La pérdida de audición y la demencia están relacionadas: nuevos hallazgos sobre lo que ocurre en el cerebro

Un estudio reciente identificó los cambios que suceden en el cerebro cuando se pierden capacidades auditivas.

A nivel global, 55 millones de personas tienen enfermedades asociadas a la demencia.

Hace tiempo que se sabe de la relación entre la pérdida de capacidades auditivas y el riesgo de demencia. Sin embargo, los mecanismos neurológicos que subyacen en ese vínculo aún son bastante desconocidos.

Recientemente, una investigación liderada por científicos de la Universidad de San Diego, California, ha indagado en lo que sucede en las funciones cognitivas cuando la capacidad auditiva disminuye.

Para eso, los investigadores se basaron en pruebas de audición combinadas con resonancias magnéticas cerebrales de 130 participantes de un estudio de cohorte longitudinal sobre residentes del suburbio de Rancho Bernardo en San Diego.

Identificaron que la discapacidad auditiva afecta varias áreas del cerebro. En particular, hallaron diferencias microestructurales en las áreas auditivas del lóbulo temporal y áreas de la corteza frontal dedicadas al procesamiento del habla y el lenguaje.

Además, encontraron cambios en áreas de la corteza frontal que intervienen en las funciones ejecutivas, como la capacidad de llevar a cabo tareas complejas, como la planificación, la concentración y la multitarea.

Según sugieren los investigadores, cuando la audición se encuentra disminuida, el cerebro pone en acción esfuerzos compensatorios para captar los sonidos, y estos esfuerzos pueden afectar la estructura de algunas áreas del cerebro.

Sordera demencia
Según la OMS, la demencia afecta de modo desproporcionado a las mujeres.

El esfuerzo adicional que implica tratar de comprender los sonidos puede producir cambios en el cerebro que conducen a un mayor riesgo de demencia”, dijo la investigadora principal Linda K. McEvoy.

Entre sus conclusiones, la investigación sostiene que la discapacidad auditiva no está asociada con el envejecimiento cerebral avanzado, pero sí con diferencias en las regiones del cerebro involucradas con el procesamiento auditivo y el control de la atención. Por tanto, es posible que el mayor riesgo de demencia asociado con la discapacidad auditiva surja, en parte, de cambios cerebrales compensatorios que pueden disminuir la resiliencia.

Medidas de prevención para un problema de crecimiento

La OMS define la demencia como “el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro”. El Alzheimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60 % y un 70 % de los casos. A nivel global, más de 55 millones de personas tienen demencia y el 60 % de ellas viven en países de ingreso mediano y bajo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos.

El Organismo también informa que enfermedades como el Alzheimer constituyen la séptima causa de muerte en el mundo y una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas de edad .

La demencia afecta de manera desproporcionada a las mujeres, tanto directa como indirectamente. Estos presentan unos índices más elevados de años de vida ajustados en función de la discapacidad y de mortalidad como consecuencia de la demencia, pero también son las responsables del 70 % de las horas de cuidado que reciben las personas que viven con demencia, informa la OMS.

Comprender cómo la pérdida auditiva afecta el cerebro puede contribuir a tomar medidas preventivas, como cuidar la audición.

"Los hallazgos enfatizan la importancia de proteger la audición evitando la exposición prolongada a sonidos fuertes, usando protección auditiva cuando se utilizan herramientas ruidosas y reduciendo el uso de medicamentos ototóxicos", dijo Emilie T. Reas, coautora de la investigación, que se publicó en el Revista de la enfermedad de Alzheimer.

Referencias de la noticia:

McEvoy, Linda Ka; Bergstrom, Jaclyn; Hagler Jr, Donald J. d; Ala, David; Reas, Emilie T. “Los umbrales elevados de tonos puros se asocian con una microestructura alterada en áreas corticales relacionadas con el procesamiento auditivo y la asignación de atención”. DOI: 10.3233/JAD-230767

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