meteorológicos extremos, y otros desastres que se desencadenan por fenómenos naturales extremos, son una realidad cada vez más frecuente en el mundo. Desde inundaciones repentinas hasta incendios forestales devastadores, la necesidad de alertar a la población de forma efectiva es crucial para salvar vidas y reducir pérdidas.

La clave del éxito de una alerta está en comprender la compleja interacción entre la ciencia que emite la alerta y el comportamiento humano.

Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos en los pronósticos, a menudo nos encontramos con que la respuesta de la gente frente a estas alertas no es la esperada. Nos preguntamos por qué es tan difícil lograr que la población reaccione de manera adecuada ante el peligro. La clave está en comprender la compleja interacción entre la ciencia que emite la alerta y el comportamiento humano.

Más allá del pronóstico: la ciencia de la comunicación de riesgos

La meteorología moderna ha logrado avances extraordinarios en la predicción de eventos extremos. Tenemos modelos numéricos cada vez más sofisticados que pueden anticipar con mayor precisión la trayectoria de una tormenta severa, el volumen de lluvia acumulada o las condiciones propicias para un incendio. Sin embargo, las alertas tempranas no terminan con la emisión de un pronóstico, ese es solo el primer paso en un proceso complejo que debe conducir a una respuesta efectiva de la población.

La comunicación de riesgos es fundamental, la forma en que se transmite el mensaje de alerta es tan importante como el mensaje en sí.

Aquí es donde entra en juego la ciencia de la comunicación de riesgos, un campo interdisciplinario que estudia cómo las personas perciben, interpretan y reaccionan a la información sobre peligros. No basta con explicar “por qué va a llover mucho y cuándo" o si "hay riesgo de incendios forestales"; la forma en que se transmite ese mensaje es tan importante como el mensaje en sí.

pronósticos de meteorología extrema alertas
La meteorología moderna ha logrado avances extraordinarios en la predicción de eventos extremos.

Un estudio publicado en Risk Analysis, explica que, la efectividad de una alerta depende no solo de su precisión, sino también de cómo los individuos comprenden la información, la confían y la consideran relevante para su situación personal. Con lo cual, el reto de hacer que las alertas de desastres por fenómenos naturales funcionen, no dependen solo de la tecnología y su uso combinado con la experiencia de los pronosticadores, sino también de otro elemento clave que es el comportamiento humano frente a la percepción del riesgo.

Factores humanos como obstáculo frente a una alerta efectiva

Varias barreras inherentes al comportamiento humano complican la tarea de lograr una respuesta positiva frente a las alertas de desastres por fenómenos naturales:

alertas meteorológicas
La importancia de la ciencia en la comunicación de riesgos
  • Uno de los mayores desafíos es la normalización del riesgo, o lo que los expertos llaman la "paradoja de la alerta". Si las personas han recibido muchas alertas que no resultaron en un desastre grave (lo que se conoce como "falsas alarmas"), tienden a volverse complacientes o a dudar de la credibilidad de futuros avisos.
    Esto no significa que las alertas fueran "falsas" en un sentido estricto, sino que la incertidumbre inherente a la predicción meteorológica puede llevar a que un evento pronosticado con baja probabilidad de ocurrencia extrema no se materialice con la intensidad esperada. Como resultado, la gente puede empezar a ignorar los mensajes futuros, incluso cuando el peligro es real y significativo.
  • Otro punto importante es la percepción del riesgo, la forma en que cada individuo evalúa una amenaza es altamente subjetiva. Factores como la experiencia personal previa (haber vivido o no un desastre similar), la confianza en las fuentes de información (creo en lo que me dice el pronosticador o el organismo oficial dice), y la influencia de la comunidad y el entorno social (mi entorno está preocupado o pendiente de esa situación), juegan un papel crucial. Si una persona no percibe el peligro como inminente o personalmente relevante, es menos probable que actúe. Los investigadores han señalado que la autoconfianza exagerada con el pensamiento de "a mí no me va a pasar", puede ser un factor determinante en la inacción y la que termine en un desenlace fatal.

    Un lenguaje claro, conciso y que indique recomendaciones sobre acciones específicas a tomar (por ejemplo: "evacúe su hogar", "no intente cruzar calles inundadas"), es fundamental. La longitud del mensaje y el canal por el cual se difunde (redes sociales, televisión, radio, aplicaciones móviles) también influyen en su alcance y comprensión del público en general.

    Si una persona no percibe el peligro como inminente o personalmente relevante, es menos probable que actúe. Los investigadores han señalado que la autoconfianza exagerada con el pensamiento de "a mí no me va a pasar", puede ser un factor determinante en la inacción y la que termine en un desenlace fatal.

    • El cerebro procesa la información utilizando atajos mentales o los llamados sesgos cognitivos, que pueden afectar la respuesta. Estos sesgos pueden hacer que las personas subestimen el riesgo o duden de la alerta, incluso frente a evidencia clara, lo cual es muy peligroso.

