Informe concluye que los océanos ya estarían registrando un calentamiento de 1,7 ºC respecto de la era preindustrial

Los resultados de una reciente investigación indican que los océanos ya estarían soportando un calentamiento de 1,7 ºC respecto de los valores preindustriales. Ciertas esponjas en el Caribe permiten hacer un viaje en el tiempo para obtener información sobre las temperaturas oceánicas.

Esponjas caribe
Tal como los troncos de los árboles, algunas esclerosponjas que viven en el mar Caribe permiten ir atrás en el tiempo climático y rearmar la curva de temperaturas de hasta 400 años.

El océano lleva su propio registro de las temperaturas que ha ido atravesando con el tiempo. Las esponjas del mar Caribe, por ejemplo, conservan un registro de las temperaturas oceánicas que se remonta a cientos de años. Estos registros paleoclimáticos que fueron recientemente revelados, tal como indica Eos, muestran que las temperaturas de la superficie del mar (SST por su sigla en inglés) comenzaron a aumentar en respuesta a la quema de combustibles fósiles en la era industrial alrededor de 1860.

"Estamos más avanzados en el escenario del calentamiento global, y el tiempo que tenemos para tomar medidas para evitarlo disminuye seriamente", señala Malcolm McCulloch, geoquímico marino y de corales de la Universidad de Australia Occidental en Crawley y autor principal del nuevo estudio.

Esto quiere decir que 80 años esto ocurre desde antes de que se generalizaran las mediciones de las SST y antes de la fecha de inicio del calentamiento global utilizada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Tomando como base estos nuevos registros de las esponjas, los científicos creen que las temperaturas son actualmente 1,7 °C más cálidas que los niveles preindustriales.

Los resultados de este estudio, que fueron publicados en la revista Nature, sostienen que el mundo ya ha superado el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento atmosférico a menos de 1,5 °C por encima de las temperaturas preindustriales y que podríamos alcanzar los 2 °C de calentamiento antes de 2030. "Estamos más avanzados en el escenario del calentamiento global, y el tiempo que tenemos para tomar medidas para evitarlo disminuye seriamente", señala Malcolm McCulloch, geoquímico marino y de corales de la Universidad de Australia Occidental en Crawley y autor principal del nuevo estudio.

Un poco de historia detrás de los números

En los resultados de la investigación se recuerda que las emisiones antropogénicas provocan un calentamiento a escala mundial, pero el aumento de la temperatura con respecto a los niveles preindustriales es incierto. “Utilizando 300 años de registros de temperatura de la capa mixta del océano conservados en esqueletos de carbonato de esclerosponja, demostramos que el calentamiento de la era industrial comenzó a mediados de la década de 1860, más de 80 años antes que los registros instrumentales de temperatura de la superficie del mar”.

Anomalias SST
Anomalías referidas al periodo preindustrial 1850-1900 del IPCC10,16 con enfriamiento anómalo de las SST respecto a la tierra desde principios del siglo XX.

El paleotermómetro se calibró con respecto a registros instrumentales "modernos" (posteriores a 1963) altamente correlacionados de las temperaturas globales de la superficie del mar, definiéndose la era preindustrial por temperaturas casi constantes desde 1700 hasta principios de la década de 1860. El aumento de las temperaturas oceánicas y terrestres se solapan hasta finales del siglo XX, cuando la tierra comenzó a calentarse a un ritmo casi dos veces superior al de los océanos superficiales. Las temperaturas más cálidas de la Tierra, junto con el inicio más temprano del calentamiento de la era industrial, indican que el calentamiento global ya era 1,7 °C superior a los niveles preindustriales en 2020.

Estos resultados son 0,5 °C superiores a las estimaciones del IPCC, con un calentamiento global de 2 °C previsto para finales de la década de 2020, casi dos décadas antes de lo esperado. Las esclerosponjas estudiadas (Ceratoporella nicholsoni) son un grupo de esponjas longevas que viven exclusivamente en el Caribe a profundidades con poca variación de luz o temperatura. Al igual que los anillos de los árboles, el esqueleto de una esponja conserva un registro de sus condiciones ambientales a lo largo de toda su vida. Estas esponjas crecen con extrema lentitud. Una esponja de 10 centímetros, que no es muy grande, puede retroceder 400 años.

La obtención de la información

Los índices de calentamiento de las esclerosponjas casi reflejan los registros instrumentales modernos en un sentido amplio, pero hay algunas diferencias, incluso cuando se tienen en cuenta diferentes líneas de partida. Se están llevando a cabo investigaciones para corregir algunos sesgos y errores en los registros instrumentales históricos, lo que podría conciliar algunas de estas diferencias.

Esponja Caribe
Área en el Caribe donde se tomaron las muestras de esclerosponjas para el estudio.

Con la ayuda de buceadores locales, los investigadores recogieron seis esclerosponjas entre 2007 y 2012 cerca de Puerto Rico y Santa Cruz, en las Islas Vírgenes de Estados Unidos. Luego utilizaron la datación por radioisótopos de uranio y torio para construir una cronología de crecimiento de cada esponja que se remonta a unos 300 años. En cada intervalo de crecimiento de 2 años, midieron la proporción de estroncio y calcio. Los esqueletos de los corales calcificadores absorben preferentemente calcio en lugar de estroncio a medida que aumenta la temperatura, por lo que la proporción es un indicador indirecto de la temperatura del agua de mar.

Cómo se utilizaron los datos

Una vez obtenida esa información, calibraron su cronología de la temperatura de las esclerosponjas con mediciones instrumentales recientes (de la serie 1964-2012). Las esclerosponjas viven a profundidades dentro de la capa mixta del océano, donde las temperaturas son prácticamente las mismas desde la superficie hasta unos 100 metros de profundidad. Así pues, las temperaturas ambientales del agua de mar registradas por las esclerosponjas pueden utilizarse también para comprender las temperaturas de la superficie del mar.

Las esclerosponjas registraron algunas anomalías conocidas de la temperatura global, como el periodo de enfriamiento tras la erupción del volcán Tambora en 1815. Las temperaturas oceánicas se mantuvieron relativamente estables de 1700 a 1790, seguidas de una época de enfriamiento volcánico de 1790 a 1840 y, a continuación, otro periodo estable pero ligeramente más cálido de 1840 a principios de la década de 1860. Los investigadores sitúan el cambio climático antropogénico en ese periodo, unos 80 años antes de lo que muestran los registros instrumentales de la SST.

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