Falla de San Andrés: según los científicos, para 2040 el "Big One" podría devastar el sur de California

En concreto, un segmento de esta falla, cerca de Los Ángeles, no ha liberado energía significativa desde 1857. Los estudios sugieren que en las próximas décadas podría producirse un gran terremoto en esta zona.

Falla de San Andrés vista desde el espacio.
La falla de San Andrés produce principalmente terremotos de tipo transcorrente, caracterizados por un movimiento horizontal de las placas. Estos terremotos pueden variar en intensidad, desde eventos menores (magnitud inferior a 5) hasta terremotos de gran magnitud (7 o superior).

La Falla de San Andrés es una de las estructuras geológicas más famosas y temidas del mundo, ubicada a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos, en California. Con una longitud aproximada de 1300 kilómetros, esta falla marca el límite entre dos placas tectónicas principales: la del Pacífico y la de Norteamérica.

Su importancia radica no solo en su tamaño, sino también en el potencial destructivo de los terremotos que puede generar, incluyendo el temido "Big One", un terremoto destructivo que podría causar daños significativos en las principales ciudades de California.

Algunas características de la falla de San Andrés

La falla de San Andrés es una falla de desgarre, un tipo de falla en la que dos placas se desplazan horizontalmente una respecto a la otra. En este caso, la placa del Pacífico se desplaza hacia el noroeste con respecto a la placa norteamericana a una velocidad promedio de entre 4 y 6 centímetros al año.

falla de San Andrés
La falla de San Andrés es una falla de desplazamiento lateral, un tipo de falla en la que las dos placas se mueven horizontalmente una respecto a la otra.

Este movimiento no es continuo, sino que ocurre de forma esporádica. La energía se acumula durante años o siglos a lo largo de la falla y se libera repentinamente en forma de terremotos. La falla se compone de varios segmentos, cada uno con sus propias características y niveles de actividad sísmica, lo que dificulta el pronóstico de terremotos.

¿Qué tipos de terremotos puede producir?

La falla de San Andrés produce principalmente terremotos de desgarre, caracterizados por el movimiento horizontal de las placas. Estos terremotos pueden variar en intensidad desde eventos menores (magnitud inferior a 5) hasta terremotos de gran magnitud (magnitud 7 o superior).

Los terremotos más poderosos ocurren cuando la energía acumulada durante un largo período se libera repentinamente, provocando choques de alta energía.

Además, los terremotos pueden provocar efectos secundarios como deslizamientos de tierra, licuefacción del suelo y, en casos raros, tsunamis, si el movimiento se propaga hacia zonas costeras, elevándose el nivel de la superficie del océano si se produce una ruptura.

Un evento extremo, el llamado "Big One", es un terremoto de magnitud 8 o superior que podría afectar una amplia zona y causar daños catastróficos. Según los expertos, es más probable que el Big One se produzca en el segmento sur de la falla, que no ha experimentado un terremoto de gran magnitud desde 1857.

¿Cuándo podría ocurrir el gran terremoto?

Predecir el momento exacto de un terremoto es imposible, ya que los procesos geológicos son complejos y no siguen patrones predecibles. Sin embargo, científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y otras instituciones de investigación han estimado que existe una probabilidad significativa de que ocurra un terremoto de magnitud 7 o superior en las próximas décadas.

Falla de San Andrés
Se cree que en el extremo sur de la falla podría producirse el temido "Big One", que causaría daños considerables en las grandes ciudades del sur de California.

En particular, el segmento sur de la falla, cerca de Los Ángeles, no ha liberado energía significativa desde 1857. Los estudios sugieren que un gran terremoto en esta área podría ocurrir dentro de los próximos 30 a 50 años, con una probabilidad del 60 al 70 por ciento de un evento de magnitud 6,7 o mayor para 2040.

Cabe señalar que estas estimaciones se basan en modelos probabilísticos y en el análisis de las tensiones acumuladas a lo largo de la falla, pero no permiten indicar una fecha precisa.

Los científicos enfatizan la importancia de la preparación, como el fortalecimiento de la infraestructura y la educación de la población. Por lo tanto, la única manera de estar preparados ante un terremoto es continuar construyendo estructuras sismorresistentes, preparando a la población para responder y aplicando buenas prácticas de autoprotección en caso de un sismo.