      Por ejemplo, el "sesgo de optimismo" nos lleva a creer que las cosas buenas nos pasarán a nosotros y las malas, a otros; el "sesgo de confirmación" nos hace buscar e interpretar información que confirma nuestras creencias preexistentes, ignorando la que las contradice.

    • La complejidad del mensaje puede ser un aspecto negativo importante. Si los mensajes de alerta son demasiado técnicos, ambiguos o contienen jerga científica que el público no comprende, su efectividad disminuye drásticamente.

    Claves para una alerta efectiva y mayor resilencia comunitaria

    Para superar el desafío y mejorar la respuesta de la población frente a los desastres por fenómenos naturales, es imperativo un enfoque multidisciplinario que integre la meteorología, la psicología social y la comunicación estratégica. Sin la combinación de las tres disciplinas es muy difícil que las alertas resulten realmente exitosas.

    alerta meteorológica en los medios de comunicación
    La coherencia entre las diferentes fuentes oficiales que emiten las alertas y el mensaje en los medios de comunicación es clave, y refuerza la credibilidad que lleva al éxito.
    • Los mensajes de alerta deben ser concisos, fáciles de entender y, lo más importante, deben especificar qué acción debe tomar el público. En lugar de solo describir el fenómeno, deben orientar sobre cómo protegerse. El mensaje debe ser claro, coherente y lo más importante accionable, como por ejemplo: "busque refugio en un lugar elevado", "cierre puertas, ventanas y guarde los objetos que puedan volarse de los balcones", "evacúe la zona según las indicaciones de las autoridades", etc.

    La coherencia entre las diferentes fuentes oficiales: Servicio Meteorológico Nacional, Defensa Civil, Hidrografía Naval con el mensaje en los medios de comunicación, es clave y refuerza la credibilidad.

    • La comunicación de la incertidumbre en cada caso en particular es muy importante. La ciencia meteorológica no es exacta, es una ciencia natural, y por tal motivo los pronósticos siempre tendrán un grado de incertidumbre. Es crucial que los comunicadores de riesgos aprendan a expresar esta incertidumbre de manera transparente y comprensible, sin alarmar ni subestimar, encontrado el equilibrio justo.

    Explicar las probabilidades, los posibles escenarios y el nivel de confianza del pronóstico puede generar mayor credibilidad a largo plazo, incluso cuando los eventos no se desarrollan exactamente como se predijo.

    incertidumbre en los pronósticos meteorológicos
    Los pronósticos meteorológicos siempre tendrán un grado de incertidumbre. Es crucial que los comunicadores de riesgos aprendan a expresar esta incertidumbre, para aumentar la credibilidad.
    • La educación y preparación comunitaria suele ser uno de los asuntos más difíciles de obtener, al menos en la comunidad argentina. Es necesario comprender que la resiliencia ante desastres se construye antes de que ocurran. Por eso la educación pública sobre los riesgos locales, la promoción de planes de emergencia familiares y comunitarios, y la realización de simulacros son herramientas poderosas para aumentar la conciencia y la capacidad de respuesta. Sabemos de la gran carencia que tenemos en este punto en nuestra sociedad, y las autoridades deberían estar al día con este asunto.

    Involucrar a la comunidad en el proceso de planificación y comunicación de riesgos puede generar un sentido de propiedad y responsabilidad, fortaleciendo la respuesta colectiva.

    • En la actualidad, frente a la enorme oferta y diversidad de canales de comunicación, las personas reciben información por distintos medios: radio, televisión, redes sociales, canales de streaming, sistemas de alerta temprana por SMS, aplicaciones móviles, sirenas, etc.). Si bien esta gran variedad de medios asegura que el mensaje llegará a la mayor cantidad de gente posible, también es cierto que las nuevas tecnologías, como las redes sociales, pueden ser un arma de doble filo y conducir a la total desinformación provocando el efecto contrario al buscado.

    Si las redes sociales consultadas son de cuentas corporativas verificadas, o cuentas de profesionales reconocidos gestionadas de manera formal resultan una herramienta invaluable para la difusión rápida de alertas y actualizaciones en tiempo real.

    • La construcción de confianza en las instituciones que emiten las alertas es fundamental. Esto se logra con la transparencia, la precisión constante de los pronósticos y una comunicación abierta y empática con la población. Una relación sólida entre los expertos y la comunidad es la base para una respuesta efectiva cuando el peligro acecha.

    En definitiva, el desafío de alertar no es solo meteorológico, se trata de un reto profundamente humano. Al comprender mejor cómo pensamos, sentimos y reaccionamos frente al peligro, podremos diseñar estrategias de comunicación que no solo informen, sino que realmente impulsen a la acción, salvando vidas y construyendo comunidades más resilientes ante el embate de los fenómenos naturales.

    Referencias de la noticia

    Keri K. Stephens. "Geographic location or experience: Using PRISM to understand how people seek flood risk information". Risk Analysis. 28 de octubre, 2022.

    Keri K. Stephens. "Building more resilient communities with a wildfire preparedness drill in the U.S.: Individual and community influences and communication practices". Journal of Contingencies and crisis Management. 7 de marzo, 2022.