Las olas de calor árticas dejan huellas que perduran años después del evento climático

Los efectos ecológicos de la histórica ola de calor de Siberia en 2020 siguieron siendo detectables en 2021, alterando permanentemente el equilibrio de carbono en los ecosistemas árticos.

Temperaturas ola de calor 2020
El mapa muestra las temperaturas en el área de Eureka en el territorio canadiense de Nunavut el 11 de agosto de 2020 durante la ola de calor. Imagen: Agencia Espacial Europea. .

La ola de calor que azotó Siberia en 2020, con temperaturas hasta 6 °C por encima de lo normal y un récord histórico de 38°C en Verkhoyansk, desencadenó efectos ecológicos que persistieron durante 2021, tal como indica Eos. El 20 de junio de 2020, está máxima en el norte de Rusia se convirtió en la más alta jamás medida al norte del Círculo Polar Ártico.

La temperatura del suelo en Siberia se mantuvo 1.2 °C más caliente durante 2021 que en condiciones normales, evidenciando que los ecosistemas árticos conservan la "memoria térmica" de las olas de calor durante períodos prolongados, alterando permanentemente el balance de carbono regional.

Un nuevo estudio publicado en Global Biogeochemical Cycles revela que, a diferencia de otros eventos meteorológicos de corta duración, los efectos ecológicos de la ola de calor de 2020 siguieron siendo detectables durante 2021. La investigación, liderada por Min Jung Kwon, empleó modelos climáticos para comparar las condiciones reales con estimaciones de años anteriores, demostrando que las consecuencias de estos eventos extremos trascienden el momento inmediato del calor.

La persistencia de estas condiciones se debe a las propiedades térmicas únicas de los suelos árticos. A diferencia de las temperaturas atmosféricas, que pueden cambiar rápidamente, los suelos actúan como reservorios térmicos que mantienen el calor durante períodos prolongados, especialmente en capas más profundas donde el intercambio de calor con la atmósfera es limitado.

Cuando el suelo ártico conserva la memoria del calor extremo

El análisis indicó que las altas temperaturas causaron que la temperatura del suelo se mantuviera aproximadamente 1.2 °C más caliente en 2021 de lo que habría sido sin la ola de calor, a pesar de que las temperaturas del aire habían vuelto a la normalidad. Este fenómeno, conocido como efecto legado, demuestra cómo los ecosistemas árticos almacenan la energía térmica de eventos extremos.

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Las temperaturas más cálidas también derritieron el hielo del suelo, resultando en suelos más húmedos de lo usual. La disponibilidad de agua en la zona de raíces aumentó un 10.9 % en bosques y un 9.3 % en pastizales en 2021. Sin embargo, este exceso de humedad no se distribuyó uniformemente, ya que parte se perdió por escurrimiento superficial.

Los suelos más cálidos y húmedos crearon condiciones ideales para la proliferación de microorganismos. En respuesta a suelos más cálidos y húmedos, los microbios proliferaron y causaron que el ecosistema del suelo emitiera más dióxido de carbono de lo usual, según indicó el modelo. Esta aceleración de la actividad microbiana representa uno de los mecanismos más importantes por los cuales las olas de calor árticas pueden tener efectos duraderos en el ciclo global del carbono.

Implicaciones para el futuro climático del Ártico

El estudio representa un avance significativo en la comprensión de cómo los eventos climáticos extremos pueden alterar permanentemente los ecosistemas árticos. También aporta evidencia sobre la importancia de considerar los efectos prolongados de las olas de calor árticas para comprender el futuro de estos ecosistemas, especialmente ante el aumento de eventos extremos debido al cambio climático.

Areas de estudio
Grupos de áreas de olas de calor dentro del dominio de estudio >50°N, 40–180°E. Imagen: CC

Los hallazgos tienen implicaciones profundas para las proyecciones climáticas globales. Si las olas de calor árticas se vuelven más frecuentes e intensas, como predicen los modelos climáticos, los efectos legado podrían acumularse, creando cambios permanentes en el funcionamiento de estos ecosistemas. La capacidad de los bosques para actuar como sumideros de carbono podría verse tanto beneficiada como amenazada, dependiendo de la intensidad y frecuencia de futuros eventos extremos.

La Organización Meteorológica Mundial reconoció que "la temperatura que vimos en Siberia en 2020 habría sido imposible sin el cambio climático". Esta afirmación también relevada en un informe de AEMet subraya la conexión directa entre las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero y la intensificación de eventos extremos en el Ártico, una región que se calienta al doble de velocidad que el promedio global. Por caso, este año se reportó una ola de calor inusualmente extensa sobre los países nórdicos.

Referencia de la noticia

Kwon, M. J., Ciais, P., Bastos, A., & Beer, C. (2025). Legacy effects of the Siberian heatwave of 2020 on above- and belowground processes. Global Biogeochemical Cycles, 39, e2025GB008607. https://doi.org/10.1029/2025GB008607