Revelan que el Mar Rojo se secó completamente hace 6,2 millones de años antes de ser inundado por el océano Índico
Hace 6,2 millones de años, el Mar Rojo sufrió una desecación total seguida de una inundación catastrófica desde el océano Índico. Un nuevo estudio reconstruye este episodio extremo con datos sísmicos y fósiles.

Hace millones de años, el paisaje del Mar Rojo era radicalmente distinto al actual. Investigaciones recientes publicadas en la revista Communications Earth & Environment de Nature demuestran que el cierre de su conexión con el Mediterráneo provocó que la cuenca se secara por completo. Lo que hoy es un mar vital para la navegación fue entonces un desierto salino expuesto al viento y la erosión durante miles de años, tal como lo relata Sci Tech Daily.
Los científicos identificaron un reflector sísmico clave, conocido como “S-reflector”, que señala la frontera entre antiguas capas evaporíticas y los sedimentos marinos posteriores. Esta evidencia confirma que el Mar Rojo sufrió una desecación total, quedando sometido a procesos subaéreos que remodelaron su fondo. La magnitud de este evento solo ahora empieza a comprenderse plenamente, según consigna EurekAlert!.
Scientists Reveal That the Red Sea Completely Vanished 6.2 Million Years Ago https://t.co/hXIAnZZ58q pic.twitter.com/8R1RpY1bEm
— HealthIT Policy (@HITpol) October 2, 2025
El retorno del agua fue abrupto y devastador. Una fractura en la barrera volcánica del istmo de Bab el-Mandab permitió el ingreso masivo del océano Índico, generando una inundación de dimensiones colosales. En cuestión de decenas de miles de años, la cuenca quedó nuevamente cubierta por agua, y en ese proceso se excavó un cañón submarino de 320 kilómetros, una cicatriz que aún se observa hoy en la batimetría.
Las causas profundas del desastre
Este episodio no fue aislado. Estuvo ligado a la llamada crisis de salinidad del Mediterráneo, cuando entre 5,96 y 5,33 millones de años atrás esa cuenca quedó aislada del Atlántico y sufrió una evaporación masiva. La desconexión alteró los niveles relativos del mar y afectó a cuencas vecinas como la del Mar Rojo, intensificando la pérdida de agua y acelerando su sequía.

Al cerrarse la vía norte, el Mar Rojo quedó atrapado y sin aporte suficiente de agua marina. La evaporación superó con creces la entrada de ríos y lluvias, y en pocas decenas de miles de años se convirtió en un desierto salino. La superficie expuesta acumuló depósitos de sal y yeso que hoy se reconocen en los registros geológicos.
Paradójicamente, el Mar Rojo se recuperó antes que el propio Mediterráneo. Mientras este último se reinundó con el Atlántico recién con la gran inundación Zancleana, el Mar Rojo ya había restablecido su carácter oceánico tras su conexión súbita con el Índico. Esto revela la enorme sensibilidad de estas cuencas a cambios tectónicos y climáticos.
Lecciones para comprender los océanos
Las consecuencias de aquel cataclismo fueron profundas. La megainundación reinició el ecosistema marino del Mar Rojo, permitiendo el regreso de corales y organismos que colonizaron nuevamente el fondo. La biodiversidad de la región se reestructuró en un proceso acelerado de recolonización.

Además, la huella geológica de ese evento sigue presente. El gigantesco cañón excavado por la entrada del agua es visible hoy en los mapas batimétricos y constituye un testimonio físico de la fuerza de aquel episodio. Estos registros permiten a los investigadores modelar cómo reaccionan las cuencas oceánicas ante el aislamiento y la evaporación extrema.
Finalmente, este evento nos recuerda que los sistemas oceánicos no son estables en escalas geológicas. El secado y resurgimiento del Mar Rojo demuestra cómo el equilibrio hídrico y tectónico puede cambiar radicalmente en poco tiempo. Para la humanidad, dependiente del agua y vulnerable al cambio climático, es una lección sobre lo frágiles que pueden ser los equilibrios planetarios.
Referencia de la noticia:
Pensa, T., Huertas, A.D. & Afifi, A.M. Desiccation of the Red Sea basin at the start of the Messinian salinity crisis was followed by major erosion and reflooding from the Indian Ocean. Commun Earth Environ 6, 649 (2025). https://doi.org/10.1038/s43247-025-02642-1